Gerardo Iglesias: “Mientras el PSOE tenga la hegemonía de la izquierda, ésta no gobernará” PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Entrevistas
Escrito por Juan Bosco Martín Algarra   
Martes, 10 de Mayo de 2016 05:20

Aunque cueste creer en estos tiempos de puertas giratorias, este país conoció a políticos que, cuando dimitían de sus cargos, volvían a trabajar en sus ocupaciones anteriores a la política. Si eran abogados, al despacho; si eran catedráticos, a la universidad; y si eran mineros, a la mina. Este fue el caso de Gerardo Iglesias, ex secretario general del Partido Comunista de España entre 1982 y 1988 y primer coordinador de Izquierda Unida.

 

Ahora, con 70 años y desde su retiro en Asturias, observa atentamente la actualidad política, pero se niega a dar nada que parezca un consejo a estos políticos que no han sido capaces de formar Gobierno. “Yo no doy consejos, doy opiniones… y no muchas veces, sólo cuando me pillan y yo me dejo pillar, como ahora”, contesta con buen humor.

No da consejos, pero reparte severas críticas a PP y PSOE, cuyas políticas económicas entiende como las dos caras de una misma moneda.

 “Le decía que no quería entrar en el tema y ya estoy en medio del charco… digo charco porque el bipartidismo es un charco peligroso. Es mejor que desaparezca, y está en vías de que eso suceda…”, asegura en esta charla con lainformacion.com.

¿Qué opinión le merece la unión de Podemos e IU?

Me parece fundamental que se logre la confluencia y que el voto de la ciudadanía responda positivamente.

¿Prevé un pacto de Gobierno de izquierdas con el PSOE tras el 26J? 

Eso lo veo más complicado porque el PSOE está muy identificado con la posición de sus barones regionales, o sea, plegarse al neoliberalismo de forma completa. Mi impresión es que mientras el PSOE no se encuentre en una situación subalterna a la verdadera izquierda no habrá renovación.

Sánchez ha dicho varias veces que quería pactar con Podemos y que la intransigencia de Iglesias lo impidió.

Toda esa argucia de tratar de presentar a Podemos como el obstruccionista, como el que nunca quiso formar un gobierno no se lo creen ni ellos ni buena parte de la ciudadanía. Los ciudadanos no son gilipollas.

No lo son, pero las palabras de Sánchez están ahí.

Y los hechos también. El PSOE se quitó la careta desde el principio. Comenzó repartiéndose la mesa del Congreso con PP y Ciudadanos, y a continuación envió a Podemos al gallinero. Eso fue una humillación. Todo el mundo da por acabado a Pedro Sánchez a pesar de que cumplió con lo que le ordenaron: no pactar con Podemos.

Ya ha habido pactos de izquierda en los gobiernos de las autonomías y ayuntamientos.

En esos niveles no se pone en tela de juicio el meollo de la cuestión, que es la política económica.

¿No deberían al menos haber intentado el pacto entre los partidos de izquierda?

El PSOE se unió a Ciudadanos, y ya se sabe lo que quiere Ciudadanos: una Gran Coalición sin Rajoy, que está demasiado pringado. Susana Díaz ya ha expresado posiciones bastante afines al neoliberalismo y a la Gran Coalición. Esta misma mañana del lunes el presidente de Extremadura, Fernández Vara, ha mostrado que no es partidario de la confluencia entre IU y Podemos. Hombre, aliarse con Mariano Rajoy con la que está cayendo es un suicidio consentido… 

¿Es el problema catalán el gran obstáculo para unir a PSOE y Podemos en un Gobierno?

No, ese ha sido el escudo del PSOE, el “España se rompe”. Ya se sabe que los nacionalistas españoles son muy patrióticos, pero luego la venden por cuatro pesetas… o la regalan. El meollo de la cuestión no es el problema catalán, aunque es un problema gordo que hay que solucionar por la vía del diálogo. El problema gordo es la política económica.

Y dentro de la política económica, ¿qué exactamente?

El quid de la cuestión es si este país va a seguir practicando las políticas que se prescriben en Alemania, la Troika el FMI o se va a oponer. No va a ser fácil cambiar, porque estamos en una época donde los poderes económico-financieros se han arrogado la soberanía de los pueblos. Pero hay que enfrentarse a eso. 

Entonces, veo que para usted es más importante que Podemos e IU superen al PSOE que echar del Gobierno al PP.

No, eso no lo he dicho yo. Lo fundamental es ofrecer una alternativa a las políticas del bipartidismo de PP y PSOE. Lo del PP en los últimos años ha sido de juzgado de guardia. Este país ha retrocedido en derechos y libertades una auténtica barbaridad. Me parece que quien calificaba al PP de organización para delinquir más que de partido político no estaba exagerando.

Supongamos que Podemos e IU juntos superan al PSOE...

Eso sería un hecho positivo en sí mismo. Y además podría ayudar a que el partido que se llama socialista y obrero español recuperara algo de lo que significan esas siglas.

Y tras el 26J, ¿estará más cerca o más lejos que la izquierda gobierne?

Mientras el PSOE tenga la hegemonía de la izquierda, la izquierda no va a gobernar. Eso es evidente. Y mientras en el PSOE mande algo Felipe González, no habrá renovación.

¿Fue oportuno que Iglesias dijera en un momento de negociación que el PSOE tenía el pasado “manchado de cal viva”, en referencia a los GAL?

No sé si fue oportuno o no, pero dijo la verdad. Es verdad, ¿no?

Me refiero a si era buen momento o no...

¡Siempre es buen momento para decir la verdad! En este país estamos hartos ya de que no se diga la verdad. La corrupción institucionalizada y generalizada se explica por la costumbre de no decir la verdad y pasar página. Pues no: hay que decir la verdad y que la conozcan las nuevas generaciones. La Transición se cimentó en gran medida sobre el edificio del franquismo, que pervive y explica la gran corrupción que se adueñó de este país. ¡Hay que decir la verdad! Y hay que decir que una democracia no se puede gobernar desde las alcantarillas, como llegó a afirmar Felipe González.

Y si gana la izquierda de verdad, ¿Qué esperaría en el primer año?

Yo soy un observador, estoy apartado de la política activa. No me encuentro en condiciones de contestar a eso, pero sí saludaría con mucha alegría que ocurriera así. Con toda seguridad las expectativas de España serían mejores. De hecho, la sola aparición de Podemos ha cambiado el mapa político y social de este país. Qué sería de España sin el 15M, por referirme solo a los movimientos sociales de este último periodo. Sería una España con un bipartidismo impertérrito e inamovible, obedeciendo las órdenes de Alemania, soportando hambre. Es terrible que a estar alturas del siglo XXI se habla de hambre en España, con millones de personas pasando necesidad.

Le he oído a usted en tv autocalificarse como “antisistema”. ¿Podría explicarse?

Son tremendas las argucias que utilizan las élites políticas del neoliberalismo. Al que protesta en la calle quieren ponerle la mordaza porque es antisistema. Pues yo soy “anti este sistema” que recorta derechos y libertades, que conduce a amplias zonas de la población a la marginación y la miseria. Soy “anti este sistema” que durante cuarenta años ha sido incapaz de condenar el régimen de Franco, y de reconocer a 120.000 víctimas que siguen en las cunetas. Soy “anti este sistema”, pero no soy antidemocrático. Es este sistema el que no es democrático.

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Fuente: La Información