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No consiento que se hable mal de Franco en mi

 presencia. Juan  Carlos «El Rey»   

 

 

 

 

 

El primer Concilio Ateo de Toledo, sus luces y sus sombras

 

 Milagros Riera

 

UCR 8 de Enero de 2008

 

El concilio ateo de Toledo pudo celebrarse, y en Toledo, como todos deseábamos,  a pesar de las dificultades que encontramos para poder allí reunirnos. Estas dificultades ya han encontrado eco en algunas columnas, pero quizás fuera conveniente volver a hablar de ellas, son un exponente de los obstáculos que encuentra el ateismo para poder hacer oír sus voces públicamente.

 

El evento debía celebrarse durante los primeros días de noviembre, tuvo que retrasarse un mes, cuándo ya se tenía los locales apalabrados, los carteles repartidos y los ponentes de acuerdo con dichas fechas, todo se vino abajo. La reunión debía celebrarse en un local polideportivo del ayuntamiento, que había dado su acuerdo, de pronto el alcalde socialista se dio cuenta de que se trataba de ateos y anuló el permiso, dando como razón que una ciudad tan Católica, digamos tan pía, según él, como Toledo no podría soportar nuestra presencia. Olvidaba dicho señor la larga tradición de su ciudad de acogida de diversas culturas y creencias, su decisión fue definitiva, nada pudo hacerle cambiar de idea.

 

Afortunadamente el Circulo Artístico, sito en la Iglesia desacralizada de San Vicente se brindó a acogernos, contentos y agradecidos, nos pusimos manos a la obra, nuestra alegría  no duro mucho, las sombras que nos acechaban desde siempre no iban a darse por vencidas tan fácilmente.

 

Efectivamente, las sombras que nos rodeaban volvieron a cebarse en nosotros, la asamblea de la asociación fue presionada desde el Ayuntamiento para que su presidente nos dejara en la calle, el pretexto fue unas fotos de Jam Montoya que ellos calificaban de pornográficas, y que ya habían sido mostradas varias veces en exposiciones públicas, aquí se trataba de un acto privado y al cual había que pagar para acceder, estas explicaciones no sirvieron para nada. Montoya decidió retirar su exposición, si bien él participó en el acto como ponente. Las sombras ganaron un poco de nosotros, pero cuando entramos en la nave de San Vicente todos estábamos cubiertos de luz.

 

La luz que nos iluminaba era la de nuestro pensamiento racionalista, esta claridad borraba las sombras que desde nuestra infancia habían implantado en nosotros las inmorales enseñanzas de la secta, si , es inmoral hacer creer a los niños en unas ideas falsas que a lo largo de su vida van llevarles a la perdida de una parte de ellos mismos, la mejor, la que es capaz de pensar con raciocinio, la que es capaz de libertad y de solidaridad, sin creer que la exclusión de los que no piensan como ellos es un mandato de Dios, del suyo.

 

En un articulo se advirtió que en la iglesia que ocupábamos debía haber sepulcros  donde yacían los cuerpos de  antepasados de toledanos de rancio abolengo, y naturalmente temerosos de Dios, al sabernos allí se levantarían de sus tumbas para protestar de semejante desmán, no se presentaron, quizás no tenían nada que decir, pero al contrario hubo otras presencias que estuvieron con nosotros. La iglesia de San Vicente fue la sede de La Santa Inquisición, tan querida por Torquemada, sus víctimas estaban allí presentes, en la nave donde tanto sufrieron nos acompañaban iluminándonos con la luz de sus cuerpos abrasados por las llamas, su recuerdo vive siempre en la memoria de los ateos, así quiero creerlo.

 

El Concilio se desarrollo sin ningún problema, las amenazas de los hombres de negro no hicieron mella en nosotros. Abrió la serie de ponencias el Señor Gonzalo Puente Ojea, su ponencia fue magnífica, después de oírle nadie podía dudar de las razones que teníamos para ser ateos, una vez acabada su intervención estuvo con nosotros hasta el final, nos arropo durante los tres días que duro nuestro acto, cuando ya muchos partíamos  hacia nuestros destinos, él estaba allí aun, protegiéndonos  con su presencia, quiero aquí darle las gracias.

 

Durante esos tres días las intervenciones de diferentes ponentes fueron de gran calidad, hubo una joven bióloga alemana y un astrofísico francés que nos hablaron de la manera en que la Iglesia se oponía a todo progreso, así como su deriva hacia el integrismo mas duro, para dar crédito a sus dichos no hay mas que abrir los periódicos donde aparecen las ultimas vociferaciones de los obispos.

 

Aquellos días que se nos hicieron tan cortos acabaron con las palabras de Montoya que nos contó también las dificultades que encontraba en el ejercicio de su arte, un arte que era un ejercicio de libertad, no solo para el artista, sino para los que admirábamos su trabajo que esta destinado a liberarnos de las ultimas sombras que la enseñanza religiosa castradora, ha implantado desde siempre en nuestras mentes. Gracias por todos.

 

El Concilio se cerró con una representación que fue un regalo para todos, subió al estrado Leo Bassi, antes el extraordinario artista nos mostró unos videos que contaban el odio y la intolerancia que habían levantado algunas de sus actuaciones, hasta llegar a ser victima de un acto terrorista, un bomba estallo en el teatro en el que iba a actuar, cerca de su camerino.

