Unidos Podemos y el PSOE quieren reformar la ley de la Memoria Histórica, pero en direcciones distintas. El grupo parlamentario liderado por Pablo Iglesias pretende instaurar la categoría "víctimas de la Transición", algo que ha abierto un abismo con el Gobierno. Pedro Sánchez no está dispuesto a aceptar ese extremo y no aceptará siquiera abrir el debate.
La coalición entre el partido morado e Izquierda Unida estira la "violencia de origen institucional" hasta finales de 1982. Menciona casi 190 "víctimas mortales" acaecidas entre la muerte de Franco y la llegada de Felipe González a Moncloa. De aprobarse esta proposición -registrada en el Congreso a finales del pasado junio- el Estado repararía moral y económicamente a las llamadas "víctimas de la Transición".