Laicismo
en París
Milagros
Riera
UCR
1 de Octubre de 2008
El papa vino a
Paris, nadie en Francia ha podido ignorarlo. Antes y durante
su visita la cobertura mediática ha sido impresionante, como
también lo ha sido la movilización de policías e incluso del
ejército para defender a este importante personaje, en las
torres de Notre Dame podian verse las ametralladoras
apuntando a lo fieles.
Su visita ha
ocasionado enormes gastos que naturalmente tendrán que pagar
los impuestos de los habitantes del país vecino, en estos
tiempos de crisis podrían encontrar mejor manera de emplear
sus dineros.
Sarkozy,
presidente de la Republica por la gracia de los que le
votaron, fue a buscarle con su esposa, tan mediática ella,
al aeropuerto y le recibió en el Eliseo, como jefe del
estado del Vaticano, se apresuro a decir, pero se debe
considerar que como hijo predilecto de la Iglesia y Canónigo
de Letrán le debe pleitesía
Su entusiasmo por
el gran inquisidor puede que le aprovechara políticamente,
para su salvación eterna es otra canción, veamos el porque.
El jefe de la
secta iba camino de Lourdes, pueblecito de la montaña
pirenaica donde una jovencita que sufría seguramente de
alucinaciones, creyó ver una dama blanca, eso sirvió para
que se pusiera en marcha el negocio del milagro y el
comercio, para que esto se mantengan es bueno que de vez en
cuando aparezca por allí el porta voz de su dios en la
tierra, el dios de los negocios, se entiende.
Su discurso
durante su viaje y en el santuario fue como siempre,
reaccionario a más no poder, las mujeres, el aborto, los
preservativos, nada olvido su ira, y aprovecho para recordar
que los divorciados no tenían derecho a los sacramentos de
la Iglesia, una especie de excomunión, esto debió ser un
cariñoso recuerdo al presidente de la República que tan bien
le acogió. Sarko es divorciado dos veces y ya va por sus
terceras nupcias con la mujer de los treinta amantes, lo
dice ella, lo que contradice un poco el entusiasmo del
Torquemada de turno por la castidad antes del matrimonio,
después también, si puede ser. Se marchó después de
recomendarnos el laicismo positivo, como si hubiera varias
suertes de laicismo.
Los laicos
estábamos en la calle, esperándole para decir el asco que
nos daba su visita, durante tres días hubo manifestaciones y
un mitin, allí nos unimos los laicistas, librepensadores,
ateos anarquistas mujeres que defendían el aborto, y otros
muchos colectivos inquietos por la manera de hacernos tragar
la nefasta doctrina de las sectas, que se trate de la
llamada católica o la budista u otras que florecen por
todas partes. El sueño de la razón engendra monstruos, decía
Goya, y así sigue siendo.
Se trataba de
actos internacionales, así que los españoles estuvimos allí,
estamos muy necesitados de laicismo en este país y lo
hicimos saber. Hubo intervenciones de Albert Riba de UAL en
el mitin, también de afiliados a Europa Laica. Ateos y
Republicanos participamos paseando la bandera tricolor por
los avenidas de Paris, muchos venían a preguntarnos que era
esa bandera, dándonos ocasión de explicar la falta que nos
hacia una república sin la cual un verdadero laicismo no
podrá existir en España.
También tuvimos
ocasión de explicar la terrible responsabilidad de la
Iglesia en la guerra que acabo con la Republica Española, su
apoyo al dictador y la participación en los crímenes que se
cometieron en nombre de dios.
Francia sigue
protestando por los ataques que el laicismo, base de la
República sufre de la parte de religiones y políticos, que
desean que la gente olvide los efectos de la crisis rezando
en iglesias, mezquitas o lamaserías, la resignación de las
victimas favorece a los verdugos.
En España ya esta
anunciado un viaje de nuestro Nazinger, el inefable Mefisto
XVI, las autoridades han prometido que el recibimiento será
grandioso, todo pagado con el dinero de los que en gran
parte nada tienen que ver con este personaje. El tiempo pasa
pronto y los que no deseamos comulgar con ruedas de molino
deberíamos empezar a organizarnos para recibirlo a nuestra
manera, para significar el disgusto que nos produce su
presencia.
Si quiere venir
no vamos a impedírselo, pero que no sea una acogida oficial,
exijamos que se cumplan las leyes de un estado laico, y
aprovechemos para pedirle que la Iglesia pida disculpas a
las victimas de la guerra que organizó, y que aun siguen en
las cunetas en su beneplácito y su oposición a que se sepa
de una vez la magnitud del genocidio que apoyaron y que
desean esconder.
No olvidemos que
sin un régimen republicano no habrá verdadero laicismo en
España, luchemos por la tercera. Viva la República
Viva la República
Milagros Riera