 

Apareció entre nosotros vestido como nuestro conocido Mefisto XVI, su formidable actuación acabo entre nuestras risas mientras obsequiaba al público con puñados de preservativos, no era una simple broma, si de veras fuera el Papa quien lo hiciera habría menos sida en el mundo, quizás fuera eso lo quería decirnos. Él se autoproclama como un bufón, y nosotros nos sentíamos bufones con él, con muchos bufones así el mundo giraría mejor.

 

Paco Miñarro, coordinador de la FIDA, organizadora del evento, subió al estrado para clausurar el acontecimiento, allí, con el micrófono en la mano, por encima de nosotros, con nosotros, nos dijo unas últimas y bellas palabras cargadas de emoción, estaba contento, orgulloso, y su orgullo ateo era el orgullo de todos nosotros.

 

Durante los días que duro el Concilio habíamos podido dejar a las sombras a la puerta de la antigua sede de la inquisición, pero los hombres de negro estaban allí fuera esperándonos. Una cierta asociación para la defensa de la familia cristiana, muy conocida en su casa,  nadie sabe nada de ella, prometió primero venir a echarnos a trompazos de nuestra reunión y después  denunciarnos por ofensas hacia la susodicha familia católica, no sabemos de que ofensas se trata, desde luego el modelo, si lo hay de familia atea, monoparental, homosexual, divorciados o viviendo en el pecado por no esta unidos ante un cura sonriente que tal vez espere ilusionado poder ocuparse de sus futuros retoños, no cuenta, solo cuenta lo que manda Dios, el suyo.

 

Veamos, ya que estamos en ello, de qué familia católica habla el Pastor Alemán, no es difícil saberlo, hace unos días en Roma recibió al flamante presidente de la Republica Francesa, este héroe de la Jet es conocido por sus múltiples aventuras extra-conyugales, aunque sus matrimonios cuentan poco, casado dos veces y dos veces divorciado ahora piensa casarse con la ultima de turno, con la que vive en publico amancebamiento, en pecado, debería decir el alemán del Vaticano, pues no, encantado de tenerlo a su vera le nombro Canónigo de Letran entre risas y abrazos, debe ser ese el modelo de familia que la secta nos propone y que las asociaciones Católicas defienden, bueno es saberlo.

 

Quiero poner aquí de manifiesto alguna carencia de nuestro acto de afirmación atea. Muchos de los que allí estábamos éramos republicanos, algunos tenían desaparecidos entre sus familiares, de esto nada se hablo, la secta es el principal obstáculo para que podamos buscar a nuestros muertos, enterrarlos y decir lo que pasó en aquellos años de vergüenza que abarcaron tanto la dictadura como la transición, de estos hechos que a mi por lo menos me hubieran interesado nada se dijo.

 

 

 La ausencia de estos temas hizo nacer en mi alguna idea que quisiera aquí exponer, volvamos al Concilio, las ponencias fueron de gran altura y casi todas giraron en torno de temas filosóficos, había algo que faltaba en aquella reunión. Yo propuse que hubiese una ponencia dedicada a los crímenes de la secta durante y después de nuestra guerra, del apoyo dado al dictador para que este pudiese llevar a cabo el genocidio programado contra los republicanos, esta propuesta no prosperó, las prioridades de la FIDA no eran esas, cuales son el tiempo nos lo dirá.

 

Para mi es necesario que exista un ateismo republicano, es algo muy importante, es necesario que los ateos apoyen a la Republica, sin ella no podremos definirnos libremente como lo que somos, es necesario pedir cuentas a la secta de los crímenes cometidos contra nosotros en tanto que ateos, el mero hecho de no ir a misa, cosa conocida por el cura, equivalía a una condena de muerte.

 

Quisiera que en tanto que republicanos y ateos pudiéramos unirnos para que juntos hablar de nuestras experiencias sobre el duro yugo que la secta hace pesar sobre nosotros. Debíamos probar a extender el movimiento para apostatar, cada vez toma mas fuerza y es un acto de rebelión individual de gran valor y además pone de manifiesto la complicidad de la secta y del Estado para impedirnos la liberación de un bautismo que nunca pedimos.

 

No se trata de fundar otra asociación, existen muchas sobre ateismo y muchas veces desembocan en juegos de poder. Lo que yo pediría es que nos organizáramos en grupos, plataformas, uniones o colectivos en los que pudiéramos estudiar  temas de actualidad, tales como las mentiras históricas en las que se basa la doctrina de la secta, y que afortunadamente empiezan a salir a la luz gracias a la labor de crítica histórica que han llevado a cabo estos últimos años algunos valientes científicos.

 

Los temas no nos faltarían, y todos reunidos podríamos ver cual es la mejor estrategia para plantar cara a una secta cada vez mas empeñada en volver a la Edad Media.

 

Para alcanzar un estado laico, en el que podamos ser ateos con plenos derechos debemos alcanzar la III República. En tanto que ateos y republicanos luchemos todos juntos por ella.

 

 

 

 

 

 

 

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