En el último año, han dimitido los Gobiernos de Irlanda, Portugal, Grecia e Italia; en España, se han adelantado las elecciones generales y ha habido, además, una trapacera reforma de la Carta Magna. Detrás de todo ello, los ucases de los mercados, las exigencias de cuadrar, a costa de lo que sea, las cuentas y garantizar el pago a los tenedores de la deuda de los Estados. 

Los nuevos Gobiernos nacionales surgidos de la agudización de la crisis son presentados como técnicos, es decir, como por encima de toda sospecha en cuanto a ideología, pensamiento político o reflexión humanista. Es la hora -comentan- de los planteamientos estrictamente económicos sin mezcla de interferencias ajenas a la lógica de los números, la cuenta de resultados o la recuperación. Estamos, parece, ante unos cirujanos de hierro que van a implantar el orden pitagórico perfecto.

Tengo un amigo, economista brillante y catedrático en una universidad de Andalucía, que comenta con ironía la ausencia de referentes sociales, históricos o culturales a la hora de estudiar, enseñar y comunicar los contenidos de la ciencia económica en facultades y otros centros de estudio. No hay más economía que la dominante, la cual es atemporal y se manifiesta a los iniciados a través de fórmulas matemáticas, series numéricas y cuadros estadísticos.

¿A qué intereses responden?

He tenido la ocasión de escuchar en algún que otro debate que todo lo que no sea el desarrollo de esta lógica no es sino perturbar con ideas políticas el discurso inefable de las secuencias de guarismos que, dicho sea de paso, siempre conducen y desembocan en abultadas cuentas de resultados.

Lo que ocurre es que, tras esta ficción tecnicista, siempre se halla una opción económica favorable a unos intereses personales, grupales o de clase. La economía aséptica y descontaminada de otras consideraciones que no sean las del Debe y el Haber es la última treta, la última argucia, para seducir a despistados que beben en la ideología de la desideologización tecnocrática.

Julio Anguita es Excoordinador General de IU