¿Jubilados o condenados? Maneras de matar Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Paco Arenas / UCR   
Lunes, 10 de Junio de 2013 00:00
Este Régimen con su gobierno a la cabeza poco a poco va asestando puñaladas al pueblo de manera criminal, fijándose su ensañamiento sobre las personas más vulnerables, parados, desahuciados, dependientes, mujeres, niños o jubilados, además lo hace con total impunidad ante la apatía de los ciudadanos como si la resignación cristiana que predica TVE-NODO o los rezos de la incompetente Fátima Bañez produjesen efectos opiáceos sobre la población.
 
A los parados nos han robado la esperanza de un trabajo y de una vida digna, a los jóvenes porque ven que su preparación no les sirve para nada en este país y que les exigen 35 años de cotización para en el futuro poder aspirar a una jubilación, pero sin darles oportunidad de trabajar. A los mayores de 45 años, estamos fuera del mercado laboral,
 
que sí tenemos o nos falta poco para esos 35 años cotizados, nos dan traicioneras puñaladas por todos lados, las ofertas de trabajo las hacen para menores de 40; después de los 55, si tu pareja trabaja directamente te roban la prestación; a los 61, te obligan a jubilarte en condiciones de penuria económica, ese descuento en la pensión es directamente un robo, no son capaces los inútiles e ineptos que nos gobiernan de garantizarnos el trabajo pero fijan la edad de jubilación a los 67 años teniendo intención de subirla, al tiempo que recortan hipócrita y criminalmente las pensiones, en la edad en que los medicamentos, desgraciadamente comienzan a ser necesarios, una parte de la menguante prestación de jubilación debe destinarse a su repago.
 
Ahora resulta que nombran un comité de expertos, que curiosamente están vinculados a entidades financieras y compañías aseguradoras, que han visto la oportunidad de hacer negocio con los trabajadores que todavía tienen el privilegio de trabajar aunque en algunos casos en precario o en condiciones de explotación, “expertos” carentes de la más mínima sensibilidad social, a sueldo, como he dicho anteriormente a intereses muy particulares. Encontrándonos entre los expertos con tres invitados para dar una presunta apariencia democrática a ese comité, un representante de UGT, que al menos ha demostrado dignidad y coherencia votando en contra de la resolución, un representante del PsoE, que ni le va ni le viene y se abstiene y … el representante de CC.OO. y asesor de la marca blanca del neofascismo patrio, UPyD, que vota a favor de la resolución que condena a la miseria a los jubilados actuales y futuros y en favor de que de que se llenen los bolsillos, más de lo que ya se los llenan, los criminales culpables de la crisis, los bancos y las aseguradoras, que verán incrementar su negocio a costa de la vida y la miseria de millones de españoles que no puedan acceder a una pensión digna.
 
A estas alturas de la película, CC.OO, todavía no ha dicho esta boca es mía, y debería hacerlo, no debería haber esperado ni un segundo en desautorizar a su representante, ante lo que solo se puede calificar como una traición.
Sería mucho más fácil, sin necesidad de sicarios a sueldo de mezquinos intereses, la viabilidad de las pensiones, eliminación de Casa Real, del concordato con la Iglesia, de los sueldos vitalicios de la casta política, del Senado. Leyes tributarias justas, erradicando el fraude fiscal, eliminando la estafa de las SICAV, metiendo a los ladrones y corruptos a la cárcel y obligándoles a traer el dinero de los paraísos fiscales…
¿Por qué esto no se puede hacer? Porque no les da la gana, porque serian ellos los parásitos de la nación, quienes tiranizan y roban a los más pobres los perjudicados, serían ellos, los delincuentes de traje y corbata quienes llenarían las cárceles…
Mientras que no despertemos y continuemos como si nada pasara nos seguirán matando poco a poco, porque como dice el poema de Bertolt Brecht hay muchas maneras de matar:
 
Hay muchas maneras de matar.
Pueden meterte un cuchillo en el vientre.
Quitarte el pan.
No curarte de una enfermedad.
Meterte en una mala vivienda.
Empujarte hasta el suicidio.
Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo.
Llevarte a la guerra, etc…
 
Sólo pocas de estas cosas están prohibidas en nuestro Estado.
 

 
 
 
 
 
 
 
Artículo también publicado en la web del autor. España por la República