Vida y obra de Noman Bethune: La huella solidaria Imprimir
Nuestra Memoria - La Guerra Civil
Escrito por Félix Población   
Miércoles, 11 de Enero de 2017 00:00

Acabamos de tener noticia del deplorable espectáculo de ignorancia ofrecido por dos veinteañeros en un concurso de televisión, a los que después de darles hasta nueve pistas para descubrir el episodio más sangriento del siglo XX en nuestro país, la mal llamada Guerra Civil, no fueron capaces de tenerlo en cuenta en su respuesta, como si en su educación ciudadana no constara ese hecho o hubiera sido borrado por una preocupante amnesia.

Toda la responsabilidad de tal anomalía le corresponde a los sucesivos planes de enseñanza, que no han tenido en cuenta la necesidad de grabar ese periodo de nuestra historia en la conciencia de las jóvenes generaciones para que nunca más se repita. La exposición La huella solidaria, sobre la vida y obra del médico canadiense Norman Bethune, que será inaugurada el próximo 17 de enero en el Centro Cultural Conde Duque y se podrá visitar hasta el 2 de abril, tiene por objeto mantener en la memoria democrática de este país la colabaración solidaria de las Brigadas Internacionales en la lucha contra el nazi-fascismo, aliado de Franco para el derrocamiento de la segunda República. La muestra va a constar de un programa de actos complementarios cuyos detalles podréis ver en la web de la Asociación de los Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI).

Con todo ello se pretende dar una visión lo más completa posible de la aportación que hicieron los voluntarios canadienses que apoyaron la lucha del pueblo español contra el fascismo, bien en el campo sanitario o bien en las filas del batallón Mackenzie-Papineau o en otras unidades de las Brigadas Internacionales.

En la organización de este programa han participado la AABI, la Fundación Canadá, el Centro Andaluz de Fotografía y el propio Centro Cultural Conde Duque. Os animamos a visitar la exposición y a participar en los actos programados como muestra de vuestro interés y expresión de agradecimiento por la generosa actitud de aquellos jóvenes canadienses que ofrendaron su juventud y sus vidas en el combate contra el fascismo y por un mundo mejor.

Hay personajes que atraen por encima de sus ideologías. Son personas altruistas que entregan su vida a los más vulnerables. Personas convencidas de que cada individuo por sí solo puede cambiar el mundo y transformarlo en un lugar más justo y solidario. Entre estas personas se encuentra el doctor Norman Bethune (Ontario, Canadá, 1890 - Hebei, China, 1939), un primer médico sin fronteras.

La huella solidaria muestra, en secuencia fotográfica, la trayectoria vital de este singular médico, sus acciones humanitarias y los novedosos métodos que desarrolló durante su estancia en España.

Tras participar en la Primera Guerra Mundial como sanitario, se convirtió en un reputado cirujano torácico, que diseñó innovador instrumental quirúrgico para el tratamiento de la tuberculosis.

Conmovido por la pobreza que, tras la gran crisis, se vive en Canadá en los años treinta, ejerce la medicina social, atiende a los más desfavorecidos y defiende, con pasión, políticas novedosas de sanidad pública.

La creciente pujanza del fascismo en Europa le atormenta y, abandonando su envidiable situación profesional, decide venir a España en 1936 para poner sus conocimientos y energía al servicio de la causa republicana en la Guerra Civil. Crea en Madrid el Servicio Canadiense de Transfusión de Sangre, uno de los primeros sistemas de transfusión móviles del mundo.

En febrero de 1937 se dirige con sus colaboradores a Málaga y presta una ayuda vital a la población civil que, ametrallada y bombardeada desde tierra, mar y aire, huye en masa hacia Almería. Norman Bethune en un relato desgarrador y su compañero Hazen Sise con las fotografías que tomó dieron testimonio inequívoco de aquel trágico éxodo, uno de los sucesos más terribles y desconocidos de la Guerra Civil española.

Bethune regresa a Canadá para recaudar fondos para el Servicio Canadiense de Transfusión. Pero ya no vuelve a España: piensa que su ayuda es más necesaria en China, invadida por los japoneses. Llega en 1938, organiza la sanidad del Octavo Ejército, forma numeroso personal sanitario y ejerce una labor incansable como cirujano de campaña. A finales de 1939 en una operación sin guantes se corta con el bisturí, la herida se infecta y al poco muere de una septicemia.

En su país Norman Bethune es el símbolo del compromiso solidario de Canadá con el mundo. En China la figura de Bethune se ha convertido en leyenda y hoy sigue siendo para los chinos un héroe nacional. En España apenas es conocido.

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Fuente: Diario del Aire