España en la ONU o la ONU en España PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por José Manuel Aguilar de Ben / UCR   
Martes, 13 de Octubre de 2015 05:08

"No te preguntes que puede gacer la ONU por ti, sino qué puedes hacer tú por a ONU"E

En las primeras elecciones "democráticas" de 1977 tras 40 años de dictadura en España, no hubo los observadores de la ONU, que algunos candidatos solicitamos. Hace 10 años en el 60 aniversario de la ONU en San Francisco en 2005, no hubo representantes oficiales del Reino de España, solo de la sociedad civil, que me toco representar. La historia de las relaciones entre España y la ONU está llena de encuentros y desencuentros.

 

El Estado Español no fue invitado en 1945 a participar en la creación de la ONU por los aliados (China, Rusia, Francia, Gran Bretaña y EE.UU.) y otros más de 40 estados. Ni el Estado Español, ni Italia, ni Alemania, ni Portugal, ni Japón ni muchos otros fueron estados fundadores de Naciones Unidas. Algunos tampoco estuvieron en 2005.

EL Estado Español del 18 de julio, aliado de fascistas italianos, nazis alemanes y agresores nipones, sobrevivía tras la derrotas de estos en 1945 ninguneado por los aliados. Tuvieron que pasar otros 10 años hasta que en 1955 la ONU acepto el ingreso de Estado Español, junto a Portugal, a la Republica de Italia post-fascista, Austria, Rumania, Camboya, Libia, Jordania y varios otros estados no democráticos, tras haber sido aceptado ya en la OIT, FAO y la UNESCO, como en la OCDE.

El 70º aniversario de Naciones Unidas está teniendo una especial relevancia en esta sesión anual de la Asamblea General. No solo por coincidir también con la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible para la renovación de los Objetivos de Milenio que elaboramos hace 15 años para el periodo 2000-2015, ahora ampliados a 17 objetivos para el periodo 2015-2030, por la participación de gran numero de Jefes de Estado de los 193 estados miembros, y el Papa de Ciudad de Vaticano y otros líderes religiosos, los preparativos de la Cumbre del Cambio Climático de Paris , COP21, a principios de diciembre, y la continua crisis de los refugiados, sino por la creciente tensión en Oriente Medio y la crispación de "guerra fría" entre Occidente y Rusia. Rusia también reclama su preeminencia en la ONU, pues fue en la cumbre de Teherán de 1943 y en la de Yalta, donde se acordó su creación, y por su decidida actuación militar y de pérdidas humanas, que llevaron a la victoria aliada en 1945, aunque luego se alejara de los principios de paz y diálogo para los que la organización fue principalmente creada. Sin los EE.UU., la ONU, como su predecesora la Sociedad de Naciones, no habría sobrevivido 70 años. Tras el ataque nipón a Pearl Harbour y la entrada de EE.UU. en guerra, no fue solo el impulso que Cordell Hull, Secretario de Estado del Presidente Roosevelt y premio Nobel de la Paz dio a la redacción de la Carta de las Naciones Unidas, sino la acogida en territorio americano de la sede principal de la ONU, la que ha permitido el posterior desarrollo del sistema de Naciones Unidas, pese a los ocasionales vetos de unos u otros. La multitud de pactos y acuerdos promovidos por la ONU han permitido el mundo más interdependiente e interconectado de hoy y la ausencia de guerras mundiales, aunque evidentemente no regionales ni locales. En un futuro próximo la ONU también tendrá que evitar una guerra de intereses en el Ártico entre miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

El Estado Español no estuvo en el Desembarco de Normandía en 1944, ni el Reino de España en su 70 aniversario el pasado año junto a otros estados europeos, como no estuvo en la posterior liberación de Paris aquel mismo año, aunque si lo estuvieron destacadamente soldados de la República Española, hoy casi ignorados en España. Tampoco El Estado Español estuvo en el V Day de 1945 de la victoria aliada, tras la caída del Berlín nazi, la invasión de Italia y la victoria sobre Japón, aunque fuera a costa de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, también tristemente conmemorado este año. Tampoco ha estado el Reino de España este año en el 70 aniversario de la victoria aliada.

Por eso el Reino de España sucesor sin ruptura del Estado Español del 18 de julio, que no estuvo ni en aquellos acontecimientos de 1945, ni en sus conmemoraciones europeas actuales, acude a los actos de los 70 años de la ONU con poca presencia y mensaje, salvo para presidir durante este mes de octubre el turno rotativo del Consejo de Seguridad del que es miembro electo por dos años. Es de esperar que con más acierto que cuando voto por la guerra de Irak, la última vez que estuvo en el Consejo. Precisamente este mes cuando el 24 de octubre se celebre el día de Naciones Unidas, precedido y seguido por la presidencia de tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad, Rusia, Reino Unido de Gran Bretaña ( que incluye Gibraltar) y sucedido por Estados Unidos de América (con bases militares en el Reino). Y además coincide este mes, con el mayor despliegue militar de la OTAN en el Reino de España desde la IIª Guerra Mundial, para unas operaciones militares, que van a situar a la península e islas del Reino de España en el epicentro de cualquier ofensiva terrorista islámica o agresiva-defensiva de Rusia. La vistita a Madrid, del Secretario de Defensa y seguida de la del Secretario de Estado de EE.UU. atestigua donde están puestos los focos este mes de octubre. Parece que el Reino de España está enredado en su propio laberinto histórico, no solo en su unidad interior sino en sus interrelaciones internacionales.

