14 de Abril de 1931. Asturias fue una fiesta republicana PDF Imprimir E-mail
Nuestra Memoria - La Segunda República
Escrito por javier G. caso / La Voz de Asturias   
Viernes, 15 de Abril de 2011 00:00

Una multitud celebra la llegada de la República ante el ayuntamiento de Oviedo."La noticia del advenimiento de la República ha sido acogida en Asturias con grandes muestras de júbilo". Con este titular recogió LA VOZ DE ASTURIAS el 15 de abril de 1931 el cambio de régimen. Como en el resto del país, el acontecimiento se celebró en la región "dentro del mayor orden y el más grande entusiamo", en una jornada plagada de manifestaciones y festejos.

La República llegó dos días después de las elecciones municipales del 12 de abril, unos comicios en los que, pese a la victoria global de los monárquicos, la conjunción republicano-socialista se impuso en 41 de las 50 capitales de provincia y en las principales ciudades españolas.

 

La crónica de LA VOZ ofreció un detallado relato de aquella jornada en la que Asturias, por la tarde, festejó la llegada del nuevo régimen en un día en el que "lo verdaderamente importante, y ante lo que nos sentimos vivamente complacidos como ovetenses y como asturianos, es que en ningún momento se ha alterado la paz pública. Y con paz por delante pueden esperarse cosas provechosas".

La actividad vivida en el seno del comité provincial revolucionario reunido ya desde por la mañana fue frenética. Su delegado, el socialista Amador Fernández, mantuvo en todo momento el contacto con Madrid. Se trataba de recabar información y recibir órdenes. Mientras, en las calles crecía y crecía el ambiente festivo. Los estudiantes de la Universidad fueron los primeros en salir a la calle a celebrar el cambio de régimen.

Por la tarde "el comité central contestó que el rey había renunciado a la corona de España" y que Niceto Alcalá Zamora presidiría el nuevo Gobierno Provisional. Las órdenes era posesionarse del Gobierno Civil, la Diputación y el Ayuntamiento".

La bandera tricolor es izada A las 4 de la tarde un grupo de manifestantes, que ya portaba banderas republicanas, se dirigió al Palacio provincial, sede del actual Parlamento asturiano e izaron la enseña tricolor en el balcón principal "entre vítores y aplausos entusiásticos". A continuación hubo un discurso que terminó "con vivas a la república, España y otros, ahogados con vítores y aplausos prolongadísimos".

De la Diputación los manifestantes se dirigieron a la plaza del Ayuntamiento. Al comprobar que ya ondeaba la bandera republicana la multitud optó por dirigirse al Gobierno Civil, "uniéndoseles en la Universidad grupos de estudiantes tremolando las banderas de las facultades".

El comité provincial ya estaba allí dispuesto a cumplir las órdenes llegadas desde Madrid. Teodomiro Menéndez debía hacerse cargo del Gobierno Civil y Sergio Sampil de la Diputación, algo que aún se demoró varias horas al negarse el gobernador Rosón.

Lejos de irse los miembros del comité provincial revolucionario y los concejales electos decidieron reunirse allí mismo bajo la presidencia de Teodomiro Menéndez. En aquella reunión, según el relato de LA VOZ "se trató, entre otras cuestiones, de la manera de comunicarse con el resto de la provincia y disponer que dentro del mayor orden se fuesen posesionando de los Ayuntamientos". A continuación constituyeron el nuevo Ayuntamiento de Oviedo y "por unanimidad" se designó alcalde al republicano Luis Laredo. En aquella reunión Teodomiro Menéndez apostó por garantizar el orden público. Y si bien se mostró a favor de "dar al pueblo el máximo de libertades" para celebrar la llegada de la República, también apostó por "reprimir con energía a quienes al amparo de estas libertades pretendan realizar hechos de bandidaje".

En aquel momento eran ya varios miles de personas las que se habían concentrado ya ante el Ayuntamiento de Oviedo, hacia donde tuvo que partir el nuevo alcalde para "aplacar la impaciencia de aquellos manifestantes".

Arenga de Menéndez Desde el Gobierno Civil el socialista Teodomiro Menéndez se dirigió a la multitud. En su discurso se felicitó de cómo el nuevo régimen había sido proclamado en España "sin necesidad de que se mancharan las calles con una sola gota de sangre". Aconsejó prudencia para que nadie "deshonre" al nuevo régimen y, a continuación, demandó "sensatez y cordura".

