Sequía endémica en España PDF Imprimir E-mail
Nuestra Memoria - La ley de la memoria
Escrito por Plataforma contra la impunidad   
Martes, 23 de Agosto de 2016 05:18

Sequía y sed de justicia desde hace 80 años. Ahora nos dicen que este ha sido de los peores veranos de las últimas décadas, pero peor fue aquel verano de 1936. Aquel golpe de estado de julio que desató el terror en toda la geografía española, aquel 14 de agosto que tuvo lugar la más cruel matanza en Badajoz, aquel 19 de agosto en que Federico García Lorca fue asesinado en el amino de Víznar a Alfaca. Aquel verano que llenó de sangre las islas Canarias, donde el conjunto de arrecifes se vio devastado por la más brutal y cruel represión jamás vivida.

 

Cada isla se convirtió en un laberinto sin salida para miles de canarios cuyo único pecado fue el querer ser dignos. Aquel verano fue el inicio de cuarenta años de sequía, de sed de justicia. Cuarenta años de dictadura militarista y fascista, de tribunales militares, de torturas, asesinatos y desapariciones, de penas de muerte y trabajos forzados esclavizadores, de exilios y de ocultamientos, de miedo, de terrorismo de Estado.

Pero murió el dictador en su cama, sin juicio, ni condena, ni arrepentimiento. Había nombrado un sucesor, un monarca, una monarquía hereditaria que ha impedido durante otros cuarenta años la investigación de la verdad, la actuación libre de la justicia y la reparación moral, económica y jurídica a las víctimas. En las universidades se sigue hablando de "guerra civil", cuando en realidad lo que ocurrió fue que unos asesinos fascistas dieron un golpe de Estado contra un gobierno legítimo refrendado en las urnas, asesinando a más de 150.000 personas y haciendo desaparecer sus cadáveres para escarnio de familiares y supervivientes.

 Durante los últimos veranos he podido visitar varias ciudades el mundo, donde he encontrado monumentos dedicados a las Brigadas Internacionales de voluntarios. Jóvenes de todo el mundo, obreros, estudiantes, intelectuales y sindicalistas que vinieron de todos los rincones del planeta a combatir junto a la Resistencia Civil Española contra el fascismo militarista y en favor de los derechos democráticos que la sociedad civil había conquistado durante los años de la II República. He encontrado monumentos en Estocolmo, Londres, Berlín, y este año en Oslo. En casi todas las capitales europeas. Excepto en la capital de España. Porque en España tenemos sequía, sed de verdad, justicia, reparación y de garantías de no repetición. Sed de un modelo de gobierno que no sea hereditario, sino elegido libremente por la ciudadanía en elecciones libres, que pueda ser destituido por la ciudadanía si no satisface sus expectativas, que pueda estar presidido por cualquier ciudadana o ciudadano, independientemente del "color de su sangre". En resumen, llevamos 80 años de sequía democrática. Y se avecina la investidura del que ha sido el presidente que más trabas ha impuesto a la Memoria Histórica. El partido que se ha mofado de las víctimas de la represión fascista. Que se niega a condenar en el parlamento el régimen criminal franquista. El partido que se niega a juzgar los crímenes de sus abuelos. Se avecinan otros cuatro años de sequía institucional. El monarca acuñó una moneda con la inscripción insidiosa "70 años de paz", mentira, llevamos 80 años de injusticia. Y ya Martin Luther King en su Carta de Birmingham escrita en la prisión aclaró que la Paz es la Presencia de Justicia.

 

En la imagen superior, monumento a las Brigadas Internacionales en Oslo

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Fuente: Plataforma contra la impunidad