15-M. La sinécdoque Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Fco. Javier Maestro Jiménez / UCR   
Viernes, 17 de Junio de 2011 03:12

El diccionario de la Real Academia Española (R.A.E.) define la sinécdoque como: Tropo que consiste en extender, restringir o alterar de algún modo la significación de las palabras, para designar un todo con el nombre de una de sus partes.

El interesado manto de silencio se ha visto quebrado por un no menos interesado altavoz de determinados medios, personas e instituciones, glosando las perversidades de los violentos, convirtiendo los hechos lamentables -y condenados expresamente, como no podía ser de otro modo- ocurridos el pasado día 15 frente al Parlamento de Barcelona, en una perversa y maquiavélica sinécdoque.

 

Hasta ahora el cerrojazo informativo parecía mantener seguro al poder oficial establecido, haciendo suya, una vez más, la máxima de "que de lo que no se habla no existe".

Pero el movimiento de indignación frente al absoluto poder financiero, amparado por los Estados, las más que justas reivindicaciones del pueblo, injusto pagador de una crisis provocada por las desmedidas prácticas de los banqueros, frente al despilfarro y corrupción de parte de la clase política, estaba tomando una envergadura desmedida.

Y aunque "de lo que no se habla no existe" no tuvieron en cuenta que lo que sí existen son cada vez más familias con problemas para llegar a fin de mes, cada vez más trabajadores sin trabajo, cada vez más desahucios, cada vez más jóvenes con futuro incierto, cada vez más ancianos con ese futuro incierto, pero sin la fuerza que da la juventud.

Y este pueblo indignado salió a la calle. Y este es el todo, aunque interesadamente, en un intento desesperado por desvirtuar sus legítimas pretensiones, se restrinja su definición a una parte (los violentos) que desgraciadamente nunca debieran formar parte de él, y ello a pesar de que pudiera ocurrir que así sea por intervenciones poco espontáneas y dirigidas desde instancias desconocidas.

Ese pueblo, en el que reside la soberanía nacional y del que emanan los poderes del Estado (Art.1 CE), no pone en peligro la democracia, sino que la refuerza y legitima, reivindicando su participación más allá del sufragio periódico y exigiendo a sus gobernantes, sus servidores elegidos para representarles, las conductas y medidas apropiadas.

La importancia y realidad del movimiento iniciado resulta evidente, ante los burdos intentos de desprestigio, por ello el próximo día 19 de Junio deberemos volver a las calles, sin que la interesada sinécdoque deba asustarnos, dejando bien claro que los violentos tampoco nos representan.