Políticos al paro PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Lunes, 28 de Marzo de 2011 04:43

PP, PSOE, IUEs posible que padezcamos los políticos que nos merecemos. Un pueblo que soportó una dictadura durante 36 años aguanta todo lo que le echen. Pero escuchar tantas pajineces y desvergüenzas seguidas llega a escandalizar.

 

   Por ejemplo, lo que ha manifestado María Dolores Cospedal en un mitin celebrado en Guadalajara. Ha exigido "que  ETA se disuelva, que pidan perdón a las víctimas y que se marchen a casa". Esto lo ha dicho la secretaria general del partido que presume de ser Popular, un partido que tiene como presidente fundador a Manuel Fraga, ministro y embajador de la dictadura, y muchos de sus afiliados son asimismo colaboradores del dictadorísimo; los jóvenes son borrachos simplemente. Lo que deben hacer los militantes de este partido es disolverlo, pedir perdón a los españoles por su complicidad en los crímenes de la dictadura, y marcharse a su casa, aunque su presidente fundador ha de ir a una cárcel especial, como la de Spandau.

   Pero el partido que se alterna con él en el Gobierno, el que dice ser Socialista, ¡y hasta Obrero!, no desmerece del rival. Hay que oír a su secretario generalísimo, el belicoso e inepto compañero Rodríguez, poner la voz campanuda frente a los micrófonos, para lanzar sus pausadísimos mensajes, en los que hay más silencios que palabras. Parece que quiere emular a Lawrence de Arabia, en un delirio propio de Las mil y una noches, y declara la guerra a los pueblos árabes. Además, se reúne con los cuarenta empresarios, y les dice que conoce un conjuro mágico, un "Ábrete, sésamo", para sacar a la comatosa economía española de su estado cataléptico. Pero los cuarenta empresarios le replican que ellos tienen otro mejor, consistente en que no revele si va a volver a presentarse a las elecciones generales el año próximo. Pues vaya plan: se presente o no, el resultado será el mismo, porque los vasallos que le votaron no volverán a cometer el mismo error. Es aleccionador examinar su gesto ante los micrófonos: vuelve el rostro hacia la derecha, naturalmente, mientras sus manos juntas señalan a la izquierda, como si quisiera decir que aunque hace una política de extrema derecha la aplica desde su izquierda.

   Y ahí está el aguerrido Cayo Lara dispuesto a exterminar lo poco que resta de Izquierda Unida. La coalición era el principal promotor de la manifestación sabatina en Madrid, para protestar por la cruzada imperialista contra Libia, pero él anunció que no participaría en ella, porque prefería irse a intervenir en un acto político en un pueblo valenciano. La explicación de ese acto irracional es magnífica: "Como no soy Dios, no puedo estar en todas partes." Sabíamos que no es Dios, y ahora además sabemos que es idiota.

   Hay que mandar enseguida al paro a estos políticos tarados. Es urgente constituir un partido republicano de izquierdas, que proporcione confianza a los votantes, porque les hable con propiedad en román paladino de lo que les preocupa, y les proponga soluciones desde la izquierda para superar esta situación caótica a la que nos ha llevado el calamitoso Gobierno con la ayuda eficaz de su patética oposición.