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Con faldas y a lo loco


Milagros Riera

Europa Laica 3 de Agosto de 2007

Creíamos que la Iglesia ya no era capaz de asombrarnos, pues bien nos equivocábamos. Estos días nos ha proporcionado aun más motivos para no olvidarla.

La misa debe celebrarse en latín, un ukase llamado Motus Propio restablece su uso, por el momento es facultativo, pero seguramente pronto pasará a ser obligatorio, y es natural, la idea que se habían hecho los creyentes de que podían entender y participar en el sangriento sacrificio era un poco ilusoria. No olvidemos que se trata de beber y comer la sangre y el cuerpo de un hombre, que está presente en la eucaristía y que es así devorado por sus fieles, recordar,” bebed y comed, esta es mi sangre, esta es mi carne”. Seguramente estas palabras dichas en latín suenan mejor, por lo menos no hay mucha gente que las entienda, y de eso se trata, son palabras divinas, y lo que la secta hace decir a su dios no siempre es muy claro, o al menos no se entiende muy bien, tres dioses, uno de ellos una paloma procreadora, una semidiosa y un parto virginal y otras tantas cosas que han llevado a la hoguera a cantidad de gente que encontraba estas insanias poco creíbles.

Se trata así también de separar más, si cabe, los curas de su rebaño, deben estar de espaldas, apartados de los fieles frente a un altar lo más elevado posible, musitar o salmodiar palabras inteligibles, los asistentes están allí para callar, arrodillarse y obedecer, como siempre. El sátrapa del Vaticano dice que la actual celebración ha dado origen a muchos excesos, nos gustaría saber cuales, reír un poco sienta bien.

El Concilio Vaticano II levantó entre los creyentes gran expectación, centrado en el ecumenismo hizo creer que otras religiones u otras confesiones, podía tener un diálogo con la Iglesia sin que ésta ocupara un puesto hegemónico, además se trataba de modernizarla, de darle un aspecto humano que hasta entonces no había tenido.

Curas y monjas debían dejar de lado sus hábitos, las monjas podrían mostrar sus cabellos y vestirse de una manera normal, los curas abandonaban sus bonitas faldas, la misa se dirían en lengua vernácula y se formarían grupos de oración con todas las iglesias que lo desearan. Todo esto unido a la teología de la liberación hizo creer que la Iglesia intentaba tener una relación con los creyentes más de acuerdo con las palabras que ponen en boca del personaje al que llama Jesús.

Esto no podía durar, y no duró, lo primero en caer fue la teología de la liberación, en su viaje al Brasil Mefisto 16 se reía aun de los que habían creído en semejante despropósito, la Iglesia no debe ocuparse de los pobres, ni de los hambrientos, ni de los perseguidos y torturados, tiene otras misiones más altas, no sabemos cuales, aunque lo adivinamos, el apoyo a los ricos a cambio de dinero y poder es lo suyo.

Pasemos al ecumenismo, esta ha sido la última salida de la Congregación para la doctrina de la Fe, nuevo nombre para la antigua Inquisición, hace unos días la susodicha congregación editó un especie de catecismo, preguntas y respuestas, en el que se afirma que la única Iglesia verdadera es la llamada católica, todas las otras no cuentan y aunque pueda en ellas haber algo de verdad no tienen derecho al “label” de autenticidad, la única que tiene derecho a ello es la Católica Romana.

Veamos cuales son las premisas en que se basa esta afirmación, no se les reprocha un mal uso de la eucaristía, ni que desatiendan a sus fieles, ni siquiera se les acusa de abusar de jóvenes y niños, como sucede en su secta, no, lo único que cuenta es la obediencia al papa, o bien aceptan su autoridad, o bien serán condenados al fuego eterno, fuera de la iglesia la salvación no existe y allí esta esperando a todos los partidarios del dialogo el fuego eterno que Mefisto se ha sacado de la manga otra vez, las oportunas llamas nos esperan a todos, hicimos mal en olvidarlas.

Las protestas han sido generales y unánimes, los judíos temen que se les siga acusando de la muerte del Cristo y que se hable de su maldad, como se hace en el rito tridentino, estas palabras repetidas a lo largo de 2000 años han dado origen a las persecuciones que han hecho millones de victimas judías y dado origen al mayor holocausto de todos los tiempos.

Los islamistas no están muy contentos tampoco después de la genial salida de Mefisto en Ratisbona, acusándoles de violencia, el pobre hombre, seguramente algo senil, ha debido olvidar la violenta historia del cristianismo y todos sus crímenes.

Los protestantes protestan, es lo suyo, para ellos la única verdad es la contenida en la Biblia, el hecho de que los recientes descubrimientos arqueológicos muestren que no es mas que una sarta de mentiras, no les afecta para nada y siguen llorando la ruptura de un dialogo que creyeron sincero.

