La corrupción en España Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Miércoles, 15 de Diciembre de 2010 06:57

Marta en el ojo del huracán del dopaje

   Parece que los medios de comunicación de masas están sorprendidos, dicen, ante el descubrimiento de un nuevo caso de dopaje entre deportistas nacionales laureados. Esta vez se trata de la denominada "Operación Galgo", porque la principal implicada es Marta Domínguez, campeona del mundo de tres mil metros obstáculos, vicepresidenta hasta ahora de la Real Federación Española de Atletismo. Con este motivo se han reproducido fotografías de la atleta en el momento de su triunfo, envuelta en la bandera bicolor que los militares sublevados impusieron como enseña nacional y continúa teniendo como propia la monarquía del 18 de julio instaurada por el dictadorísimo. Otra hazaña histórica de las muchas alcanzadas por los deportistas nacionales bajo la dirección del jefe del Gobierno de su majestad católica y secretario generalísimo del partido presuntamente Socialista, que sabe llevar a las huestes deportivas a la victoria contra los enemigos exteriores. Con ayudas extras, eso sí.

 

   Antes fueron sonadas la "Operación Puerto" en mayo de 2006, y la "Operación Grial" en 2009, por el mismo motivo. No se permitió intervenir en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 a la ciclista Maribel Moreno, al haber dado positivo en un control antidopaje. El ciclista Alberto Contador, vencedor del Tour francés, está acusado de dopaje. Otros triunfadores en los diversos eventos deportivos internacionales se hallan bajo sospecha de dopaje. El deporte español está en manos de una mafia que mueve millones de euros en los llamados paraísos fiscales, según se está descubriendo en estos días gracias a la "Operación Galgo".

   Un nombre recurrente en los escándalos de dopaje es el del médico Eufemiano Fuentes, de nuevo noticia en los informativos. Acaba de declarar que si contara todo lo que sabe, no quedaría en pie nada del deporte español. Nos lo figurábamos.

RECHAZO INTERNACIONAL AL REINO DE ESPAÑA

   Por eso no se entiende la sorpresa de los medios de comunicación nacionales. El dopaje de los deportistas españoles es sabido por los medios de comunicación del resto del mundo. Han sido motivos decisivos para que el Comité Olímpico Internacional (COI) rechazara por dos veces la candidatura de Madrid a ser la sede de los Juegos Olímpicos. El pasado día 2 la FIFA también  rechazó la candidatura del reino de España para organizar los campeonatos mundiales de fútbol de 2018, por las mismas sospechas.

   El deporte español ha conseguido triunfos internacionales, que el Gobierno supuestamente Socialista presenta como prueba de la importancia adquirida por el reino de España. La verdad es que las autoridades competentes internacionales censuran la política de las autoridades españolas en materia de antidopaje.

   El 7 de abril de 2009 el compañero Rodríguez, presidente del Gobierno que se atreve a llamarse Socialista, anunció que el Consejo Superior de Deportes, y en consecuencia la Secretaría de Estado para el Deporte, pasaban a depender directamente de él. De esa manera, ha presumido de los triunfos del deporte español, como si fueran éxitos suyos. Ahora no tiene la dignidad de hacerse responsable de los escándalos que jalonan a los deportistas nacionales, y de los que no han salido todavía a la superficie, pero todos los implicados reconocen su existencia.

   Cuando los deportistas nacionales vencedores suben al podio envueltos en la bandera bicolor, para escuchar firmes el himno de la monarquía, representan un acto mediático de la corrupción generalizada en el reino. Todo el reino de España está bajo sospecha de corrupción. Al mismo tiempo que estalla el escándalo en la Real Federación Española de Atletismo, se empieza a juzgar en Málaga a algunos de los acusados en el llamado "Caso Malaya", exponente de la mayor corrupción urbanística descubierta hasta ahora en el reino. Muchísimos otros ayuntamientos y comunidades autónomas se hallan a la espera de juicio por delitos semejantes.

   No hay motivos para la sorpresa. Todo cuanto sucede en España desde el 1 de abril de 1939 es ilegal, por ser consecuencia de una sublevación militar contra el orden constitucional legítimo. La dictadura militar derivada de la guerra propició la corrupción en todos los órdenes de la sociedad, porque lo era ella en sí misma. Todas las órdenes dictadas por el dictadorísimo eran ilegales. El régimen monárquico instaurado por su decisión indiscutible continúa padeciendo todas sus miserias.

LEGISLACIÓN  CONTRANATURAL

   El dopaje es favorecido por las actuales autoridades deportivas, el presidente Rodríguez y su dependiente, Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte desde el 20 de abril de 2004. Desde esa fecha se han sucedido las acusaciones de dopaje, sin que ninguno de los dos máximos responsables quiera enterarse.

   El real decreto 1462/2009, de 18 de setiembre (BOE número 227, de 19 de setiembre de 2009), por el que se modificó el real decreto 641/2009, de 17 de abril, por el que se regularon los procesos de control de dopaje, fue promulgado para intentar conseguir que prosperase la candidatura de la capital del reino para organizar los Juegos Olímpicos de 2016, según se explica en su introducción. Como es sabido, la candidatura fue rechazada, porque el COI desconfía de los controles regulados por las autoridades del reino para prevenir el dopaje.

   La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha dicho que no se fía de los controles realizados en el reino, porque sus normas favorecen la corrupción. Pero el compañero Lissavetzky, solo o en compañía y complicidad con su jefe, siguió motivando el disgusto de la AMA y del COI, ya que el citado real decreto 1462/2009 estipula que los controles sobre dopaje se realicen solamente de las seis de la mañana a las once de la noche, "para facilitar el descanso nocturno del deportista". Los organismos internacionales opinan que con esa normativa, además del descanso, se favorecen otras actividades menos naturales.

   Tal vez el compañero Rodríguez esté analizando la conveniencia de militarizar a los deportistas, como ha hecho con los controladores aéreos, para que se comporten dignamente en su profesión. No obstante, sería más sencillo que cambiara de secretario de Estado para el Deporte de una manera efectiva. La que ha ideado, obligarle a presentarse candidato a la Alcaldía de Madrid en las elecciones del próximo mes de mayo, es tan disparatada como la urdida en las elecciones anteriores. Tanto como imponer a Trini Vacunas como candidata a la presidencia de la Comunidad madrileña, rechazada por los votantes socialistas. Todo lo que dispone el secretario generalísimo del partido apodado Socialista fracasa. También el deporte.