Carta a nuestros padres para amanecer en la plaza. PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Al final de la asamblea   
Viernes, 11 de Mayo de 2012 04:27

12M 15MQueridos padres,

El día 12 volveré a salir a la calle como hice el Mayo de hace un año, no voy a celebrar ningún aniversario en plan nostálgico como dice la prensa, ni tengo ninguna intención de enfrentarme con los antidisturbios; sólo pretendo volver a reunirme con todos aquellos que hemos dejado de creer que este sistema nos representa.

Los políticos, la policía, y los medios, buscan en la dirección equivocada. Tratan de ponernos contra las cuerdas, de resumir la convocatoria en términos de éxito o fracaso en función de la carne movilizada, pero es inútil. Sus amenazan no ponen en peligro nuestra estrategia, porque sencillamente no hay plan.

 

Ellos necesitan una hoja de ruta que les quepa en los periódicos y en las cámaras, y un grupillo de líderes a los que poder manipular. Lo llaman caos, porque hablan desde los papeles, y por ahora son incapaces de pararse a pensar la lucidez que se requiere para lanzarse a la calle sin una agenda de obligado cumplimiento, con la única intención de ir cambiando el mundo, poquito a poco.

Lo que ellos nos atribuyen como objetivos: llenar las plazas, desafiar la prohibición de interior y atrincherarnos en una acampada, son medios nada más. La verdadera revolución, aquello que de verdad les amenaza no está en ninguna plaza, está en el cambio que miles de personas hemos decidido incorporar a nuestras vidas. Una revolución silenciosa e íntima imposible de retratar, definitiva y total.

Personalmente, no voy a pedirle a nadie que no haga nada que yo no haría, entenderé que el policía cargue cuando se lo ordenen, que el periodista manipule cuando se lo exijan, que el político mienta presionado por su partido, y que todos ellos justifiquen las decisiones que tomen como quizá haría yo si sintiera que de ello depende mi trabajo. La tolerancia al miedo ante el despido o las represalias definirá el grado de ajuste al rol asignado, el grado de encuentro y la responsabilidad de lo común irán abriendo la desviación sobre lo acordado, y estableciendo un nuevo campo de juego, pero todo a su tiempo.

A vosotros, padres, sólo puedo deciros que si salís conmigo el sábado, si desafiáis vuestro rol de idealistas retirados, si rompéis las normas y esa noche cenáis conmigo en el suelo de Sol; si os alejáis aún más de lo escrito y vemos amanecer juntos la mañana del domingo, prometo encontraros los mejores cartones de la plaza y traeros churros de San Ginés para manteneros calentitos.

Un besazo.

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Fuente: Al final de la asamblea