"El ciudadano, con el nuevo régimen, tendrá libertad de conciencia, de opinión, derecho de reunión. Pero tened presente que el que robe, el que asesine, el que atropelle la propiedad particular, será juzgado inexorablemente", afirmó Teodomiro Menéndez en un discurso que dejó patente el carácter democrático del cambio de régimen.

Mientras tanto en el Ayuntamiento de Oviedo las nuevas autoridades locales fueron recibidas con "grandes vítores" y aplausos, que fueron a más cuando el nuevo alcalde salió al balcón y fue presentado a los ovetenses por José Buylla Godino. Su discurso tuvo que ser interrumpido al paso de un entierro por la plaza del ayuntamiento ante el que los manifestantes respondieron con el "mayor de los silencios". Al desaparecer el cortejo fúnebre prosiguió la fiesta.

Cierres comerciales La animación en las calles se hizo más patente en Oviedo a partir de las seis de la tarde. Echaron el cierre "la mayoría de los almacenes" y muchos comercios. Según el relato de LA VOZ "de todas partes, sin saber dónde y cómo se formaban, aparecían afluyendo a la calle de Uría nutridas manifestaciones. La cordura seguía imperando. Solo se escuchaban vivas a la República, que eran contestados entusiásticamente". A Las seis y media, por la calle Argüelles discurrió una manifestación "nutridísima". A la cabeza de la marcha los manifestantes portaron la nueva enseña nacional. Mientras, en un camión, "iban todas las banderas de las distintas sociedades obreras" locales. Por delante marchaba un vehículo con una pancarta que ponía "Viva Rusia".

Manifestaciones y música También animaron el ambiente los trabajadores de Correos y Telégrados cuyos vehículos oficiales llevaban a la vista la bandera republicana. En ningún momento hubo incidentes en Oviedo durante todo el día. La fiesta en las calles estuvo amenizada por la Banda de Música del Hospicio Provincial después de mucho insistir los manifestantes para contar con su participación.

Mientras tanto, y en un "concurridísimo Gobierno Civil", en el que el público invadió el despacho de su titular, la tarde discurría sin que el gobernador civil monárquico acabara de formalizar el traspaso de poderes a Teodomiro Menéndez. En su recorrido por las calles de Oviedo, aquella tarde del 14 de abril, grupos de jóvenes rebautizaron las calles "que llevaban nombres de personas de la Dictadura, rompiendo las placas y sustituyéndolas por letreros con nombres de las víctimas de la sublevación de Jaca".

De tarde una comisión de las fuerzas republicano-socialistas de Gijón acudió al Gobierno Civil. Solicitaron la puesta en libertad de los presos políticos, una petición que se atendió tras encontrar las nuevas autoridades una fórmula legal. Ya de noche el gobernador civil cesa en su cargo. Asume el puesto Teodomiro Menéndez, quien informa al nuevo ministro de la Gobernación, Miguel Maura.

Cruce de telegramas Ahí surgirá otra de las anécdotas del día. El telegrama de Menéndez se cruza con una circular del ministro que ordenaba que todos los Gobiernos civiles fuesen asumidos por los presidentes de las Audiencias. Una vez enterado, Teodomiro Menéndez comunicó la orden. A las 11 y media de la noche el presidente de la Audiencia Provincial, Prendes Pando, asumió el Gobierno Civil.

En cuanto al resto de Asturias, la proclamación de la República fue acogida con el mismo entusiasmo, un acontecimiento que contribuyó a difundir LA VOZ. "La noticia del cambio de régimen la fuimos comunicando a los corresponsales de los pueblos dotados de línea telefónica, y estos nuestros colaboradores la expandieron por entre los vecindarios respectivos, causando mucha emoción en todas partes". Además, las llamadas a la sede del periódico, desde Oviedo y otros lugares de Asturias, fueron "incontables" a lo largo de aquel histórico 14 de abril. LA VOZ recuerda aquella jornada como "larga y fatigosa, aunque todo el esfuerzo lo damos por bien empleado en obsequio de nuestros lectores y amigos".

Enorme gentío en Gijón En Gijón la crónica destaca la presencia de gente en la calle "desde las primeras horas de la mañana" en espera de acontecimientos. "Enorme gentío invadió la calle Corrida y la plaza del Carmen, estacionándose ante el Círculo Republicano Federal en la confianza de que allí se recibirían las noticias procedentes de Madrid.

