Enseñanzas de la República francesa al Reino de España PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Martes, 06 de Septiembre de 2011 04:25

Justicia  Empieza agitado el mes de septiembre en la República Francesa. El día 5 comienza el juicio al expresidente Jacques Chirac, acusado de corrupción. Haber presidido el Estado no es un salvoconducto que permita chanchullear en la República Francesa. Al mismo tiempo, el actual presidente, Nicolas Sarkozy, es noticia en los diarios porque se le acusa de haber recibido dinero para financiar la última campaña de la millonaria Liliane Bettencourt, habitual escandalosa en los medios de comunicación de masas por otros motivos menos políticos. A Sarko, según le apocopan esos mismos medios gabachos, los comentarios adversos le impiden ser feliz en los momentos en que espera ser padre, o al menos que sea madre su esposa, Carla Bruni, otra escandalosa en los repetidos medios antes de convertirse en primera dama de la República Francesa. Qué bajo ha caído nuestra siempre admirada Madeleine, su encarnación.  

 

   Hay que tener mucha fantasía para suponer que los medios de comunicación de masas del reino de España apocoparan el nombre del jefe del Estado. Está vigilante una tropa de jueces para abrir proceso al que tuviera semejante atrevimiento. Y ni siquiera con una imaginación superlativa podría alucinarse que se publicara ni la menor acusación en torno a su integridad total en absolutamente todos los aspectos de su vida. Su majestad el rey católico nuestro señor, que Dios guarde, solamente es noticia en los medios cuando pasa por el quirófano, como sucede en este mismo día 5 de setiembre. Padece adicción al quirófano, ahora que ha perdido otras.

   Los mismos privilegios tienen los políticos. El día 3 fue entrevistado por la Cadena SER el expresidente Felipe González, el que no se enteró de nada de lo que acontecía en el reino cuando presidía el Gobierno. Por eso actuaron impunemente a sangre y fuego los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), financiados con los fondos reservados gubernamentales, y florecieron sociedades fraudulentas como Filesa, en unos años en los que robaba hasta el director general de la Guardia Civil. Pues este poco ejemplar expresidente del Gobierno del reino de España se permitió dar consejos en la radio a los financieros y a los políticos actuales. Que sigan su ejemplo para prosperar. No solo no ha sido procesado nunca, sino que es consejero de importantes compañías, un financiero ejemplar. Al menos, eso dice él.

   Su vicepresidente en el Gobierno, el hermano de Juan Guerra, cuando ocupaba tan alto cargo colocó a su familia en Andalucía para que toda la tropa se comportase como bandoleros andaluces nada folclóricos. El tahúr del Guadalquivir enseñó a robar a sus hermanos, para que la familia se labrase una fortunita. Pues había que oírle el día 4 en Rodiezmo, despotricando contra los que roban ahora que no puede hacerlo él. Incluso se permitió chancearse de Gaspar Llamazares, por haberse comportado con dignidad en el Congreso el día 2, cuando se votaba alevosamente la reforma del artículo 135 de la Constitución. El tahúr no solamente no ha sido juzgado por corrupción probada y múltiple, sino que es diputado todavía.

FRAGA ABANDONA LA CALLE, Y EL SILLÓN      

   Otra noticia del día 2 de setiembre es el anuncio hecho por el senador Manuel Fraga de que abandona la política. Colaborador predilecto del dictadorísimo, como ministro de Información y Turismo entre 1962 y 69, organizó los inolvidables fastos de los XXV Años de Paz en la cárcel que era entonces España. Se burló de Julián Grimau, fusilado por oponerse a la dictadura, llamándole "ese caballerete", algo que nunca olvidaremos. Fue procurador en las llamadas Cortes de la dictadura y consejero del llamado Movimiento. Después embajador en Londres desde 1973.

   Nunca ha sido juzgado por complicidad en los crímenes de la dictadura, sino que continuó mangoneando en la monarquía, como vicepresidente del Gobierno presidido por Carlos Arias, El Carnicero de Málaga, y ministro de la Gobernación. Desde ese cargo prohibió la manifestación del Primero de Mayo, alegando una frase imborrable en la historia del reino: "La calle es mía." En 1976 la Policía dirigida por él mató a cinco obreros en Vitoria e hirió a un centenar más, y fue protagonista de unos extraños sucesos en Montejurra de consecuencias mortales. Bajo su mandato la Policía fue acusada de torturas por Amnistía Internacional, con pruebas demostradas.

   En 1976 fundó un partido político que ahora se denomina Popular, en el que mantiene el cargo de presidente fundador. Ha sido presidente de la Xunta de Galicia, y desde el 7 de febrero de 1996 es senador del reino. Ahora anuncia que abandona la política, y los medios de comunicación de masas se vuelcan en su elogio como gran estadista. A nadie se le ocurre exigir que sea juzgado por crímenes contra la humanidad. A mí, pero no me hace caso nadie.

LAS MEMORIAS DEL NIETÍSIMO

   Como guinda en este comienzo del curso político, un diario ultra avanza el día 4 el libro de memorias del nietísimo, Francisco Franco Martínez-Bordíu, al que se modificó el orden de los apellidos según la legislación de la época, por petición de un grupo de procuradores de las llamadas Cortes a su abuelo, el dictadorísimo, con objeto de que no se perdiera el apellido Franco en la historia futura de España. Así, el apellido de la madre prevaleció sobre el del padre. Una anomalía menor en la ilegalidad total que era la dictadura.

   En realidad la anomalía podía ser anterior. Durante la dictadura se rumoreaba muy sigilosamente que la única hija del dictadorísimo no lo era en realidad, porque él estaba incapacitado para engendrar a causa de una herida recibida en la guerra colonial de África. Se apuntaba que era hija de su hermano Ramón, el aviador loco, y de una vedette, y como ninguno de los dos quería encargarse de la criatura, la reconocieron como hija el futuro dictadorísimo y su esposa. Este chisme indemostrable está recogido en el libro El sable del Caudillo, escrito por José Luis de Vilallonga, marqués de Castellvell, grande de España, publicado en Barcelona por Plaza & Janés en 1997, página 97. Como él apunta, nadie vio nunca embarazada a la cautelosamente apodada La Collares, y sin embarazo no hay parto posible.

   Este Francis Franco, según se le conoce, ha aprovechado muy bien el nombre que lleva, imitando a su presunto abuelo. Los escándalos han sido su sombra, pero es intocable. Y ahora se añade a la larga lista de los familiares del dictadorísimo que cuentan su vida, o lo que él considere digno de seer contado. Ya lo había hecho su hermano Cristóbal en 1983 con Cara y cruz. Sin duda Francis le pondrá más cara.

   Así está el reino de España al empezar septiembre. Las viejas glorias mantienen su actualidad, sin que nadie se atreva a decir una palabra contra ellas. En cambio, en Francia se denuncia incluso a los jefes del Estado. Y también en Islandia, donde el día 5 ha empezado el juicio contra el expresidentes Geir Haarde, acusado de actuar negligentemente durante la crisis económica provocada por el colapso bancario en octubre de 2008. En el reino de España no se juzga a nadie. Esto es el reino de la fantasía. ¿Llegará un día en que el pueblo despierte a la realidad y ponga fin a la realeza? Soñemos, que todavía no está prohibido. ¿O sí lo está?