Correo  

Alameda, 5. 2º Izda. Madrid   28014 Teléfono:  91 420 13 88 Fax: 91 420 20 04     

No consiento que se hable mal de Franco en mi

 presencia. Juan  Carlos «El Rey»   

 

 

Antisexualismo clerical


Ulises Casas Jerez

Escuela ideológica


Todas las religiones que la Humanidad ha sufrido condenan el sexo; pero el sujeto de esa condena no es el hombre sino la mujer. la causa: la procreación humana le disputa el principio creacionista divino a todas las religiones.
 

Muy poco se ha investigado, filosófica, ideológica, social y culturalmente, sobre la causa que genera la condena del sexo por parte de todos los jerarcas de las iglesias conocidas en la Historia. Y no se hace porque la mayor parte de la Historia de la Humanidad, y de los pueblos en particular, la escriben hombres, y hombres fundamentalmente creyentes. El rechazo a la sexualidad lo proclaman las religiones monoteístas; éstas responden a las sociedades de naturaleza patriarcal y de regímenes de propiedad privada individual; en los regímenes de carácter esclavista predominaba el politeísmo y, en consecuencia, no existía condenación alguna al sexo; al contrario, se respetaba las manifestaciones femeninas y las diosas tenían el mismo o superior rango mítico a los dioses. En el modo de producción esclavista, sus sociedades explicaban la existencia del Universo como algo natural y las diosas y los dioses eran, ellos mismos, manifestación de fenómenos de la Naturaleza.

Al término de las sociedades esclavistas, la griega y la romana como las de mayor importancia, se cubre con un manto oscurantista y represivo criminalmente la Historia, principalmente la historia de Occidente, considerando como Occidente lo que es Europa y alguna parte del Asia que linda con ella. El acceso del cristianismo al régimen imperial romano impone su dominio religioso y se inicia una era de total represión y exterminio de quienes pretendan disentir de sus principios, dogmas y creencias. Esa represión incluye la liquidación de la cultura de las sociedades esclavistas, la desaparición de sus diosas y dioses y la implantación de la religión cristiana monoteísta de origen judío.

El judaísmo es, esencialmente antifeminista. La leyenda de Adán y Eva es el inicio de la represión machista contra la mujer: ella es la culpable de la “pérdida” del paraíso. La leyenda de Jesús, como el Mesías, coloca su nacimiento por fuera de la reproducción humana: nace de una “virgen”. El culto religioso a la mujer se ofrece a quienes no lo son: las vírgenes.

La esencia de este fenómeno religioso, consustancial a todas las religiones, se encuentra en el creacionismo que a todas ellas es fundamental: si el ser humano nace de la unión sexual del macho y la hembra, del hombre y la mujer en el caso del género humano, su origen le disputa la creación divina del mismo. La procreación sexual del humano se puede disculpar, por parte de las iglesias, si la pareja se aviene a obtener el “permiso” para esa relación reproductiva a través del matrimonio celebrado bajo la dirección del respectivo funcionario clerical. A esto se ha de agregar que esa relación tiene como objetivo fundamental la reproducción y no el placer; si hay placer sexual se cae en el “vicio” y esto cae en el campo del castigo religioso. En el matrimonio ha de primar el objetivo reproductivo, el placer sexual ha de buscarse en la amante o en el burdel y esto es “pecaminoso” pero se puede superar con la “confesión”.

Lo que tenga que ver con procreación se ha de conducir por el camino indicado por la jerarquía clerical y todo su séquito de sacerdotes y monjas; todo lo que se haga por fuera está prohibido. Tratar de reemplazar al “creador” en la acción de procrear seres humanos es poner en duda su poder, poder que se proclama tiene sobre todo el acontecer universal. Quien se atreva a procrear sin el permiso, sin el matrimonio celebrado ante el “ministro” de dios, es anatematizado. El matrimonio civil no es tenido en cuenta para los que militan en esas religiones, sólo efectos civiles y administrativos genera en las sociedades modernas. La unión libre es tenida por las religiones como una afrenta a sus dogmas y es considerada como un “estado pecaminoso”.

En este año, que hemos ofrecido como homenaje a Darwin, lo hacemos para reforzar nuestros principios filosóficos materialistas dialécticos, en consecuencia, el evolucionismo, y la denuncia de la mentira del creacionismo que sustenta el dominio de las religiones sobre la condición humana, hundida en la ignorancia y la pobreza tanto material como cultural en que la mantienen las castas económicamente dominantes y su legitimación por parte de las jerarquías religiosas que forman parte indisoluble de aquellas.

Nuestra actividad intelectual y material se centra en llevar el conocimiento y la libertad de pensamiento a la mayor parte de la población, tanto nacional como internacional, en la finalidad de que pueda discernir entre la verdad y la mentira, el interés individual de quienes la explotan material y culturalmente y el interés general que nos caracteriza por la libertad de pensamiento. Si luego de haber tenido la posibilidad de conocer, con la razón por encima de la fe, se deciden por ésta última, que sea su decisión y que ella corresponda a su nivel mental sustentado en la organización neuronal de su cerebro en lo cual ya nosotros ni la ciencia puede intervenir.

---------------------

 casasulises@hotmail.com

 


 

 

  Página de inicio 

Free counter and web stats