Los gritos de Viva de la República se dejaron oír cuando se supo que el último Gobierno de Alfonso XIII quería convocar unas Cortes Constituyentes. En la calle Corrida se organizó una manifestación "engrosada por miles de almas" que se dirigió a la plaza del Ayuntamiento. A la cabeza marcharon varios de los concejales electos de la coalición republicano-socialista. En el consistorio una comisión encabezada por Dionisio Morán Cifuentes trasladó al alcalde "la protesta del pueblo de Gijón ante el anuncio de que se intentaba dilatar la resolución inevitable del cambio de régimen, acudiendo a la convocatoria de Cortes Constituyentes".

La comisión demandó al alcalde que "comunicase al Gobierno el deseo terminante del pueblo de que se proclamase la República sin más trámites en bien de la tranquilidad y el orden". Acto seguido salieron al balcón del consistorio gijonés y Morán Cifuentes trasladó a la multitud el deseo de que llegase la República.

Pizarras en los periódicos Su proclamación se demoró hasta las 5 de la tarde después de que en las pizarras de los periódicos apareciera la noticia de la abdicación del rey, lo que dio pie a una manifestación en la plaza del Carmen a la que concurrieron la mayoría de los ediles electos.

La marcha acabó en la plaza de la Constitución. La encabezó la bandera republicana del Círculo Federal, que fue izada en el balcón del consistorio "entre los vítores delirantes de la multitud". Luego los ediles electos tomaron posesión de sus cargos. La enseña republicana fue también izada en la Casa de Correos y Telégrafos.

En Mieres las primeras noticias sobre la proclamación de la República en la capital de España derivaron en un entusiasmo "jamás igualado". La noticia fue transmitida a los mierenses "por mediación de los transparentes colocados por LA VOZ DE ASTURIAS, formándose seguidamente una manifestación que fue tomando caracteres de imponente cuando llegó ante la Casa Consistorial".

La bandera tricolor fue colocada en el mástil del consistorio. Mientras la banda municipal interpretó La Marsellesa entre los "vítores entusiásticos" de cientos de manifestantes. Al mismo tiempo el comité revolucionario se hacía cargo de la Alcaldía y los concejales electos tomaban. Este diario destacó cómo en la manifestación de Mieres se notaba la presencia de "muchísimas mujeres". Recorrió las calles entre vivas a la República a y los capitanes Galán y García Hernández, los héroes de Jaca.

Verbena de noche La jornada culminó en la villa del Caudal con una verbena la noche del martes 14 de abril sin que se registrase "el menor incidente". De la mano de las carteleras de LA VOZ tuvieron los vecinos de Trubia la primera noticia sobre el cambio de régimen. Por la tarde hubo una manifestación y por la noche una "animadísima verbena" amenizada por la banda de música local en la que se tiró una cantidad "enorme" de cohetes. En el Valle del Nalón nada más conocerse la proclamación de la República se organizó una manifestación. Recorrió las localidades de Sama, La Felguera y Ciaño. Encabezaba la marcha la banda de música, mientras los manifestantes enarbolaron banderas tricolores. Para preservar el orden se nombraron delegados en los pueblos del valle. En Sama el nuevo delegado fue el socialista Belarmino Tomás. La jornada acabó con una fiesta popular después de que el balcón del ayuntamiento acogiese la proclamación de la república.

2.000 personas en Avilés La noticia de las celebraciones en Avilés fue transmitida a la redacción de LA VOZ por teléfono. La información destaca la "imponente" manifestación que se celebró pasadas las seis de la tarde. Concurrieron unas dos mil personas. El comercio local cerró sus puertas en atención a las indicaciones del Centro Republicano local. La bandera republicana fue izada en el consistorio avilesino al compás de La Marsellesa .

Con "tranquilidad absoluta" vivió Pola de Siero la jornada. Se celebró una manifestación popular encabezada por la banda de música. En el oriente de Asturias LA VOZ se hizo eco de las celebraciones en Arriondas. La plaza del ayuntamiento acogió una concentración tras la marcha que recorrió las calles de la capital parraguesa.

"Parece que fue derribado el retrato de determinada persona, arrojándose los pedazos del mismo a la plaza pública", recoge la crónica en alusión a la fotografía oficial de Alfonso XIII que presidía el consistorio. En Ribadesella hubo una manifestación en la que los vecinos mostraron su simpatía por Ramón Fernández, "que es un republicano que lleva más de 30 años al frente de la organización". La crónica periodística de la jornada culmina en el concejo de Aller, dando cuenta de la manifestación celebrada en Caborana, celebrada entre el "gran entusiasmo" de sus vecinos y con la "máxima normalidad". Asturias fue una fiesta.

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Fuente: http://www.lavozdeasturias.es/asturias/Asturias-fiesta-republicana_0_462553767.html