El Camino de Mariano Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Crónica de Aragón   
Martes, 26 de Agosto de 2014 05:31

Es posible que Mariano Rajoy y sus gabinetistas de imagen y comunicación consideren un éxito haber conseguido que Angela Merkel venga a pasar a España una parte de su mes de agosto. No cabe duda de que su presencia compensa, en parte, la caída del número de turistas procedentes de su país, turistas que hace algunos años ganaban en Alemania el dinero suficiente para poder venir a España a bordo de lujosas autocaravanas, pero que ahora parecen algo más retraídos, quizá como consecuencia del desplome de su poder adquisitivo.

 

Sea como fuere, Merkel vino a España a conocer de cerca el Camino de Mariano, plagado -como el suyo propio- de recortes y medidas antisociales, mientras recorría con el mismísimo Mariano un pequeño trecho del Camino de Santiago, entre lógicos y sonoros abucheos de la concurrencia.

Lo normal es que dos personajes tan planos, dogmáticos y aburridos como Rajoy y Merkel aprovechen la visita de la canciller alemana a tierras gallegas para hablar de los cambios de cromos que se traen entre manos: presidencia del Consejo Europeo, designación del Alto Representante de la UE, presidencia del Eurogrupo (para la que se apunta el nombre de Luis de Guindos, aquel que antes de ser nombrado ministro de Economía español, ejerció como máximo responsable de Lehman Brothers en nuestro país, hasta la quiebra de la compañía), responsabilidad que se reserva para Miguel Arias Cañete (alias Temo-debatir-con-mujeres-porque-puede-manifestarse-mi-superioridad-intelectual).

Este juego de patio de recreo puede resultar realmente divertido, aunque si Merkel y Rajoy quieren hacer algo positivo por la ciudadanía, o simplemente, conservar el statu quo de un sistema político basado en el consentimiento de los gobernados, harían mejor en preguntarse por qué están rompiendo con sus políticas económicas todos los equilibrios socioeconómicos alcanzados en España y en Europa durante las últimas décadas, o por qué sus medidas hacen más ricos a los ricos y más pobres al resto.

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Fuente: Crónica de Aragón