Joan Saura será senador de la coalición ICV-EUiA Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Salvador López Arnal / UCR   
Sábado, 18 de Diciembre de 2010 11:49

Joan sauraLa implacable voluntad de poder de la organización ecosocialista.

 

     Manifiesto de entrada lo que me parece esencial en el ámbito de las fuerzas, organizaciones y colectivos que se reclaman de los valores de la izquierda en estos momentos: el sosiego, la tranquilidad, dejar en paz la casa y los alrededores de la izquierda en momentos, en duros momentos donde la resistencia y la unidad de todos es más necesaria que nunca. Todo sectarismo, todo dogmatismo cerril, es inadmisible. Ahora, más que nunca, abona directa o indirectamente las sendas de un enemigo, que no adversario, envalentonado, imparable, insaciable, y que, como el rayo hernandiano per a la inversa, no cesa ni un instante. Lo quiero todo y lo quiere ya.

 

Aprendí este buen consejo hace unos 25 años. Lo leí y se lo oí a un maestro de la izquierda. Pero contradiciéndome, como buen ex maoísta, déjeme que yo mismo transgreda esa prudente y necesaria norma basándome en una información, que supongo correcta, que ha aparecido en la prensa del jueves 16 de diciembre.

ICV, una formación que se autodefine como "ecosocialista", que propaga nuevas formas de hacer política y que se aleja de todo lo que suena o huele a tradición comunista como si de la misma peste negra no superada se tratara, decidió el pasado el pasado lunes, 13 de diciembre, rompiendo acuerdos previos -¿para que están los pactos sino para romperlos cuando mejor se estime, aun cuanto la otra parte haya tenido un comportamiento (ingenuamente) admirable?-, que el escaño en el Senado por designación autonómica, tras las elecciones del 28-N en las coalición perdió, a pesar de los nuevos votantes que provenían de las filas del PSOE, unos 65.000 votos, un 20% de su electorado, y dos diputados en el Parlamento catalán, el escaño en el Senado, decía, pasaría a corresponder a ICV. Según parece añadieron una coletilla con chulería: "Y no hay marcha atrás".

¿Y quién puede ser ese nuevo senador de ICV? Efectivamente, la pregunta es innecesaria. El muy honorable ex conseller de Interior Joan Saura. Me retiro de la primera línea de fuego político pero no me retiro; dejo un cargo institucional pero cojo otro; recibo un generoso salario y paso a recibir otro no menos sustantivo. El poder, aunque suene ridículo, soy yo y mi coalición. Los otros, esa nota a pie de página insignificante del tomo XVI de mis memorias de político profesional incansable, son unos pringaos, unos frikis. No se enteran aunque se creen muy listos. ¿No han oído hablar del realismo sucio? De hecho, ¿no lo practican ellos con esmero y éxito en el seno de su misma organización? ¡Que les pregunten a los del PSUC-viu y afines dónde quedan sus propuestas!

No solo eso. ICV quiere replantear el reparto de cargos. Con la pérdida de dos diputados, 10 en lugar de 12, hay menos tarta para todos y ya se sabe las consecuencias de la ley inexorable de los codos, la prioridad, el mando y el volumen: el que llega el último, el buenín-tontito o el que tiene menos agallas (es decir, menos bemoles en el bajovientre) se queda sin postre. Joan Josep Nuet, el secretario general del PCC, uno de los senadores de la coalición, un joven político profesional forjado a la vieja usanza, se queda sin cargo. El nunca suficientemente valorado Joan Saura y su coalición se quedan con todas las ganancias: toma el poder y corre veloz. Madrid está más cerca que nunca, a 3 horas de AVE. Y cuando toca, que no es siempre, y cuando hay que ir, que tampoco es necesario pasarse. No vayamos de puretas.

EUiA ha hablado de deslealtad -¡qué menos"- y de ruptura de acuerdos internos que según decían, ellos, los de ICV, estaban blindados jurídicamente, ante notario, para evitar rupturas de los otros, de los que siempre se dividen por esa coma o por esa vindicación en el programa. ICV ahora, en cambio, no considera el pacto un compromiso firmado. Nada de eso. Era simplemente una "condición", ni necesaria ni suficiente, que ahora, claro está, debe revisarse. Los sofistas se quedan cortos. Protágoras, Pródico, Gorgias deben revolcarse de placer en sus tumbas. Sus alumnos les superan ampliamente.

Pero, ¿pasa algo? No pasa nada, cualquiera levanta la voz. Estas son las nuevas formas de hacer política, la democratización ciudadana, la izquierda que va en serio, el ecologismo no aparente, que pregonan todos los días del año, e incluso las fiestas de guardar, excluyendo el Primero de Mayo of course, los dirigentes de ICV, incluyendo entre ellos, su flamante nuevo secretario general, el joven y ciclista león Joan Herrera.

En un ejercicio de difícil calificación cortés, fuentes de ICV han llamado a la tranquilidad. La nave va y debe seguir navegando. Han subrayado, además, que ambos socios -¿"socios" es el término adecuado?- deben expresar "la voluntad de seguir juntos, porque se necesitan". Realismo en estado puro. Aunque yo te ahogue, ordene y mande, tú conmigo, hasta el fin del mundo, hasta el infinito y más allá. Como los matrimonios tradicionales: no se querían, incluso se odiaban un poquito, pero seguían juntos, hasta morir en falso como dicen que mueren los que han mentido mucho.

     ¿Cómo hay que llamar eso? Correlación de fuerzas, voluntad de poder, ubicación en el sol que más calienta y que más beneficios otorga, deslealtad potencialmente previsible. Podemos escoger. Sin piedad es un buen título.

    ¿Tendría EUiA que romper una coalición que, de hecho, ya ha sido rota tras la decisión tomada por la dirección de ICV? No, no es necesario. Incluso no es conveniente. Ya lo hará ICV. En las próximas elecciones generales, anunciado está, se presentará coaligada con otras fuerzas del ámbito verde y afín disputando votos, escaños y diputados a sus "socios" de coalición, los que generosamente le han cedido eurodiputados y una hegemonía política incontestada en el seno de la coalición catalana incluso ordenaban pegar porrazos en las calles de Barcelona.

Fin de la narración. Títulos de crédito: la implacable voluntad del poder de una organización ecosocialsta. Nietzsche contra la democracia es el título de un ensayo imprescindible de Nicolás González Varela.

 

Nota:

[1] Juanma Romero, "Estalla la crisis en la coalición ICV-IU". Público, 16 de diciembre de 2010, p. 20. De hecho, sabido es, no es IU sino EUiA.

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