Ateismo y
Anticlericalismo.
Ulises
Casas Jerez
Escuela ideológica
26 de
Febrero de 2009
Los europeos que se
denominan ateos y la
Federación internacional de
ateos- FIDA- sostienen un
permanente debate y
confrontación con jerarcas
de las iglesias y las
autoridades de algunos
países. Nosotros pensamos
que el ateismo no debe tener
protagonismo mediático..
Podemos afirmar que la
Humanidad, toda, es
creyente; en ciento y miles
de religiones de las cuales
las principales son la
cristiana, la musulmana, y
la budista, el poder
ideológico y político es
legitimado por sus
jerarquías porque
representan el poder
económico del gran capital
internacional.
Quienes no somos creyentes
conformamos un espacio muy
reducido en el cuadro
general de la sociedad. A la
vez, muchos afirman no ser
creyentes en dioses pero
creen en “fuerzas”
extranaturales, en
“energías” no materiales, en
fuerzas “vitales” o
“espirituales”. Algunos se
denominan “areligiosos” y
muchos otros poseen diversas
denominaciones.
Quienes nos consideramos
ateos como expresión
filosófica e ideológica del
materialismo dialéctico
sostenemos que en el
infinito universo todo es
material, que no hay fuerzas
que no lo sean, que la
infinitud implica la
inexistencia de dioses o
fuerzas distintas a las que
la física y demás ciencias
han establecido como leyes
que rigen todos los
fenómenos del ser material
existente siempre, no
creado. En este sentido,
para ser ateo es esencial
haber estudiado la filosofía
materialista, filosofía que
viene de las más antiguas
culturas hasta el presente y
ha evolucionado del
materialismo naturalista, al
materialismo mecanicista, y
al materialismo dialéctico
en forma simultánea con el
desarrollo de la
investigación científica.
Más aún, la filosofía
materialista se ha
adelantado, en muchas
ocasiones, a los resultados
de la física. Un ejemplo de
esto lo encontramos en la
discusión llevada a cabo
entre físicos que afirmaban
que la naturaleza de la luz
era ondulatoria y los que
consideraban que era
corpuscular; la filosofía
materialista conceptuó que
la naturaleza de la luz era
ondulatoria y corpuscular al
mismo tiempo. La filosofía
idealista considera que no
puede haber dos
manifestaciones contrarias,
daba sustento al pensamiento
de los físicos que
consideraban la exclusión de
un tercero y por ello o la
luz era ondulatoria o
corpuscular pero no las dos
naturalezas al tiempo. La
experiencia demostró la
validez del concepto
materialista dialéctico.
Quienes somos ateos bajo la
concepción filosófica
materialista dialéctica,
consecuencialmente, llevamos
este pensamiento al terreno
de lo social: si el creyente
lo es por considerarse
desprotegido y necesitar de
un dios que le proteja, los
ateos nos protegemos
solidariamente ante las
fuerzas que atentan contra
una vida digna y armoniosa
en un mundo en el cual el
individualismo engendrado
por la propiedad privada
produce confusión, miedo, y
desprotección al ser humano.
Entonces, como ateos
proponemos y llevamos a cabo
la construcción de entes
colectivos que, mediante
estructuras productivas, nos
permiten obtener una vida
segura, digna y armónica
tanto con la naturaleza como
con nuestro entorno social.
La consecuencia de nuestro
ateísmo filosófico ha sido
la tesis del “Colectivismo
Económico Consciente” que
fundamentamos en el libro
que lleva este título y que
se encentra en nuestra
página de la Escuela
Ideológica. Es un modelo
económico alternativo al
capitalismo dominante; un
modelo pensado, razonado y
planificado consciente y
voluntariamente por quienes
lo acepten.
En
estas condiciones, pensamos
que no es acertado llevar a
cabo una propaganda
mediática para sostener que
no hay dios. Esta publicidad
solo produce una reacción
que fortalece la creencia de
las mayorías sociales en
cualquier país del mundo. Es
el caso de la propaganda
atea en buses y sitios
públicos. El arraigo de la
creencia en dios es de tal
naturaleza que no se puede
erradicar mediante avisos
publicitarios y, por el
contrario, genera una
reacción que conduce a
sostener la satanización que
las religiones y las castas
políticas dominantes ejercen
contra nosotros los no
creyentes. Si en forma
sistemática y real llevamos
una tarea de construcción de
entes colectivos productivos
y quienes se organizan
alrededor de ellos perciben
que su vida puede tener
significado sobre
condiciones materiales
dignas, irán sintiendo que
no necesitan de dioses o
seres espirituales de clase
alguna. No necesitamos de
agitar la bandera ateísta
para evidenciar la
inexistencia de seres por
encima de lo material, de lo
real que somos como seres
humanos. Consideramos, como
materialistas, que es la
estructura material, lo
económico, lo que genera la
forma de pensar, lo
ideológico, dentro de lo
cual se encuentra lo
religioso.