La memoria frente a la desmemoria PDF Imprimir E-mail
Nuestra Memoria - La ley de la memoria
Escrito por Josep Antoni Mollà   
Jueves, 09 de Marzo de 2017 00:00

La reciente emisión por La 2 de La noche más larga, dirigida en 1991 por José Luís García Sánchez y que pasó casi desapercibida, por razones prolijas de enumerar, fue y es un testimonio más que suficiente acerca de una época, la de los últimos coletazos del dictador sanguinario Franco, a quien no le tembló el pulso a la hora de firmar sus cinco últimas penas de muerte pese a que su estado de salud ya era agonizante. Fueron unos hechos que por ámbitos como Ontinyent apenas fueron conocidos públicamente.

En aquel tiempo la política o las discrepancias con los atropellos del dictador circulaban de forma clandestina y minoritaria. Fue tras el concierto de Raimon en agosto en el Patronato, en 1975. Si salían a la calle y se hacían públicas las protestas, eran reprimidas con contundencia por la policía (los grises). Las ansias de ponerle fin al régimen se pudieron palpar ya de modo notorio y tangible en Ontinyent en un abarrotado recinto del patrimonio eclesiástico.

Quién suscribe acababa de cursar el COU en el actual IES l’Estació y he de constatar que pude seguir, semanalmente, creo que con bastante rigor informativo, los acontecimientos que rodearon los últimos fusilamientos del franquismo, a través de la revista Cambio 16, que dirigía por entonces Juan Tomás de Salas. El derecho a la información no existía aquí, y la mayoría de medios ignoraban esos asuntos. Como evocó el director de La noche más larga, fue una ficción rodada en 1990 en la que se tuvo en cuenta aspectos como «hacer una reflexión sobre lo que sucedió en aquellos días» del 75, pero sobre todo acerca de un aspecto que cada día que pasa adquiere mayor relevancia: «Las razones de una especie de desmemoria colectiva que a mí me parece especialmente preocupante», dijo el cineasta el otro día. Un aspecto que sigue y recupera la iniciativa emprendida por el ayuntamiento, la de programar una semana divulgativa anual dedicada a evocar la memoria histórica. Y sin duda el antedicho film debería ocupar algún sitio en esas futuras programaciones. Porque como cantaba Raimon T’adones, company,/ que fa ja molts anys/ que ens amaguen la història/ i ens diuen que no en tenim;/que la nostra és la d’ells,/t’adones, amic…». El último coletazo criminal de Franco no atendió ni la petición de clemencia cursada por el papa Pablo VI, pese a sus excesos de rigor religioso y a estar postrado en una cama, dando sus últimas bocanadas de vida.

Estamos en un tiempo de deriva democrática ya que el partido que ha gozado de más mayorías absolutas en este país, el PP, ha aplicado políticas de erosión democrática, sin esconder sus simpatías y afinidades con el régimen. Las hemerotecas rebosan de declaraciones sobre la empatía de dirigentes del PP con el franquismo. Mientras, desde el gobierno de Rajoy se han dejado en papel mojado leyes como la de la Memoria Histórica o promulgando otras de raíz dictatorial como la ley Mordaza.

El año pasado se estrenó en Ontinyent el documental Les mamàs belgues sobre el hospital militar en esta ciudad durante la Guerra Civil. Próximamente, gracias a una subvención de la Diputación de Valencia, está prevista la exhumación e identificación de los restos de 13 ontinyentins (como las 13 rosas madrileñas), fusilados junto a la tapia del cementerio en 1939.

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Fuente: levante-emv.com