El secuestro de la voz del pueblo Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Víctor J. Sanz / Impresiones mías   
Viernes, 04 de Noviembre de 2011 00:00

censura¿Por qué debemos seguir creyendo que vivimos en una democracia?

A un pueblo del que se dice que vive en democracia se le suele permitir que hable en las urnas, cada cuatro años por ejemplo. Tanto se ha repetido esta fórmula que muchos ya ven normal que el pueblo no hable en un momento distinto a cuando se le permite. Es más, hasta ven mal que lo haga o intente hacerlo fuera de ese calendario establecido. Una contrariedad que las autoridades intentan satisfacer mediante el uso indiscriminado de las fuerzas de “orden público”, como se ha hecho contra el 15M en todas sus formas, en todos sus tiempos y en todos sus apéndices.

 

En España, los políticos que nos están pidiendo su voto y nos están prometiendo nuevas cotas de libertades y derechos, ven la idea del referendum griego anunciado por su primer ministro Papandreu, como algo lamentable (1), como un peligro, como una mala decisión (2), como una muestra absoluta de irresponsabilidad (3), como un motivo de honda preocupación, como una fuente de pánico…, esos mismos políticos que nos piden que hablemos en las urnas, no están de acuerdo en que se nos pregunte “más de la cuenta”.

Creo que si estamos capacitados para decidir quién nos gobierna (y como demuestran las evidencias de décadas, equivocarnos al hacerlo), también lo estamos para decidir sobre cuestiones tan importantes como la planteada por el primer ministro griego a sus compatriotas. Aunque, como ya se vio en España hace un par de meses, la idea de que el pueblo sancionase la reforma de la Constitución para facilitar a la banca sus quehaceres habituales de hurto del dinero público, no generó en la cabeza de los políticos españoles (de los partidos mayoritarios) la idea de que el pueblo debiera haber sido consultado. Esto no quita para que exista gente absolutamente desvergonzada (4), como Diego López Garrido (secretario de Estado para la UE) que ahora, pasados esos dos meses, afirma (en relación al referendum griego) que “los referéndums son para las reformas constitucionales”. Debe referirse, sin duda a las reformas constitucionales distintas a la española, o es eso o es uno de los caraduras más grandes y más desvergonzados que ha parido este puñetero país llamado España.

Todas estas acciones constituyen ni más ni menos que el secuestro de la voz del pueblo.

Pero con todo, el secuestro practicado por los políticos no es el único secuestro que sufre la voz del pueblo, hay uno más silencioso, más sibilino, más abstracto y más abstruso. Se trata del secuestro que llevan a cabo los medios de comunicación.

Los medios de comunicación se muestran plurales, integrados por opiniones de todo tipo, condición y procedencia… ¿cómo hemos llegado a creernos semejante patraña?

No hablemos ya de medios privados claramente tendenciosos, ciñámonos a los medios públicos, que son, si cabe, los que más delito tienen en esta práctica tan deleznable del secuestro de la voz del pueblo.

¿Cómo secuestran la voz popular estos medios públicos? En realidad es algo muy sencillo. Salen a la calle, al encuentro del pueblo, a captar sus impresiones sobre un tema en particular…, hasta aquí todo normal. Más tarde en la sala de montaje y edición es donde se produce el vergonzoso rapto. Como muestra este video de Radio Televisión Española (5), la asombrosa cifra de 2 (¡DOS!) griegos se muestran contrarios a la celebración del referéndum, o al menos eso asegura la traducción que se sobrepone a la voz original. Curiosamente uno de los entrevistados asegura que el referéndum no es más que un cuento, pero que si se celebra que también se celebre otro referéndum sobre el propio gobierno, para poder elegir a otros gobernantes. Y el otro tan solo dice que los políticos son unos inútiles y que es mejor que se vayan cuanto antes. Es decir, ninguno de los 2 (¡DOS!) ciudadanos presuntamente contrarios al referéndum lo está realmente. Básicamente las dos opiniones (¡DOS!) están enfocadas contra la permanencia en el gobierno de Papandreu, es decir, de alguien que quiere que el pueblo hable.

Pero yo me hago una pregunta, si tanto pánico genera la sola idea del referéndum, supongo que será porque cabe la posibilidad de que el pueblo soberano tome un camino distinto al marcado (a fuego) por el mayor beneficiario de la crisis, el sistema financiero. Tal parece según indican las encuestas. Se cree que un 60% de los griegos no están de acuerdo con las últimas imposiciones europeas (6). Entonces ¿cómo narices se las ha arreglado Radio Televisión Española para encontrar a 2 (¡DOS!) griegos que están en contra de la celebración del referéndum y no encontrar a ninguno que esté a favor? Cabe pensar…, no, cabe pensar no, cabe afirmar que ha tenido lugar una labor de selección de opiniones, digamos “más interesantes” a los poderes financieros, es decir, para quienes dominan todos los medios de comunicación, incluidos los que se apellidan “públicos”.

El colmo de todo esto es que los medios han salido a la calle a preguntar al pueblo griego qué opinión le merece el hecho de que un político le pida su opinión para la toma de una decisión trascendente. ¿Qué credibilidad merece un medio que sale a la calle a buscar gente que diga que no está de acuerdo con ser preguntada, pero sí responde a la propia pregunta? Es de locos.

Esta técnica aunque no es nada depurada sí resulta muy efectiva porque va camuflada entre la información de verdad que cada vez cuesta más trabajo desentrañar de los espacios informativos.

Permanezcan atentos y descubrirán muchos casos más. Ustedes podrán elegir el medio en el que informarse, pero tengan por seguro que ellos elegirán “qué verdad” contarles.

Notas: 

(1) El Economista

(2)Cinco Días

 (3) Europa Press
 
(4)Público
 
(5)RTVE
 
(6)Antena 3 
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Fuente: Impresiones mías