Empieza la refundación de Izquierda Unida Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Domingo, 12 de Junio de 2011 03:27

 

   Desde que se hizo el injerto de pelo, a fray Bono del Divino Pastor se le aclararon las ideas. Prueba de ello es la frase lapidaria pronunciada al saber que las agrupaciones locales de Izquierda Unida (IU) han actuado en el ejercicio de su independencia en la constitución de los ayuntamientos, sin obedecer las órdenes dadas por el coordinador federal, Cayo Lara, para impedir "por activa o por pasiva" que fuesen alcaldes los afiliados al partido que se dice Popular (PP).

 

   Ha declarado el presidente del Congreso de los Diputados, o de los Imputados, en opinión del Movimiento 15 M: "El caso que hacen a Cayo Lara en Izquierda Unida es el mismo que hacen en mi pueblo a la Cipriana en los títeres." Tiene razón, por esta vez, es que Cayo Lara perdió cualquier autoridad tras el enorme fracaso en las elecciones de 22 de mayo, y con ella la dignidad, porque si le quedase algún resto de ella habría asumido su responsabilidad y presentado la dimisión irrevocable.

   La rebelión de las agrupaciones locales a la orden terminante del coordinador federal demuestra que ha empezado la necesaria refundación de IU. El mensaje de Cayo Lara ha sido un absurdo: pretendía que se votara a los candidatos del partido Pseudo Socialista Obrero Español (PSOE), después de haberse pasado la campaña asegurando que este PSOE de ahora es igual que el partido denominado Popular. Si en esto tenía razón, no podía tenerla en ordenar que se le apoyase.

 

Enemigos del pueblo

 

   La igualdad de criterios entre el llamado Partido Socialista de Euskadi (PSE), versión foral del PSOE, y el PP se ha patentizado en la común oposición de ambos partidos a Bildu, en un vano empeño para que Juan Carlos Izagirre no fuera alcalde de San Sebastián. Además, el PSE ha expulsado a los militantes que apoyaron con sus votos a Bildu en los pueblos de Euskadi en los que alcanzó la mayoría.

   Así entienden los dos partidos mayoritarios el segundo punto del artículo primero de la Constitución que yo no acepto, pero que ellos elaboraron a su conveniencia: "La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado." Los dos partidos que se alternan en la gobernación del reino conculcan lo que ellos redactaron, al oponerse a que en Euskadi ejerza el pueblo su soberanía. Para eso elaboraron juntos la antidemocrática Ley Orgánica 6/2002 de Partidos Políticos, que IU debiera tener denunciada ante el Tribunal Europeo de los Derechos del Hombre. El PSOE y el PP son enemigos del pueblo, al que pretenden amordazar en su propio beneficio. Loa dos actúan de la misma forma.

   Otra versión regional del PSOE, el que dice ser Partido Socialista Andaluz, ha estado insultando a los militantes de IU, exigiéndoles que les voten a ellos en los ayuntamientos, y manifestando que la abstención o el apoyo a los presuntos populares es un acto contra natura. Lo único contranatural es que una coalición llamada Izquierda Unida se alíe con quienes hacen la política más antisocial, no digamos antisocialista, de la Unión Europea. Oponerse al partido PSOE es pro natura, es una obligación de los izquierdistas del reino. De los verdaderos, claro.

   Prueba de que los dos partidos son iguales, como afirmó Cayo Lara durante la campaña, es la reforma laboral aprobada el 10 de junio, marcado ya para la vergüenza de nuestra historia: el Gobierno que se dice Socialista y hasta Obrero autoriza los despidos baratos de trabajadores a las empresas, y complica la negociación colectiva a los trabajadores. Lo que unido a las reformas económicas puestas ya en práctica por el Gobierno del inepto Rodríguez convierte a la legislación española en la más reaccionaria de la Unión Europea. 

 

Enemigos del progreso 

   Cayo Lara ordenó a las federaciones de IU que votasen a los candidatos del PSOE para tener mayorías de progreso. ¿Qué entiende este hombre por progreso? ¿Le parece progresista lo que legisla el ministro Valeriano Gómez, el tránsfuga de la Unión General de Trabajadores? ¿Cree que es progresista el secretario generalísimo del PSOE, el incompetente Rodríguez, esclavo de la derecha europea más extremista, como es la dirigida por la canciller Merckel y el pequeño Napoleón Sarkozy?

   ¿Es progresista sostener a la Iglesia catolicorromana, en contra no solamente de la opinión mayoritaria del pueblo, sino de las declaraciones del Parlamento Europeo, como lo hace el Gobierno del compañero Rodríguez, con el aplauso del PP? ¿Es progresista mantener tropas españolas en el extranjero, al servicio del imperialismo gringo, matando civiles y ocasionando la muerte a soldados españoles, como hace el secretario generalísimo del PSOE, con la complicidad del PP?

   Lo progresista es oponerse a los dos partidos que se alternan en la gobernación del reino, puesto que ambos ejecutan la misma política, según explicó Cayo Lara en todos sus mítines durante la campaña, y como todos sabemos.

 

Lo que esperamos de IU 

   Mientras IU sea el apéndice del partido PSOE fracasará en todas las elecciones. Las estadísticas lo confirman: el declive de la coalición es imparable y lógico. Los suscritos al llamado pesebre sociata seguirán votando al PSOE, y los izquierdistas nos abstendremos, por no haber un partido o coalición de izquierdas en el que confiar. Eso es lo que sucedió en las pasadas elecciones del 22 de mayo, y en las anteriores: IU es un residuo calcinado. Es urgente su refundación.

   Dada la abyecta derechización del partido PSOE, el papel de IU es aglutinar a la izquierda, presentándose como un grupo independiente, contrario a la política del Gobierno antisocialista, al que debe enfrentarse en el Parlamento y en la calle. Tiene que replantearse su función, y dejar de ser el rabo del PSOE, como lo es ahora en todas sus decisiones. Ha de ser autónoma, con sus propias señas de identidad únicas.

   Existen centenares de agrupaciones izquierdistas en el reino, que no pueden apoyar a ningún partido en las elecciones. La izquierda española está huérfana. La misión de IU consiste en darles confianza para que acepten su representación

   Eso no es posible lograrlo con Cayo Lara como coordinador federal. La rebelión a sus órdenes absurdas y contradictorias de las federaciones lo demuestra así, y también que es un peso muerto prescindible. Si está de acuerdo con la política del partido PSOE, que se transfugue, siguiendo el camino de Rosa Aguilar, Cristina Almeida, y tantos otros topos sociatas de vergonzosa memoria.

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Arturo del Villar, otro desencantado.