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Derechos y Libertades - Derechos Humanos

Igor Portu y Martin SarasolaEstá en el Manual

Hugo Martínez Abarca / Tercera información

 

"Hubo una detención con fuerza porque eran dos presuntos etarras que querían huir (…) no tiene lógica que los detenidos hubieran recibido malos tratos por parte de la Guardia Civil, ya que los propios padres del etarra han declarado que se encontraba bien, cuando se practicó un registro en su domicilio, lo que avala lo dicho por la Guardia Civil (…) Los miembros de ETA aducen siempre que son torturados: son instrucciones que están en el manual.(…) Si algo tiene la democracia es que somos moralmente superiores a los terroristas." Alfredo Pérez Rubalcaba, en alusión a las posibles torturas a Portu y Sarasola en enero de 2008  

A esas horas Igor Portu estaba en la UVI y ya había un informe forense que vinculaba las lesiones de Martín Sarasola con la violencia polícial. Copio el resumen de Público de los hechos según la sentencia de la Audiencia Provincial ha hecho pública:

El texto, de 91 páginas, explica que los terroristas fueron detenidos, esposados e introducidos en sendos todoterrenos del instituto armado, tras lo que los vehículos se dirigieron a una pista forestal situada en un barrio de Aramaio (Álava).

Durante el trayecto, los acusados y otros, “cuya identidad no ha podido ser determinada”, comenzaron a insultar y amenazar a los dos terroristas y “les comenzaron a golpear” con la mano y el puño en la cara y la cabeza.

Una vez en la pista forestal, los procesados bajaron del coche a Sarasola, “le colocaron una pistola en la sien”, le dijeron que le iban a hacer “como a Mikel Zabala” (que apareció ahogado en el río Bidasoa en 1985), lo tiraron “cuesta abajo” y, “cuando estaba en el suelo”, le propinaron patadas en los costados y en las piernas, así como puñetazos por todo el cuerpo, “llegando a colocarle una bota del pie en la cabeza”.

De vuelta al todoterreno, los agentes le dieron “algún puñetazo en la cara” y patadas en el costado derecho con “el único propósito de castigarle por su pertenencia a ETA”. La sentencia concreta que el sargento encargado del operativo “no actuó, pudiendo hacerlo”, para “impedir las agresiones”.

Posteriormente, Igor Portu fue sacado del vehículo en el que se encontraba y trasladado junto a un río donde recibió numerosos golpes, entre ellos un puñetazo “de gran intensidad” en las costillas, tras lo que “le introdujeron la cabeza en el agua” en dos o tres ocasiones, mientras “le preguntaban si era de ETA” y le hacían “tragar agua”.

Los españoles merecemos un gobierno que no nos mienta.

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