Otra escuela sí es posible
Maite Hernández
La Opinión de Málaga 27 de Octubre de 2008
La semana pasada les compartí parte del Manifiesto ´No es verdad´ creado por la red alternativa de docentes IRES, en donde nos exponen lo que ellos consideran las causas que han provocado el fracaso educativo español. Ante el caótico y triste panorama que se traza en sus cuatro puntos principales, el grupo ha diseñado una propuesta colmada de principios orientadores que no son sino reflejo de su propio trabajo en el aula. Docentes que se autodenominan ´mediadores del aprendizaje´ y que aman profundamente su profesión, que ven sin prejuicios a sus alumnos y creen en ellos, autodidactas que se ocupan en desaprender las caducas formas de enseñanza. Hoy sólo soy transmisora de su experiencia, y como mediadora del aprendizaje, respaldo sus ideas. En ellas nos dicen:
La escuela y la universidad necesitan un
cambio profundo. El fracaso escolar no sólo se
manifiesta por los que abandonan o suspenden,
también por los que aprueban sin haber
conseguido un aprendizaje duradero y de
calidad.
El cambio que proponemos no puede venir de la
mano del modelo tradicional, como reclaman
algunos, ignorando que dicho modelo es el
responsable del actual fracaso. Tampoco
aplicando políticas neoliberales de
mercantilización de lo educativo, como puede
observarse en determinadas CCAA y en aspectos
sustanciales de la reforma universitaria
actual, ni trasladando a la escuela modelos
neotecnológicos y empresariales de
planificación y control de calidad, como es el
caso de la implantación de incentivos
salariales vinculados al rendimiento académico
del alumnado. Las personas y su educación no
son mercancías y la enseñanza y el aprendizaje
no son meros procesos técnicos y productivos.
El cambio ha de venir de la recuperación y
actualización de aquellas ideas y experiencias
que han demostrado su capacidad
transformadora. La Institución Libre de
Enseñanza, la Escuela Nueva, la Escuela
Moderna, las Misiones Pedagógicas y los
Movimientos de Renovación Pedagógica son
algunos ejemplos muy valiosos de nuestro
pasado. Las aportaciones de ilustres docentes
e investigadores como Giner de los Ríos,
Freire, Freinet, Montessori, Rosa Sensat,
Piaget, Vygotsky, entre otros muchos, o de
intelectuales de prestigio mundial como Morin,
también pueden iluminar este proceso de
cambio.
Algunos principios orientadores de la escuela
que necesitamos son los siguientes:
1. Centrada en los estudiantes y en su
desarrollo integral (corporal, intelectual,
social, práctico, emocional y ético).
2. Con contenidos básicos vinculados a
problemáticas relevantes de nuestro mundo,
buscando la calidad frente a la cantidad, la
integración de materias frente a la
separación.
3. Con metodologías investigativas que
promuevan aprendizajes concretos y
funcionales, al mismo tiempo que capacidades
generales como la de aprender a aprender.
Donde el esfuerzo necesario para aprender
tenga sentido.
4. Con recursos didácticos y organizativos
modernos y variados. Una escuela que utilice
de forma inteligente y crítica los medios
tecnológicos de esta época.
5. Con formas de evaluación formativas y
participativas que abarquen a todos los
implicados (estudiantes, docentes, centros,
familias y administración), que impulsen la
motivación interna para mejorar y que
contemplen a las personas en todas sus
dimensiones.
6. Con docentes formados e identificados con
su profesión. Mediadores críticos del
conocimiento. Dispuestos al trabajo
cooperativo y en red. Estimulados para la
innovación y la investigación.
7. Con una ratio razonable y con profesorado
ayudante y en prácticas. Con momentos para
diseñar, evaluar, formarse e investigar.
8. Con un ambiente acogedor, donde los
tiempos, espacios y mobiliarios estimulen y
respeten las necesidades y los ritmos de los
menores.
9. Cogestionada con autonomía por toda la
comunidad educativa. Que promueva la
corresponsabilidad del alumnado. Comprometida
con el medio local y global.
10. Auténticamente pública y laica. Con un
marco legal mínimo basado en grandes
finalidades y obtenido por un amplio consenso
político y social.
No estamos planteando un espejismo. Hay
docentes, estudiantes, padres y madres que
están haciendo realidad esta escuela en muchos
sitios, también entre nosotros. El que deje de
ser testimonial requiere voluntad política,
compromiso social y visión a largo plazo, como
han demostrado otros países.
La recogida de firmas ya se ha iniciado.
Cientos de docentes, familias y estudiantes de
varios países se han sumado ya a esta
iniciativa. Los que lo hacemos tenemos la
firme creencia de que otra escuela es
necesaria, ya existe y es posible. Quien
quiera respaldar este manifiesto no tiene más
que entrar a la página de red IRES y firmar, o
lo que es lo mismo, levantar la voz.
*escuelapadres@hotmail.com