Se os acabó el crédito. Se os terminó el régimen y la confianza PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Antonio Criado / UCR   
Domingo, 19 de Agosto de 2012 04:08

PartidosDesde hace dos décadas la confianza de los votantes ha ido decreciendo a pasos agigantados. Elecciones tras elecciones los índices han ido bajando, constituyendo la abstención en las últimas elecciones la opción ganadora sin que los dos partidos alternantes   PP-PSOE más IU sepan leer, escuchar e interpretar el mensaje de la sociedad.

 

La confianza de los votantes hacia los partidos salidos de aquel pacto de Moncloa   se va diluyendo.   En aquella ocasión los únicos que renunciamos a seguir progresando y mejorando fuimos   la clase obrera ,   los ponentes de la Constitución y los ajustes originados en los pactos de Moncloa, tolerados y consensuados con los dos Sindicatos oficialistas, atenuaban las reivindicaciones obreras y dejaba los privilegios escritos y programados a los partidos y sindicatos oficiales y las clases dominantes arrastradas del postfranquismo.

Esto ya está todo contado y recontado, no con la percepción debida por la mayoría de la sociedad más preocupada por   adecuarse a los nuevos modismos y valores, por los que debes tener al menos un poco más que tu vecino para sentirte importante y digno.

Humildemente quiero señalar que la gran masa de votantes instalados en la abstención y en el voto en blanco nos debemos de dar cuenta de que a estos partidos alternantes y sus satélites les da igual salir con tres votos, que los veremos al día siguiente sacando pecho porque los respalda la mayoría ¿La mayoría de qué?.

Estamos en un régimen de alternancia de partidos que no han sabido zamarrearse de sus espaldas la cultura de ser útiles al poder establecido. Ahora peor aún, ya que el poder emergente, el que domina, es el poder económico alemán, somos meros títeres manejados y bailados por las manos tenebrosas de las viejas aspiraciones del tercer Reich.

Si la clase trabajadora, intelectuales, estudiantes, juventud, etc. queremos romper este devenir siniestro, debemos ponernos manos a la obra, desempolvar   y poner en circulación aquel tópico de la batalla de las ideas. No todo está perdido , no todo está muerto y enterrado, la mayoría de personas   que piensan y se preocupan demandan un nuevo modelo de partido, donde de nuevo se ponga en su ADN la defensa de lo público, la defensa de aquello de ocho horas para trabaja , ocho para dormir y ocho horas para ser persona, vivir y crecer.

Esas premisas solo las podemos recuperar desde un gran frente único de izquierdas, donde nos unifiquemos o converjamos todos, los hoy atomizados en pequeñas organizaciones,  los aburridos, desencantados, asqueados o simplemente esos que están esperando el referente de una nueva izquierda, plural , horizontal, comprometida con la defensa de los de abajo, de los más desfavorecidos, de la ética y de la honradez.

No nos engañemos, de lo que hay no puede salir   la alternativa, solo pueden   adecuar un poco el mensaje, pero solo de forma publicitaria, hueca y falsa, defienden la “sensatez del estado” y ya sabemos que en esa “sensatez” cabe todo lo que sea preciso para perpetuar el estado y el poder oligárquico.

Ahora toca de nuevo recuperar, primero nuestro orgullo como clase obrera, para a continuación recuperar las organizaciones construidas por nuestros abuelos y nuestros padres para defenderse de los caciques y señoritos de la época, y si esas organizaciones están manchadas, contagiadas, comprometidas con los antagonistas de la clase obrera, construiremos otras.

Hoy más que nunca vale aquella proclama de ¡¡Obreros del Mundo Uníos!! Por vuestro futuro y el de vuestros Hijos y Nietos.