Internet y el fin de la cultura Imprimir
Cultura - Cultura / Sociedad digital
Escrito por Marcos Taracido / textos del cuervo   
Lunes, 28 de Marzo de 2011 05:45

compartir es legalPeriódicamente sale alguien, generalmente ejecutivo de una gran empresa o intelectual profesional y consagrado, a decirlo: internet está acabando con la cultura. Generalmente quieren decir «industria cultural» cuando dicen «cultura», quieren decir «mercado» cuando dicen «cultura», incluso muchos quieren decir «usura» cuando dicen «cultura». Internet ha creado cultura, la crea a cada instante, una cultura ingente y nunca vista, y le ha devuelto esa capacidad de generar cultura a los que sólo llegaron a tenerla cuando la oralidad era el principal vehículo para la ficción.

 

Hoy accedemos a productos culturales que en nada envidian a la que ofrecen los medios tradicionales, ciencia, literatura, arte, fotografía, tecnología, música... miles de ciudadanos que ofrecen sus conocimientos, sus creaciones, su talento... para que cualquier lo recoja de la red y lo aproveche. Internet ha destapado una cantidad inusitada de altruísmo, de gente que se suma a proyectos y aventuras digitales sin esperar remuneración alguna u optando por alternativas poco o nada gravosas para aquellos que quieran recibir toda esa cultura.

 

Pero, además, ¿realmente mata internet a la «industria cultural»? Quizás un poco menos de servilismo de los Medios de Comunicación al reproducir los comunicados de las empresas ayudaría un poco. Por ejemplo, sustituyendo el verbo "perder" por "dejar de ganar" (si eso fuese así) en esos trágicos datos que esgrimen las discográficas en los que computan un album descargado por el robo de ese mismo album en unos grandes almacenes. Veamos: yo, antes de la aparición del P2P, no compraba películas ni acudía al videoclub, e iba al cine sólo cuando una película me interesaba muchísimo, o le interesaba muchísimo a mis hijas. La situación no ha cambiado en absoluto ahora que con dos clics puedo descargarlas: si la película me interesa mucho, voy al cine, así que cuando las descargo no estoy quitándole el dinero a nadie porque con ese acto no sustituyo otro en el que mi dinero revirtiese en los creadores del producto.

Podríamos pensar que la red ofrece una oportunidad para reducir las obscenas distancias gananciales entre creadores, pero ni siquiera creo que los grandes tuviesen que renunciar a sus millones, hay ya ejemplos funcionando que demuestran que lejos de la queja y el estancamiento hay un mundo de productividad y beneficios al que el consumidor de cultura está contribuyendo gustoso. Pero de eso hablaremos otro día.

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Fuente:  http://librodenotas.com/textosdelcuervo/19169/internet-y-el-fin-de-la-cultura