Estábamos en la misma batalla, ahora estamos en la misma trinchera PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Juan García Ballesteros   
Viernes, 24 de Junio de 2016 00:00
Desde hace mucho tiempo estamos en guerra. No es de bombas, ni cañonazos. Es una guerra ideológico-económica. Por una parte, están los poderes económicos y financieros, la Troyka, el BCE, El FMI y los partidos conservadores y socialdemócratas europeos que pretende (y han conseguido) aplicar una política desastrosa para las clases populares. Por otra, la izquierda real que anhela un cambio profundo del sistema que favorezca a los más débiles, a la inmensa mayoría de la población.
La crisis actual es consecuencia de la desaforada carrera para acabar con el estado del bienestar y, a lo largo de los últimos años, transformar las sociedades a favor de las grandes corporaciones económicas (banca, multinacionales, entidades financieras,…), hundiendo en la miseria, la exclusión social, la desesperación y el paro a millones de personas.
Nuestro país, tanto el PP como el PSOE, como fieles lacayos de los poderes económicos europeos (con Alemania como principal impulsora) se han plegado a sus exigencias y, con una genuflexión vergonzosa, ha aceptado sus exigencias:
- Reforma de la Constitución en el artículo 135 que exige la devolución de los intereses y el capital de la deuda pública antes que satisfacer las necesidades de la ciudadanía: sanidad, educación, desempleo, dependencia,…
- Dos reformas laborales que han dejado a los trabajadores a los pies de los empresarios (sin convenios colectivos, con trabajos precarios, abaratando el despido,…).
- Privatizaciones de los servicios públicos fundamentales (sanidad, educación, dependencia,…)
- Bajada de salarios y de las pensiones.
- No a la inversión pública en economía productiva.
- Rescate a la banca con miles de millones de euros, sin exigirle conceder préstamos a PYMES y familias.
Todo ello, ha contribuido a un escandaloso aumento del paro y la precariedad laboral, a la exclusión social de millones de ciudadan@s y a un tremendo éxodo de jóvenes muy bien formados buscando en otros países un porvenir que el suyo les niega.
Lo que ha ocurrido después del 20D es muy conocido. El PSOE, siendo fiel a sus principios ideológico-económicos, y siguiendo la senda marcada por sus varones, optó por un acuerdo con Ciudadanos, que recogía un lavado de cara del sistema, para que siguieran mandando los de siempre, los poderes económicos y financieros y las grandes empresas. Los socialistas han despreciado la posibilidad de un Gobierno real de izquierdas. Lo tenían fácil, pero la alianza con Podemos e IU, a esta falsa “izquierda electoral” le erizaba la piel, les producía esa animadversión que llevan manifestando durante toda la democracia.
Unidos Podemos es una confluencia de partidos y colectivos (Podemos, IU, Equo, Compromis, Mareas,…). Plantea revertir la dura situación político-social que padece la inmensa mayoría de la gente para que recupere un nivel de vida digno, acabando con el paro, el trabajo en precario, los desahucios, la bajada de salarios y pensiones, la exclusión social, … En definitiva, proponen una nueva política que transforme el injusto panorama social, político y económico y que acabe con los privilegios y grandes beneficios de los poderosos.
Como esta nueva realidad no estaba prevista por las corporaciones económicas (verdaderos dueños que ordenan las políticas a los gobiernos), esta unidad de la izquierda real ha roto el idílico noviazgo del bipartito y ha irrumpido con fuerza en las esferas democráticas de un posible gobierno alternativo. Pero no debemos engañarnos. Los poderes económicos y sus lacayos, los partidos del Régimen del 78, no van a aceptar que Unidos Podemos llegue al Gobierno. Están utilizando todas las cloacas del sistema para atacar a esta nueva formación, desde los grandes medios de desinformación hasta las propias instituciones del estado. Pero el cambio es imparable. Son ya muchos millones de ciudadanos, cada vez más, los que han perdido el miedo, han abierto los ojos y, como recoge Carlo M. Cipolla en su ensayo sobre “Las leyes fundamentales de la estupidez humana”, han pasado de “incautos” a “inteligentes” y votarán a Unidos Podemos.
Según pronostican las encuestas, los resultados del 26J serán diferentes de las elecciones anteriores. Lo más significativo es que Unidos Podemos será, por lo menos, la segunda fuerza política. Hay posibilidad que con el PSOE se pudiera conseguir una gran mayoría para gobernar. Pero como ya ha ocurrido, los socialistas están en la trinchera de los poderosos y ya han proclamado que de ninguna de las maneras Pablo Iglesias, con su apoyo, será Presidente del Gobierno.
Difícilmente se volverá a repetir la fracasada coalición socialista y C´s. Lo que aplauden los poderes económicos es la propuesta de la Gran Coalición (PP, PSOE y Ciudadanos) o el Gobierno del PP y Ciudadanos con la abstención del PSOE. Ya lo veremos.
Lo más probable es que Unidos Podemos quede como la fuerza política que asuma una oposición sería, contundente y constructiva. Una oposición que marcará un funcionamiento más abierto y participativo de las tareas parlamentarias con continuas propuestas y proposiciones de leyes que pretendan cambiar la situación política, social y económica que, aunque fueran derrotadas, colocarán al Gobierno en la tesitura de tener que rechazar. Serán muchas voces en una, muchas voces que plantearán alternativas al paro, a la pobreza, al hambre, a la exclusión social, a la pérdida de viviendas y de derechos laborales y sociales, a las privatizaciones y, sobre todo, a la falta de soberanía política y económica.
Hay que ser pacientes y perseverar. Cuatro años pasan muy pronto, aunque dejen a nuestro país más hundido todavía en el paro, la miseria, la desigualdad y la exclusión social.
 

En la imagen superior, fotograma: Stanley Kubrick."Senderos de gloria"

 

Juan García Ballesteros es Presidente del Colectivo Prometeo  y miembro del FCSM

 

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Fuente: Colectivo Prometeo