Gas Natural Fenosa Imprimir
Nuestra Memoria - franquismo y represión
Escrito por Antonio Maestre   
Jueves, 08 de Junio de 2017 05:02

En la historia oficial de Gas Natural Fenosa incluida en su página web existe un silencio llamativo sobre la Guerra Civil y la dictadura. Como si aquel periodo histórico no hubiera tenido nada que ver en la consolidación económica de una de las empresas que hoy dicta los designios políticos desde el parqué del Ibex 35. Un olvido interesado que no se corresponde con la realidad de la conformación del imperio de una de las compañías más importantes del sector eléctrico.

La actual Gas Natural Fenosa nació en 2009 tras fusionarse Gas Natural y Unión Fenosa. Estas corporaciones, a su vez, nacieron de la fusión de varias empresas. Gas Natural se creó en 1991, tras la unión de Catalana de Gas, Enagás y Gas Madrid. A su vez, Unión Fenosa surgió en 1982 de la fusión de Unión Eléctrica Madrileña y Fuerzas Eléctricas del Noroeste (FENOSA).

El dueño de FENOSA, Pedro Barrié de la Maza, protagoniza el episodio más oscuro de la historia de la compañía. El empresario coruñés era un íntimo amigo de Francisco Franco y, a su vez, uno de los financieros del bando fascista que se sublevó contra la República. La cercanía de Barrié de la Maza con el régimen ayudó al también dueño del Banco Pastor a progresar tanto en los negocios como en las relaciones sociales de la época.

En 1955, Franco otorgó al empresario el Condado de Fenosa en agradecimiento a su colaboración con la causa franquista. No en vano, Barrié de la Maza fue uno de los grandes promotores de la cuestación popular obligatoria que varios prohombres de la dictadura llevaron a cabo para regalar el Pazo de Meirás al Caudillo.

Pedro Barrié forjó su imperio, sobre todo, gracias al asesinato del diputado republicano Pepe Miñones, quien hasta su fusilamiento en 1937 controlaba el sector de la electricidad en la región a través de su empresa Unión Eléctrica Coruñesa.

Miñones competía, tanto en los negocios como en la política, con Barrié y con Luis Cornide Quiroga, propietarios de la Sociedad General Gallega de Electricidad. La rivalidad empresarial con dos de los más ilustres miembros de los conservadores coruñeses le pasó factura tras el golpe de Estado de 1936, y acabó represaliado. El historiador local Luis Lamela narra en su libro Pepe Miñones: Un crimen en la leyenda (1900-1936) cómo influyó el fusilamiento del diputado izquierdista en el devenir del sector eléctrico.

“La desaparición de Pepe fue decisiva para el derrumbamiento de aquella sociedad (Unión Eléctrica Coruñesa) que tanto mimó en los años en que estuvo al frente de ella. Con él se fue el hombre de empresa, el líder, el creador de riqueza. Y eso lo sabían sus competidores. Y como raíz necesaria para que el árbol sostenga sus ramas, ayudaron, de alguna forma -y esta seguirá siendo siempre una incógnita – a cortarla, para que poco a poco se fuese secando y cayesen los frutos en sus manos. Unos frutos limpios, como limpio fue el hombre que los creó”.

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Fuente: YoIBEXtigo