Seguramente los que tienen más motivos de indignación son los Ortodoxos, precisamente lo único que separa a las dos sectas es la obediencia al Papa católico, ellos también tienen el suyo y no renunciarán a él.

No hablemos de los budistas, estos nunca fueron admitidos en el dialogo, si bien el Papa recibió al Dalai Lama en visita privada fue para apoyarle en su lucha contra China. Alentados por esa actitud se formaron grupos en monasterios entre monjes budistas y católicos, la Iglesia no los acepó, y prohibió estas practicas demoníacas, buscar la espiritualidad fuera de la obediencia papal lleva al infierno, y no solamente a el, según el papado las religiones orientales y el ateismo son las causas de todos los males, que según ellos, aquejan a nuestra flamante civilización.

Quisiera recordar a los que creyeron que la Iglesia había cambiado, que mientras se mantenían contactos, seminarios, charlas y reuniones con una Iglesia moderna, la misma Iglesia continuaba apoyando a los mas sangrientos dictadores, tanto en América Latina como en Europa, veasé Grecia, complotaba para acabar con regimenes democráticos, Chile, sostenía guerras en Europa, veasé el desmembramiento de Yugoslavia, la Croacia debía volver a ser la hija favorita de la Iglesia, como lo fue en tiempos del nazismo. No olvidemos su participación en el genocidio de Rwanda, seguramente me olvido de muchas fechorías, pero están en todas las memorias, los que no se acuerdan es porque no quieren. Creo que el llamar a aquella Iglesia post-conciliar moderna es un poco exagerado.

Juan XIII conocía la curia romana y sabía las dificultades que su política de dialogo con otras religiones encontraría, citemos sus propias palabras, así dice refiriéndose a muchos de los participantes en el Concilio “Inflamados de celo religioso, carecen de rectitud de juicio y de ponderación en su modo de ver las cosas. En la situación actual de la sociedad sólo ven ruinas y desastres. Andan diciendo que nuestra época, comparada con las anteriores, es mucho peor, se comportan como si la Historia, que es maestra de vida, no tuviera nada que enseñarles”.

Ahora está claro que han ganado los integristas, los que carecen de juicio y de ponderación, lo único que desean es volver al pasado, lejos de una sociedad que no entienden, ojalá se queden allí, en el pasado.

La Iglesia ha acabado con el dialogo, es de lo que se trataba, las mentes locas de sus dirigentes son incapaces de adaptarse a un mundo que sigue una marcha acelerada, no sabiendo que hacer han buscado el remedio en la memoria, el dogmatismo, el anatema, el infierno, la exclusión, eso les dio el poder en tiempos anteriores y a ello vuelven, han trazado un circulo mágico y en el viven, en su teatro de sombras nada existe fuera de sus dogmas, deben imponer el creacionismo, deben imponer sus ideas controlando la educación, los colegios deben ser una prolongación de la parroquia, allí con su lavado de cerebro a los niños podrán, como siempre, ejercer su poder. La ciencia debe rechazarse, puesto que no la controlan, cuanto menos se sepa, cuanto mas crédula sea la gente mejor, como en su añorada Edad Media Los viejos temerosos de la muerte también entrarán con ellos en ese circulo, unos y otros esperan en la oscuridad de sus iglesias el momento en que podrán pasear a Aznar y Rajoy bajo palio, mientras sus nietos piden que se quemen a los nietos de rojos.

Sí, la Iglesia vuelve a la Edad Media, de la que nunca quiso salir, y pretende arrastrarnos allí con ella. En España, si el PP ganase las próximas elecciones, sería muy probable que consiguieran su intento, acordémonos de Polonia.

El gobierno actual tampoco hace mucho para protegernos, les da dinero, acabará dejando en sus manos la educación, ya que no sabe hacer frente a los ataques contra la Educación para la Ciudadanía. La secta no quiere que se formen hombres libres y responsables, sería su fin.

Los ateos carecemos de derechos, se nos niega el que apostatemos, ejerciendo así nuestra voluntad de salir de una secta que nos da horror, el concordato convierte a la Iglesia en un Estado por encima de las leyes del país. Así será mientras dure una monarquía heredera del fascismo, que tuvo como cómplice a la Iglesia, y no acabe el espíritu de una transición, tan alabada, que nos condenó al silencio y a seguir siendo súbditos de un monarca, y esclavos de una secta. Luchemos por la República, que es la única que podrá instaurar un estado laico. Va de nuestras vidas.

 

NOTA

Quizás el título de este artículo pueda parecer irrespetuoso a algunos, yo creo que el papa actual y los que le eligieron conociendo sus ideas de inquisidor, que es lo que fue hasta su elección, sabiendo su pasado de nazi y su inculpación como encubridor de pederasta, no merecen nuestro respeto

MILAGROS RIERA
milagrosriera@hotmail.com

 

 

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