Amaiur no es el problema. PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Sábado, 17 de Diciembre de 2011 00:00

Soñando con la República Federal   Desde que se constituyó Amaiur, en el pasado mes de setiembre, ha estado recibiendo amenazas de ilegalización por parte de los partidos nacionales de extrema derecha que se alternan en el gobierno del reino. El resultado de las elecciones legislativas el 20 de noviembre fue muy favorable a la coalición, ya que obtuvo 333.628 votos, convirtiéndose en el grupo político más votado en Euskal Herria. Consiguió por ello siete diputados y tres senadores.

 

   Este resultado alarmó a la extrema derecha nacional española. La misma noche de las elecciones anunció el partido ganador, el llamado Popular, que se opondría a Amaiur. Su líder, Mariano Rajoy, prometió desde el balcón del partido, urbi et orbi, que iba a ser el presidente de todos los españoles, y al día siguiente declaró que se proponía reunirse con todos los grupos políticos con representación parlamentaria, excepto con Amaiur, lo que significa que no considera españoles a sus integrantes, ni en consecuencia a sus votantes, y por lo mismo no es su presidente. Mejor para ellos.

   Nada más constituirse la Mesa del Congreso se discutió si Amaiur tenía derecho a formar grupo propio. En la noche del 15 de diciembre la mayoría del partido que se dice Popular decidió que no, mientras los otros dos partidos que la componen, el Pseudo Socialista Obrero Español y la coalición catalana Convergència i Unió, se abstuvieron. En cambio, se toleró al partido ultraderechista Unión Progreso y Democracia, presidido por la tránsfuga Rosa Díez, formar grupo, mediante una trampa con la incorporación del representante del partido ultraconservador Foro Asturias. En este reino está proscrita la ideología izquierdista.

  

Que pidan perdón los fascistas por sus crímenes 

   La razón que dan los partidos de la extrema derecha nacional es que Amaiur no condena las acciones armadas de ETA. Los resignados vasallos de este reino quisiéramos que los dirigentes del partido autoproclamado Popular, que tiene como presidente fundador al genocida fascista Manuel Fraga, ministro y embajador de la dictadura, pidieran perdón por los crímenes cometidos durante la dictadura. Y que lo hagan también los jerarcas de las Iglesia catolicorromana española, cómplices en los crímenes de la dictadura, a la que sirvieron con fidelidad.

   Otra incongruencia política es que el representante de Convergència I Unió en la Mesa del Congreso se abstuviera al votar la autorización a Amaiur para formar un grupo propio. La voluntad de los catalanes se ha visto claramente en los referendos celebrados sucesivamente desde el 13 de setiembre de 2009 al 10 de abril de 2011: ha triunfado muy mayoritariamente el sí a la independencia de Catalunya. No se comprende la actitud de su delegado en la Mesa del Congreso. Hemos de esperar a ver qué plato de lentejas le sirve el partido de la mayoría absoluta para pagar su actitud. ¿Es que no queda ni un átomo de vergüenza en Catalunya?

   Los medios de comunicación de masas comentan que su majestad el rey católico nuestro señor, que Dios guarde, pero muy guardado, recibió con una sonrisa protocolaria a cada uno de los delegados de los grupos políticos representados en el Congreso, excepto a Xabier Mikel Errekondo, que acudió a la Zarzuela en representación de Amaiur. Se observa en las fotografías, efectivamente, que su majestad etc. tiene un gesto muy adusto. Lo que no sabemos es si se debe a que le molesta Amaiur, como a los dirigentes de las variadas extremas derechas nacionales, o que le disgusta recordar que Errekondo fue compañero de su yernísimo Urdangarin cuando ambos jugaban al balonmano. Tal vez tuviese miedo de que se le pusiera negro el otro ojo, como le ocurrió tras la conversación con su yernísimo.

   Errekondo manifestó a los informadores que le había preguntado a su majestad etc. por el estado de su salud en general, sin alusiones al ojo negro. Es lógico que le inquiete la salud real, puesto que en el reportaje televisivo de las audiencias se observa cómo su majestad etc. se tambalea en los pocos pasos que da de la puerta al sillón. Parece que va a desplomarse, como en una alegoría de la situación en que se encuentra la monarquía del 18 de julio instaurada por el dictadorísimo: se derrumba, y los vasallos no temen ya responder en las encuestas oficiales que no les gusta.

 

El federalismo es la solución 

   Si su majestad etc. y los partidos de la extrema derecha nacional, los primeros clasificados en el resultado de las elecciones generales, el que se dice Popular y el que se atreve a proclamarse Socialista, no admiten a Amaiur, vencedora en Euskal Herria, lo que deben hacer es permitir un referéndum de autodeterminación, para que los ciudadanos de ese territorio decidan su futuro. Resulta inadmisible que se esté pisoteando en el Congreso de la Diputados del reino a los representantes de Euskal Herria, y al mismo tiempo se les impida expresar su deseo con relación a la monarquía española. No se permite porque el resultado de esa consulta es previsible.

   El federalismo es la única solución viable al problema político de España. Pero el federalismo solamente es posible con la República. La República Federal Ibérica agrupará a las nacionalidades integradas hoy forzosamente en el reino de España y a la República de Portugal. Es la única fórmula política garantista de la igualdad y de la paz. Es la exclusiva solución a los problemas de convivencia que padecemos.

   Llevamos al menos 142 años de retraso. El 30 de julio de 1869 se firmó en Madrid el pacto federal nacional, por los delegados de los pactos federales provinciales, con una declaración en la que manifestaban: "Se alían y unen para todo lo que se refiere a la defensa de los principios republicanos; y declaran que la forma de gobierno exigida por sus principios y la constitución histórica y topográfica del país es la República democrática federal, que lejos de destruir la unidad nacional, ha de asentarla sobre más firmes bases. De esta forma federal esperan principalmente la unión espontánea e indestructible de España y Portugal."

   Un militar traidor decapitó a la República en 1874 en Sagunto, para restaurar la monarquía borbónica. Otro militar traidor y genocida instauró en 1975 la monarquía borbónica del 18 de julio para que continuase su régimen criminal. Los partidos dinásticos han apoyado en ambas situaciones históricas los designios militaristas. Ahora mismo el que se dice Popular y el que se califica de Socialista quieren amordazar a Euskal Herria, con la colaboración de los minigrupos de extrema derecha y de los que venden sus señas de identidad por cualquier plato de lentejas podridas. Los medios de comunicación les son afines. Si hubiera un Partido Republicano de Izquierdas fuerte y unido, estas vergüenzas no sucederían.

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Viñeta tomada de: http://kbza.blogdrive.com/ (Soñando con la República federal)