Pasadas las conmemoraciones de los 70 años de la ONU, y las actuaciones del Reino en el Consejo de Seguridad, ya habrá tiempo de celebraciones en España del 60 aniversario de la incorporación del Estado Español a la ONU, el próximo 14 de diciembre, unos días después de la Cumbre de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Paris, y en plena campaña electoral, 6 días antes de las elecciones generales del 20 de diciembre. Estas, 84 años después de las de 1931, que trajeron la IIª Republica Española y el exilio de la familia real de la noche a la mañana, y dos meses después de las recientes de la República de Portugal, que siempre suele ir un poco por delante de España en su acontecer político.

En los 60 años en la ONU del Estado Español constitucionalizado en 1978 en el Reino de España hace 36 años, mucho es lo recibido de Naciones Unidas y sus agencias especializadas por el Estado, desde proyectos y financiación del Banco Mundial en infraestructuras y educación, a directrices globales de agencias de Naciones Unidas en prácticamente todas las áreas de gobierno del Estado, las autonomías y los municipios. Pero tampoco es poco lo que el Estado, mediante las aportaciones de los contribuyentes españoles, ha contribuido a las funciones y operaciones de la ONU y sus agencias especializadas. Pese al pobre historial inicial en la ONU y la más absoluta dependencia económica desde el Plan de estabilización del FMI en 1959, y militar desde los Acuerdos de Cooperación de las Bases Militares con EE.UU, así como después de 1985 desde la incorporación a la Unión Europea hace ahora 30 años, la contribución del Reino de España a la ONU es significativa. Es la 9ª, formando parte del Grupo de Ginebra de los 12 mayores contribuyentes de la ONU. Su participación en misiones militares paz y humanitarias, y con la base operativa de apoyo a la misiones de paz de ONU en Valencia. La mediación en los contenciosos del Sahara y Gibraltar. Las aportaciones presupuestarias a varios programas, fondos y agencias del ECOSOC. La participación en el PNUD, el programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. La labor por la protección de la infancia de UNICEF. La llegada de un ex ministro a la dirección general de la UNESCO. La costosa y malograda candidatura de otro a la dirección de la FAO. Las disposición de reservas del Banco de España y transferencias de la Hacienda española al FMI para la crisis de Argentina, que luego le valieron el nombramiento de Director Gerente del FMI, a un vicepresidente económico, hoy cuestionado. La presidencia de una española en la agencia de la ONU para la Mujer, incluso el apoyo americano a un hoy ex secretario general de la OTAN, y por ende luego Alto Representante Exterior de la UE, la cooperación entre la UE, la ONU e Interpol, la presencia en el Tribunal Penal Internacional, y en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, son muestras del largo recorrido que el Estado Español y el Reino de España han hecho de los 60 años en Naciones Unidas. Los principios de la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, están muchos incorporados a la Constitución de 1978, pendiente esta de revisión y actualización generacional, y en gran parte de la legislación sobre derechos y libertades civiles. La Comisión de Derechos Humanos esta para defenderlos en todo el mundo. Las directrices de la Organización Mundial de la Salud, la OMS, se cumplen. La OIT, la Organización Internacional del Trabajo, facilita y asesora en todo el entramado de concertación laboral. La OMC, la Organización Mundial del Comercio facilita y regula los intercambios comerciales, hasta el punto de que ningún gran país quiere quedarse fuera. Madrid acoge una sede mundial de una agencia de Naciones Unidas, la OMT, la Organización Mundial de Turismo. La OMI facilita el tráfico marítimo. Sin la IATA, difícilmente el tráfico aéreo internacional funcionaria.

La ONU está teniendo más larga vida que su predecesora la Sociedad de Naciones, en la que la IIª República Española tuvo una destacada actuación, y es hoy imprescindible para el funcionamiento de un mundo globalizado, pero no hay que esperar que sea "el reino de los cielos". Son muchas las reformas pendientes y en curso, desde la ampliación del Consejo de Seguridad a la coordinación de las diversas agencias del Consejo Económico y Social. Es la organización mundial imprescindible en cuyo seno concurren las diferencias entre estados. Es una organización intergubernamental, aún no entre ciudadanos. Por eso ya desde la Cumbre de la Tierra en Rio en 1992, en la Cumbre del Milenio del el 2000 y desde el 60 aniversario de la ONU en 2005, algunos activistas de la sociedad civil mundial venimos propugnando, la democratización de las Naciones Unidas y la constitución de un Parlamento Mundial de Naciones Unidas, elegido directamente por la ciudadanía mundial, que complemente a la Asamblea General de la ONU, sugiriendo el modelo europeo del Parlamento Europeo como representante directo de los ciudadanos a través de los partidos políticos, además del Consejo Europeo formado por los gobiernos, que sería el equivalente a la Asamblea General y con una Secretaria General de la ONU con funciones similares a las de la Comisión Europea. Quizás mucho pedir para estrategas más pendientes de sus asuntos locales o regionales, que los interdependientes nacionales e internacionales.

Por eso, hoy, aún se vislumbran mas sombras que luces en el horizonte institucional interior e internacional del Reino de España, y por ende de la ciudadanía. La ONU contribuyó a salir de la dictadura y democratizar las instituciones del Reino, pero como ocurre con la defensa las libertades y los derechos en un Estado, hay que seguir construyendo las interdependencias bilaterales, regionales e internacionales, tanto si se es ciudadano de un Estado, pequeño, grande o mediano. Con los principios e instrumentos del sistema de Naciones Unidas está más garantizado conseguirlo. ¡Larga vida a la ONU!

 

José Manuel Aguilar de Ben  es miembro de la Asociación para las Naciones Unidas en España