¿Los ricos se dopan? Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Rafael Torres / OTR Press   
Martes, 14 de Diciembre de 2010 06:41

Chicos malosContrasta el revuelo producido por las detenciones de la Operación Galgo, y por la sucia realidad que desvelan, con la escasísima punición legal que hay prevista para éstos casos: el domingo fueron a deponer ante el juez los primeros presuntos toxicómanos del músculo, y, con las mismas, se marcharon a su casa. No es que se deseen los rigores de la cárcel para nadie que no haya derramado la sangre del prójimo ni haya perjudicado gravemente su salud y su integridad, pero, hombre, al menos un capón simbólico se les podía haber dado.

 

¿No son, cual se repite en todos los foros, unos tramposos, unos chorizos, unos ventajistas y, en algunos casos, unos camellos de tomo y lomo? ¿Y los niños? ¿Qué pueden pensar los niños al ver que alguno de sus ídolos deportivos no sólo se pone hasta arriba de drogas presuntamente, sino que cuando le pillan no pasa nada? Menos mal que los niños, en su bendita simplicidad o complejidad, según se mire, piensan en sus cosas, y no en Eufemiano Fuentes o en Marta Domínguez, salvo, al parecer, en Palencia.

La verdad es que los cargos de fondo contra los detenidos no son muy sólidos. El principal, que sus transfusiones y sus ingestas de anabolizantes y esteroides adulteran, por proporcionar vigor "extra", la esencia de la competición, no se sostiene: ¿qué razón habría para que en una sociedad fundamentada en la desigualdad y en el timo, el deporte se edificara sobre otras bases? Es cierto que el atleta que se droga corre y brinca más que el que no, pero no lo es menos que el ciudadano que nace rico parte de la línea de salida con un montón de ventaja. ¿Y qué decir de los "estímulos artificiales" a los que en nuestro país se recurre como norma para encontrar trabajo o prosperar en él? Los enchufes, las recomendaciones, el nepotismo, el amiguismo, ¿no son sustancias que desvirtúan el resultado de la carrera de todos los días, que donde habría de vencer el mejor gana el mediocre que tiene padrinos?

El deporte profesional, particularmente el de las medallas y los dineros, imita a la vida, forma parte de ella. Y por eso abundan en él los delincuentes de sonrisa torcida y pecho de oro que son aclamados como héroes.