El tripríncipe reniega de su historia Imprimir
Monarquía - Felipe y Letizia
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Martes, 12 de Abril de 2011 04:49

Felipe de Borbón en el Museo del Holocausto en Jerusalén  Su alteza real el príncipe de Asturias, Viana y Girona ha visitado el Museo del Holocausto en Jerusalén. Este museo rinde homenaje a los seis millones de judíos exterminados por el régimen nazi, y de paso perpetúa la memoria histórica del mundo, para que no se olvide lo que significa el nazismo como régimen político, puesto que propició una guerra mundial en la que se calcula que murieron setenta millones de personas, la mayor hecatombe sufrida por la humanidad.

 

   El tripríncipe anotó esta frase en el libro de honor del Museo: "No bastan las palabras para describir el escalofrío de horror que el corazón del hombre experimenta en este memorial." Como ha pasado por los colegios, las universidades y las academias militares con tanta rapidez, parece que no se ha enterado de que si es tripríncipe se lo debe al régimen nazi causante de ese horror.

   Los vasallos sí sabemos que el golpe de Estado de los militares monárquicos, dado el 17 de julio de 1936, fracasó en la mayor parte de la península. El ex–general rebelde Franco envió a un delegado a Alemania, para que solicitase ayuda al dictador nazi Hitler, porque la rebelión militar participaba de esa misma ideología. El dictador se la concedió, y lo primero que hizo fue ordenar que veinte aviones Junker 52 establecieran un puente aéreo entre Tetuán y Sevilla, para transportar a las tropas sublevadas en África a la península. De esa manera el golpe fracasado adquirió nuevo vigor, y dio lugar a una larga y cruenta guerra en la que murió un millón de españoles, medio millón se exilió, y España quedó convertida en una cárcel inmensa.

   La ayuda en armamento bélico, fuerzas militares y asesores fue desde entonces continua. Alguna de las hazañas de la aviación nazi es tan memorable como la destrucción de Guernica. Las tropas alemanas participaron en los desfiles organizados por los sublevados en las ciudades que conquistaban gracias a su colaboración, y terminada la guerra lo hicieron en Berlín ante Hitler, quien las condecoró por haber asesinado a tantos españoles republicanos.

   La victoria de los sublevados armados y asesorados por el régimen nazi propició la instauración de una sanguinaria dictadura militar, prolongada durante más de 36 años. En ese lapso el dictadorísimo decidió instaurar la que denominó monarquía del 18 de julio, para perpetuar su régimen, y designó sucesor suyo con el título de rey a Juan Carlos de Borbón, quien le juró lealtad a su persona y fidelidad a sus leyes genocidas. Es el padre del tripríncipe.

   Por lo tanto, sin la intervención del régimen criminal nazi en España no hubiera triunfado la sublevación de los militares monárquicos, no hubiera habido dictadura militar genocida, ni su sucesora la monarquía, sino que España seguiría siendo una República. En consecuencia, si el tripríncipe lo es ahora tiene que agradecérselo a la decisión de Hitler de apoyar a los militares monárquicos rebeldes. A los vasallos nos produce escalofríos de horror pensar que de no ser por esa injerencia nazi ahora podríamos ser ciudadanos libres en una República.

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Arturo del Villar es Presidente del Colectivo Republicano Tercer Milenio