Venezuela: La batalla de la Luz Imprimir
Imperio - Latinoamérica
Escrito por Gerónimo Paz   
Lunes, 11 de Marzo de 2019 06:05

Nos encontramos en medio de una gran batalla por el vital servicio eléctrico saboteado por el cruel y despiadado ataque de la élite neoconservadora norteamericana. Es un ataque más fuerte que el paro petrolero del 2002-2003. Es un claro hecho de negación plausible que busca dirigir la culpa hacia el gobierno. El apagón fue diseñado con ese propósito, por eso ejecutan 3 acciones simultáneas: 1) el ataque físico, saboteando plantas claves del sistema, para mostrar la supuesta evidencia de que la causa del apagón es la falta de mantenimiento y, por lo tanto, la responsabilidad es del gobierno, 2) el ataque electrónico: un ciber ataque al sistema central de control y 3) el ataque electromagnético. Esto suena a ciencia ficción, pero ojo, que la guerra de cuarta generación tiene mucho de eso y por eso mismo es negable.

La guerra de cuarta generación que enfrentamos fue formulada para el caso específico venezolano: implica guerra económica, guerra psicológica, guerra comunicaciónal, guerra electrónica y electromagnética. Comprender este modelo de conflicto es clave para poder enfrentarlo y derrotarlo.

El plan de ataque del enemigo está perfectamente estructurado, es una plan que se ejecuta en su fase final. Es una ofensiva final según sus apreciaciones, que tiene grandes operaciones distractivas: el 23F fue eso, así como la amenaza de intervención. El verdadero golpe era el apagón.

Debemos desplegar un esfuerzo doble para vencer en esta batalla. Por un lado, garantizar los servicios vitales como agua, alimentos, salud y seguridad al pueblo, mientras se recupera el servicio eléctrico. Hay que evitar la caotización del país, porque eso es lo que quiere el enemigo, mientras damos la otra batalla, por la otra luz, la luz de la verdad.

Maximizar las operaciones comunicacionales, dar elementos sólidos, mostrar evidencia, desplegar esfuerzos masivos de información en todos los niveles organizados del proceso bolivariano será determinante.

No pudimos anticipar las verdaderas intenciones del enemigo. Queda eso como lección, dimensionar el carácter del conflicto, cubrir todos los flancos, todos los frentes. La Batalla de la luz es en esencia una batalla de los sentidos, de la percepción de la realidad, de la verdad.

En estas dimensiones se define la batalla, quien logre establecer su verdad habrá triunfado aún siendo culpable. En este caso el culpable es el poder norteamericano y sus peones criollos. Pero eso lo sabemos nosotros y nosotras. Lo más importante es que lo sepan las mayorías con fiabilidad.