Sobre el coño insumiso, Willy Toledo, Dios, la Virgen, la Manada y los abogados de cilicios en pene y coño. PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Paco Arenas/UCR   
Jueves, 05 de Julio de 2018 04:09
Nunca nadie ha escuchado de mis labios una blasfemia, tampoco puede decir haberla leído en mis renglones. Digo copón o chorra, escribo sobre estupideces y gilipolleces, pero nunca blasfemias.

No lo hago por ser cristiano o ateo, a curas, obispos y beatas de rosario diario he escuchado o leído que han dicho auténticas blasfemias contra Dios y lo que es peor, contra las personas. Hay muchos modos de blasfemar y la blasfemia hablada, gritada o escrita es la menos grave.

Voy a contar algo real sucedido a una de las personas más importantes y respetables que jamás he conocido, por supuesto desde mi punto de vista: mi padre.

Mi padre, que tampoco era persona de blasfemias, fue denunciado por un miserable por "cagarse en Dios". Ocurrió en mi pueblo, en Pinarejo, con lo cual el denunciante o miserable también era paisano mío, no voy a decir quién, no merece mi recuerdo, y si existe Dios, dudo que le haya abierto las puertas del cielo. Quien conozca la historia es libre decirlo, yo no lo haré.

Estaban varios jornaleros descargando un carro de piedra, como todo se hacía a destajo, una piedra cayó en el dedo gordo del pie de mi padre, su reacción no fue dar gracias a Dios por los dones recibidos. Exclamó ese “mecaguen”. Al instante fue apartado del carro, no para curarle el dedo, sino para denunciarlo a la guardia civil. Llegaron los guardias y finalmente dijeron, que era una tontería y que bastante tenía con el dedo. Entonces el denunciante se cago en Dios y en todos los santos del firmamento, además de insultar a los guardias.

Decir que aquel católico y blasfemo tenia esposa, querida o amante y sífilis de lo mucho que iba a burdeles de Madrid o de donde se terciase, alguna vez acompañado de...

Eso pasaba con un criminal dictador fascista como jefe de Estado, sin separación de poderes...

Ahora resulta, que presuntamente hay democracia y separación de poderes, y que supuestamente hay libertad de expresión, y que, a pesar de todo, no se puede decir que hay presos políticos, a pesar de haberlos, y que debemos decirlo al revés, que son políticos presos. Tanto jode Isabel como Fernando, esté el coño arriba o debajo, si la picha entra y sale con jolgorio y placer en el coño complaciente, que no sumiso.

Que las procesiones de hagan con imágenes de un tipo o de otro, de una virgen casta y pura o del coño insumiso, mientras que no te obliguen a ir a una u a otra, no deberían ofender a nadie. Lo que debería ofender es que una persona pueda ir a la cárcel por acudir a una u a otra, o que una manada de miserables puedan violar a una mujer con total impunidad por ser de cofradías procesionales, hijos de papá, militares guardias civiles o católicos practicantes .

Ir a la cárcel por hacer una procesión del coño insumiso es una barbaridad, y quien se ofenda que se líe un cilicio con espinas a la punta el pijo o al coño, y si le parece bien, para relajarse que utilice un cirio y se lo meta por donde les quepa, en lugar de ir jodiendo al personal, porque al final la cosa consiste en joder, de una manera natural, o jodiendo al personal.

 

Artículo también publicado en la página personal del autor: España por la República