Con la bandera española no, con la gringa PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Martes, 28 de Junio de 2011 04:32

 

Dos soldados muertos en Afganistán   Los dos féretros de los últimos soldados españoles muertos en Afganistán estaban cubiertos con la bandera bicolor de la monarquía, y colocados sobre unas mesas forradas con un paño morado. Parecía una bandera tricolor. Pero la República nunca enviará a los soldados españoles a invadir naciones independientes al servicio del imperialismo gringo. En vez de cubrir los féretros con la bandera monárquica debían poner la de las barras y estrellas que despreciaba el compañero Rodríguez cuando lideraba la oposición, pero que desde su increíble ascenso a la jefatura del Gobierno reverencia y adora: una de sus variaciones políticas usuales en él.

 

   Dos muertos y tres heridos el 26 de junio, una semana después de que dos soldados quedasen mutilados y otros dos heridos. El Imperio ordenó invadir Afganistán, país con grandes reservas minerales, codiciadas por las multinacionales gringas, y el reino de España puso su Ejército al servicio del neocolonialismo. La llamaron Operación Libertad Duradera, y la pusieron bajo el mando de la Organización Terrorista del Atlántico Norte (OTAN), liderada por el Imperio.

   El 7 de octubre de 2001 los neocolonialistas comenzaron los bombardeos sobre Afganistán, y el 22 de diciembre reconocieron a un supuesto Gobierno provisional afgano hecho a su medida. Diez años después la guerra en Afganistán continúa, y el emperador Obama I anuncia el regreso de las tropas gringas, formadas en las academias más estrictas del mundo, y dotadas del más sofisticado armamento de la historia inhumana.

 

Los guerrilleros ganan la guerra

 

   Pese a ello, han sido incapaces de vencer a unos guerrilleros sin ninguna formación militar y mal armados. Es que el pueblo afgano no acepta la invasión de su país por esas tropas neocoloniales. Han muerto es este período 2.547 militares de la OTAN, entre ellos 96 españoles, o, más exactamente, del Ejército español, integrado mayoritariamente por hispanoamericanos inmigrantes sin trabajo: el desprestigio del Ejército español por su sostén de la dictadura es tan grande que los jóvenes españoles rechazan la idea de enrolarse. El Ejército es ahora la Legión Extranjera.

   Han pasado por Afganistán en estos años 15.000 soldados del Ejército español. Cuando incomprensiblemente llegó a la presidencia del Gobierno el compañero Rodríguez, el nefasto 17 de abril de 2004, el destacamento español en Afganistán estaba formado por 485 militares. Ahora hay 1.555, sin contar las recientes bajas. El 18 de abril de 2006, tras el ataque de los guerrilleros afganos a una patrulla de la Legión, anunció el compañero Rodríguez que "no está en la intención del Gobierno aumentar el número de efectivos en Afganistán". Mintió, como es costumbre en él..

   Poco antes, el 18 de diciembre de 2005, el incompetente presidente del Gobierno español, acompañado por los increíbles ministros Moratinos, de Asuntos Exteriores, y Bono, de Defensa, viajó a Afganistán para llevar cava y turrón a las tropas del Ejército español. Un anticipo de la llegada de los Reyes Magos. Los tres aparecieron fotografiados en el momento de hacer la ola, sentados en el suelo rodeados por los militares. Una escena de comedia bufa.

   Aprovecharon el viaje para plantar diecisiete cipreses, uno por cada militar muerto el 16 de agosto anterior, al estrellarse el helicóptero en el que se trasladaban. Se culpó de negligencia al piloto, para evitar reconocer que había sido un atentado de los afganos. El compañero Rodríguez aseguró a los soldados: "Todos los españoles nos sentimos muy orgullosos de lo que hacéis aquí." Otra de sus mentiras. Una mayoría de españoles no aceptamos que tropas del Ejército español sirvan al imperialismo gringo en países con los que nunca tuvimos ninguna relación política, comercial o económica.

 

Una sangría económica

 

   Además, el mantenimiento de esas tropas en Afganistán le cuesta al reino un dineral del que carece. Según calcula Amadeo Martínez Inglés, coronel de Estado Mayor, la aventura afgana nos cuesta un millón de euros diario, sin contar la renovación de los nuevos vehículos sustitutos de los prehistóricos BMR con los que llegaron las tropas inicialmente. Estos nuevos vehículos están muy desarrollados, pero no son capaces de superar una carga explosiva colocada en el suelo por los guerrilleros, como estamos comprobando.

   El compañero Rodríguez se ha cansado de repetir durante estos años que la misión española en Afganistán es pacífica, para liberar al pueblo de los talibanes. Al parecer, los guerrilleros no se han enterado, y por eso atacan a las tropas españolas empeñadas en liberarlos, que desde luego utilizan vehículos bélicos y van armadas hasta los dientes, lo que no se compagina con una misión pacífica.

