Recordatorio de recortes a reconoce por Rajoy PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Arturo del Villar /UCR   
Domingo, 15 de Julio de 2012 00:00

Rajoy y el Juan CarEl Gobierno marianista ha aprovechado que su majestad el rey católico nuestro señor, que Dios guarde, Juan Carlos I de España y V de Botsuana, ha suspendido momentáneamente las cacerías mayores y menores por las sabanas africanas y las sábanas madrileñas, y le ha hecho presidir un Consejo, para escuchar su consejo siempre certero, como su puntería frente a los osos rusos (con los asturianos no se atreve a enfrentarse, porque se acuerda de su antepasado Favila).

 

Su majestad leyó el discurso que le había preparado el Gobierno. Pues para eso se podían haber ahorrado la teatral puesta en escena. Claro está que con algo hay que distraer a los preocupados vasallos. Gracias a la copia entregada a los periodistas pudimos saber el pensamiento real sobre el momento actual, porque a él no se le entiende nada cuando habla. El meollo fueron estas sabias recomendaciones:

Trabajar con el mayor rigor y con visión de futuro, y con la mirada puesta en todo momento en el interés general y en el bien común de todos los españoles.

Terminada la representación, los ministros y su jefe abandonaron la Zarzuela, y se fueron a mantener una reunión de verdad, en la que decidieron cómo seguir apretando el pescuezo de los españoles, porque cinturones hace tiempo que no tenemos. Aprobaron una sola subida, la del IVA, y multitud de recortes en sueldos y prestaciones que afectan a los trabajadores, los desempleados, los pensionistas, las amas de casa, los niños, los indigentes, los inmigrantes, los turistas, en una palabra: para todos los que habitamos en este reino instaurado por el dictadorísimo con el fin de perpetuar su presencia.

¿Para todos? ¡NO! Al Gobierno se le han olvidado varias partidas de las que recortar. Como obediente y resignado vasallo de su majestad, he analizado algunos recortes que el Gobierno marianista ha desdeñado hacer, y se los expongo para que en la próxima reunión los aplique.

 

Empezando por la Casa

 

En primer lugar, a la asignación para la llamada Casa de Su Majestad el Rey, que según los presupuestos Generales del Estado para este año asciende a 8.434.000 euros. El medio millón de manifestantes que recorrimos el paseo de la Castellana el pasado miércoles, en apoyo de la minería española desbaratada por el Gobierno de su majestad el rey católico, enarbolaba con fervor banderas tricolores republicanas y rojas revolucionarias. Los españoles no queremos una monarquía hereditaria, residuo de las tribus primitivas intolerable en el siglo XXI. Mantenemos a la familia irreal al completo, con hijos, nietos, hermanos, primos, gorrones griegos, y demás añadidos. ¿Para qué?

Entre otras cosas, para que estafen a la Hacienda Pública los 17 millones de euros, descubiertos hasta ahora, la hija del rey llamada Cristina y su marido conocido por Iñaki, el de la mano larga para encestar y encajonar. El yerno está siendo objeto de respetuosa investigación judicial, pero la Audiencias de Baleares ya ha aclarado que la hija es intocable. Pues muy bien, que no los procesen y metan en la cárcel, pero que les obliguen a devolver el dinero robado al pueblo, para aplicarlo a tapar recortes en servicios sociales.

 

Misiones impopulares

 

Urge terminar con la sangría representada por la presencia de tropas españolas en misiones en el extranjero, al servicio de la Organización Terrorista del Atlántico Norte mangoneada por el imperialismo gringo. Desde 2002 el reino de España mantiene tropas en Afganistán, porque lo manda el emperador. Según cálculos de Amadeo Martínez Inglés, coronel de Estado Mayor, el coste del mantenimiento diario de esas tropas es de un millón de euros. ¿Y qué se nos ha perdido a los españoles en ese país con el que nunca tuvimos ningún contacto? Que regresen inmediatamente, y el dinero ahorrado servirá para mejorar la sanidad y la educación, ahora tan recortadas que se han hundido. Además, se evitaría aumentar el número de los 98 militares españoles muertos por los patriotas afganos que desean ver libre de extranjeros su tierra. Exactamente lo mismo que deseamos los españoles, ver libre de militares extranjeros a Rota.

