Un candidato de rebote PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Lucas León Simón   
Miércoles, 19 de Octubre de 2016 00:00

psoe

Andan todo apesadumbrados en el PSOE por el dilema a que han abocado al partido el conservadurismo subyacente en las “clases acomodadas” del mismo, la ambición descarada de otros y “otras” y el afán de protagonismo de un magma que traspasó la barrera socialdemócrata para entroncar directamente en el social-liberalismo.

En realidad el PSOE en general y Felipe González en particular fueron, en su momento, el bálsamo de tinte izquierdista que encontraron el Departamento de Estado Norte-americano (CIA) y las ya conservadoras socialdemocracias europeas (Alemania, Suecia,…) para que el referente de la izquierda frente al invento de “centro”, germinado en la Secretaría General del Movimiento Franquista, no fuera el histórico PCE, el único que había mantenido una lucha consecuente y heroica frente a la dictadura.

Felipe González tiró por la borda el marxismo y lo poco que le quedaba de “obrero” y sentido reivindicativo y comenzó una era de privatizaciones de empresas públicas (120 en total) y a practicar un modelo de gobernar, Gal y Terrorismo de Estado incluido,  en nada diferente de cualquier partido liberal, de derecha sin moderar, homologado en la derecha mundial.

En realidad, la actual crisis del PSOE lleva gestándose desde hace mucho tiempo. La socialdemocracia europea se ha quedado sin modelo, sin discurso y sin ideología. Venden ideas y verborrea de “izquierdas” durante los periodos electorales y gobiernan a los dictados del mercado y los poderes fácticos cuando ocupan poder.

Cautivo de esa verborrea, en España le surgió un secretario general que acuño un “No, es no”. Pero a su aparente firmeza se le ha opuesto el “partido real”, el de los cargos, el integrado y entregado al sistema, que maniobrando arteramente le ha obligado a dimitir.

Sus sesudos analistas dicen que tanto el “No” a Rajoy como la desacredita “abstención” ante las bases del partido son malas. Y quizás todavía no se han dado cuenta, tan aficionados que son a la creación de líderes de cartón piedra, que de esta manera les ha salido uno. ¡Gratis!

Ya tienen candidato para las próximas elecciones, sean cuando sean, y ahora le vendrá bien incluso que le obliguen a abandonar el Grupo Parlamentario por resistirse a no votar no. Asi tendrán a alguien que puede unir en una falsa idea progresista a militantes y agrupaciones descontentas y a votantes socialistas sin carnet, al que pueden presentar con un pedigrí de izquierdas que no podían ni soñar.

En política nada es hasta que no se demuestra, pero yo creo que no le iría mal ni en unas denostadas e inmediatas terceras elecciones.

 

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Fuente: Blog de Lucas León Simón