   Según el compañero Rodríguez, una de las misiones de las tropas españolas consiste en enseñar a los afganos a formar un Ejército. Vistos los resultados, más les valdría a los militares del Ejército español aprender la táctica de los guerrilleros, que resulta muy eficaz. Bien es verdad que los guerrilleros defienden su libertad frente a los invasores imperialistas, y eso siempre es positivo. En cambio, las tropas invasoras están allí por un sueldo.

 

Los USA abusan del reino

 

   Pero el compañero Rodríguez está obligado a presentar méritos ante el emperador, para hacerse perdonar el haber sido culoprotestante ante el paso de la bandera gringa durante un desfile de la Victoria, cuando estaba en la oposición. El 13 de octubre de 2009 viajó a la Casa Blanca, para postrarse ante el emperador, y prometerle que haría "todo el máximo esfuerzo necesario" en Afganistán, y se comprometió a incrementar el número de soldados invasores "para garantizar su estabilidad y su seguridad". Asimismo, ratificó "el compromiso firme y sólido" del reino de España con los Estados Unidos. Según los informadores de Prensa, el emperador le felicitó por ello. Muchos vasallos sentimos pena y vergüenza.

   Por su parte, el vicepresidente gringo, Joe Biden, vino a Madrid el 8 de mayo de 2010, y después de entrevistarse con el compañero Rodríguez mantuvo una rueda de Prensa (sin preguntas) con los informadores. Tuvo la desvergüenza de afirmar: "Soy consciente de que el sacrificio que exige la presencia de tropas en Afganistán no es muy bien recibido por el público", motivo por el cual agradeció al inepto jefe del Gobierno español su colaboración, y añadió que "la relación entre España y los Estados Unidos es la más fuerte, con más colaboración que nunca". Qué pena.

Regresarán derrotados

 

   La ministra de Defensa, generalísima Chacón, conocida como La Niña de la OTAN, viajó a Afganistán para traerse los cadáveres de los dos soldados muertos, y aprovechó la oportunidad para lanzar un discurso patriótico a los supervivientes. Les dijo que "todos los españoles estamos en deuda con vosotros", porque "estáis realizando un gran servicio a España". No aclaró en qué consiste ese servicio, y desde luego mintió al hablar en nombre de todos los españoles: la mayoría no queremos que haya tropas del Ejército español en misiones al servicio del imperialismo gringo, para defender los intereses de sus multinacionales. Esta vez la generalísima no se atrevió a repetir su cantinela de que la misión es pacífica, ante los féretros de los muertos por los guerrilleros que defienden su independencia.

   El fin de la invasión fue anunciado por el emperador, y su procónsul en España siguió su ejemplo, al comunicar el 24 de junio el calendario para la retirada de las tropas del Ejército español entre los años 2012 y 2014. Va a suceder lo mismo que en Vietnam, cuando los invasores gringos se marcharon derrotados y a toda prisa, abandonando a su suerte a quienes les habían ayudado en su acción genocida.

   Ningún tribunal internacional de Justicia se atreve a citar a los emperadores gringos y a sus cómplices sumisos, para responder por los crímenes cometidos con la invasión de países soberanos, como Vietnam, Afganistán, Iraq, Libia y tantos otros en el pasado. Los emperadores tienen impunidad para hacer lo que les da la gana, porque dominan el mayor potencial bélico de toda la historia de la inhumanidad. Sobre las tumbas de los asesinados por el Imperio gringo no se pone el Sol. 

 

La monarquía está con ellos... desde lejos

 

   Los pueblos no toleran que tropas coloniales vayan a "liberarlos". Los españoles no queremos que haya bases de la OTAN en el reino, pero tenemos que aguantarnos. La monarquía del 18 de julio aplaude las misiones del Ejército español al servicio del imperialismo. Su majestad el rey católico nuestro señor, que Dios guarde, viajó a Afganistán el 31 de diciembre de 2007, para pasar cinco horas junto a las tropas del Ejército español, e incluso compartir el rancho, que ese día fue especial por la fecha. Les dijo que esperaba que pudieran cumplir su misión con éxito y regresar pronto a España. Algunos sí han regresado, en ataúdes. Su majestad es el jefe constitucional de las fuerzas armadas españolas, pero no se pone al frente de ellas para dirigir las operaciones bélicas, desde su alta graduación. Si lo hubiera hecho es seguro que la guerra habría terminado ya.

   Por su parte, el tripíncipe va a presidir los funerales por los dos militares muertos. Es coronel de los ejércitos, pero no les acompaña más que en los funerales. Con su experiencia ganada durante su paso por las tres academias militares también es seguro que ya no habría guerra en Afganistán.

   Porque ya ni el compañero Rodríguez ni la generalísima Chacón se atreven a negar que las tropas del Ejército español en Afganistán están en guerra contra el pueblo al que iban a liberar, pero que no acepta ser liberado por los invasores. El reino de España no se merece este Gobierno que lo ha hundido en una crisis económica y de valores. Tampoco el de Rajoy, pero al menos éste aplicará una política de derechas sin tapujos, a diferencia de lo que hace el partido Pseudo Socialista Obrero Español.