El déficit que dejó Carme Chacón, alias La Niña de la OTAN y La Hiena de Libia, cuando increíblemente ocupó el Ministerio de Defensa, ascendía a 26.000 millones de euros, causados por la compra del armamento que nos exige la OTAN para seguir en ella. Ese armamento se le compra a los fabricantes gringos, como es natural. Si España dejara de pertenecer a esa organización militar agresiva, nos evitaríamos continuar derrochando un dinero que se le quita a los enfermos. Antiguamente se decía que era preciso elegir entre cañones y mantequilla; ahora hay que elegir entre cazas y medicamentos. ¿Qué prefiere Rajoy?

 

Topemos con la Iglesia

 

Otro apartado al es posible aplicar recortes, que serían muy bien recibidos por el pueblo español, en el supuesto de que el Gobierno marianista se atreviera a hacerlo, es la asignación a la Iglesia catolicorromana. El Gobierno entrega mensualmente a esta secta 13.266.216,12 euros, esto es, 156 millones de euros anuales. A esta cifra escandalosa hay que sumar la liquidación del IRPF, que representa 250 millones más, y los gastos de personal derivados de pagar nosotros a los capellanes castrenses con su arzobispo vicario general al frente; a los penitenciarios y hospitalarios, a los profesores de su religión, y otros supuestos trabajadores igualmente innecesarios. Todo ese dinero debiera emplearse para no reducir los sueldos de los trabajadores públicos y las jubilaciones de los pensionistas.

¿Para qué nos sirven los cardenales, arzobispos, obispos, curas, frailes, abades, vicarios, monjas, refitoleros, sacristanes y monaguillos? Lo único que hacen es embrutecer a los incautos que creen sus predicaciones, para sacarles también a ellos el dinero, porque no se conforman con las dotaciones gubernamentales. Que trabajen de verdad en algo útil, como proponía el apóstol Pablo, constructor de tiendas de campaña para obtener un salario, al recomendar a sus fieles imitar su ejemplo, tal como está escrito en la II carta a los tesalonicenses, 3:8-12. Lástima que los eclesiásticos catolicorromanos desconozcan la Biblia. Toda esa caterva es de misa y olla, vive de la ignorancia popular, muy bien fomentada con sus amenazas de condenación eterna para quienes se atrevan a discrepar de sus sermones. Esto ahora que ya no se usa la quema de herejes en la hoguera. Los gastos originados por el mantenimiento de los templos catolicorromanos, que son propiedad de sus jerarcas, pero pagamos los vasallos del rey, tendrían mejor utilidad si se aplicaran a la mejora y ampliación de los hospitales públicos.

 

Subvenciones sublevantes

 

Las subvenciones a las varias asociaciones de víctimas de actividades terroristas, que son por lo menos seis, todas de extrema derecha, deben desaparecer antes que recortar las subvenciones a los desempleados. Esas asociaciones, dirigidas por hermanas o cuñadas de muertos en atentados políticos, no tienen otra finalidad que avivar el rencor entre españoles. Pero no se permiten asociaciones de víctimas del terrorismo de Estado, como las originadas por los GAL organizados cuando presidía el Gobierno el compañero González, tan inútil que no se enteró de su existencia, según se atrevió a propalar con su descaro habitual.

Otro recorte aplaudido por los vasallos sería eliminar las subvenciones a los ministros y sus presidentes cuando dejan de serlo. Es indignante que ineptos como González y Rodríguez cobren del Estado al que destrozaron. En Islandia se ha juzgado al jefe del Gobierno que no supo prever la crisis económica, En España se les sigue pagando un sueldo espléndido, y además se les facilita una sinecura para recibir nuevos ingresos sin pegar golpe. Con ese dinero se evitaría el despido de maestros y profesores a los que el reino, en cambio, no puede pagar el sueldo.

A los directivos que desmantelaron los bancos y las cajas de ahorros por su pésima gestión, se les tolera dejar el cargo con jubilaciones millonarias. Han arruinado a muchas familias, pero ellos se blindaron una pensión vitalicia superlativa. Si se les privara de ella, que es más efectivo que meterlos en la cárcel, aunque la tengan muy merecida, no sería preciso reducir los efectivos de policías, bomberos y barrenderos, sin duda más útiles que los banqueros.

La relación puede continuar, porque en este reino de la fantasía son muchos los que viven del cuento a costa de los demás. Pero convendría empezar por ahí. Cosa que con plena seguridad no intentará siquiera ejecutar el Gobierno presidido por Mariano Rajoy. Mientras el pueblo aguante, y está comprobado que este pueblo aguanta hasta 36 años de dictadura criminal, aquí no pasa nada. Las banderas tricolores y rojas se pasean por la Castellana, y después vuelven a quedar recogidas, hasta la próxima manifestación.