La policía secreta del señor Puig. PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Rafael Torres / OTR Press   
Sábado, 18 de Junio de 2011 05:26

Policías infiltrados en la concentración de indignados en el Parlamento de Cataluña !5 de Junio 2011La policía secreta del señor Puig, consejero de Interior del Gobierno de la Generalitat de Catalunya, es, como si dijéramos, una "secreta" a voces. Es cierto que a los "secretas" se les ha notado mucho siempre: en los ominosos tiempos de la tiranía porque llevaban gabardina que les estaba grande, sombrero flexible caído sobre las cejas, las manos en los bolsillos de la gabardina y una expresión entre patibularia y mefistofélica en la cara, y, más recientemente, porque iban disfrazados de macarras, como "Pope" y "Charlie" en la recordada serie de televisión "El Comisario". Eso es cierto, pero también lo es que nunca han cantado tanto como los Mossos d"Esquadra de paisano, adscritos a labores de "información", con que el señor Puig salpimenta las manifestaciones ciudadanas que acaban mal.

 

Aunque por su aspecto (según revelan los vídeos difundidos por Internet) entran ganas de detenerlos, pues el disfraz externo reproduce con admirable fidelidad al chulo de gimnasio, su comportamiento les delata absolutamente, y no tanto porque hagan algo (algo malo y provocador, según los "indignados" del 15-M), sino por lo contrario, porque no saben qué hacer, cuando nadie ignora que siempre hay que saber qué hacer en un tumulto, básicamente salir corriendo. Que el señor Puig organizó fatal el operativo de la sesión de investidura en el Parlament de la Ciutadella, es algo que no discute ni su jefe, el señor Mas, como también el violento ataque, días atrás, a los acampados en la Plaza de Catalunya, de modo que lo más probable es que al señor Puig le venga grande el cargo, posibilidad que se confirmaría al escuchar sus declaraciones, tocadas por una especie de obsesión por los "antisistema" y la Kale Borroka.

La presencia habitual en Barcelona de agitadores violentos que se apuntan a todo, a una celebración futbolística en Canaletas o a un desalojo de okupas en Gracia, no justifica en modo alguno los miedos del señor Puig, pues los chicos del 15M son pacíficos por mucho que ahora, cuando empiezan a incordiar de verdad al sistema corrupto, se les quiera criminalizar y exponer ante la opinión como pequeños terroristas que atentan contra un régimen, en el fondo, maravilloso.