Funeral de Estado
Comunicado de
la Unión de Ateos y Librepensadores
5 de Septiembre de 2008
Con fecha 4 de septiembre de 2008 la
Unión de Ateos y Librepensadores ha remitido sendas cartas
al Sr. D. Juan Carlos de Borbón y Borbón, en su calidad de
Jefe del Estado, y al Sr. D. José Luis Rodríguez Zapatero,
como Presidente del Gobierno, en protesta por su
participación el los funerales, mal llamados de estado,
organizados exclusivamente en el marco de la religión
católica.
En ellas se dice, entre otras cosas:
“Estos “Funerales de Estado” siempre se celebran en el
exclusivo marco del rito religioso católico, como si España
fuera católica, cuando nuestra Constitución de 1978
especifica en el punto tres del articulo 16: “Ninguna
confesión tendrá carácter estatal”, o como si todos los
ciudadanos tuviéramos esas creencias.
Tampoco puede alegarse que los fallecidos eran católicos, ya
que además de las noticias en sentido contrario, debe
tenerse en cuenta la prescripción constitucional “Nadie
podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o
creencias” (Art. 16 punto 2), por lo que nadie puede saber
con absoluta certeza cual era la última decisión de la
conciencia de todos y cada uno de ellos.
Afortunadamente, nuestro país es plural y existen numerosas
opciones religiosas, inscritas en el registro creado al
efecto en el Ministerio de Justicia, que con seguridad
tienen seguidores, alguna de ellas en un número
significativo.
Muchos ciudadanos somos ardientes defensores de la libertad
de conciencia, de creencia y de religión, interpretada en el
sentido en que lo ha sido el artículo 18 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948 “Toda persona
tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y
de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de
religión o de creencia, así como la libertad de manifestar
su religión o su creencia, individual y colectivamente,
tanto en público como en privado, por la enseñanza, la
práctica, el culto y la observancia”, que incluye la
increencia como sujeto individual y colectivo de los mismos
derechos que las personas y colectivos creyentes.
Este derecho a la libertad individual para elegir una opción
de conciencia, lleva parejo la neutralidad del estado,
puesto que el intervencionismo atenta directamente contra
esa libertad y desequilibra el derecho a la igualdad”.
Terminando en estos términos:
“Por ello entendemos que como Jefe del Estado (Presidente
del Gobierno), de un Estado que, constitucionalmente, no
tiene ninguna confesión, debería abstenerse de participar en
actos de este tipo. En ningún caso queremos, ni debemos,
interferir en sus creencias religiosas, que respetamos,
estando dispuestos a defender, en todos los ámbitos, su
derecho a profesarlas, por lo que entendemos legítima su
presencia como ciudadano en cualquier acto de culto de la
religión u opción de conciencia que elija.
Pero si desea ser representante de TODOS, ciudadanos y
ciudadanas, como Jefe del Estado (Presidente del Gobierno),
en actos de despedida y conduelo, o de otro tipo, deberá
posicionarse claramente para que estos sean aconfesionales
(en nuestro lenguaje: laicos), donde todos nos sintamos
identificados y no discriminados y excluidos, como hasta la
fecha ha sucedido”.
Esperamos que nuestra razonable petición sea atendida.
Albert Riba
Presidente UAL