El Pacto de Tortosa PDF Imprimir E-mail
Nuestra Memoria - Cultura de la Memoria
Escrito por Eduardo Montagut   
Viernes, 10 de Noviembre de 2017 05:55

El Pacto de Tortosa fue un acuerdo y un manifiesto político que se firmó el 18 de mayo de 1869 en dicha ciudad, por parte del republicanismo federal catalán, valenciano, balear y aragonés para plantear una alternativa de organización territorial desde la óptica republicana y federal, en relación con los territorios que habían pertenecido a la vieja Corona de Aragón.

En este Pacto estuvieron personajes como Valentí Almirall, y Josep Anselm Clavé por parte de Cataluña. Por parte valenciana hay que nombrar a José Franch. También es importante nombrar a Mamés Benedicto y Marceliano Isábal (Aragón) y al alcalde de Tortosa, que presidió la reunión, Manuel Bes. Cuando la solución federal fracase después del fin de la Primera República, Almirall pasaría a ser uno de los más destacados catalanistas del siglo XIX.

Una vez triunfante la Revolución Gloriosa de septiembre de 1868, que terminó con el sistema político liberal moderado de Isabel II, se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes. En este contexto, el Partido Demócrata vivió una intensa situación política interna. Después de diversas reuniones y asambleas se apostó, especialmente, desde su líder José María Orense, por una República de signo federal. En ese momento nacía el Partido Republicano Democrático Federal. La minoría más moderada de los demócratas -Nicolás María Rivero y Cristino Martos- optó por el posibilismo de aceptar la solución monárquica defendida por los progresistas y unionistas. Fueron conocidos como los cimbrios.

Pues bien, en las elecciones a Cortes Constituyentes vencieron los grupos políticos que defendían la Monarquía, aunque de signo democrático frente al modelo conservador isabelino. Los republicanos federales, en todo caso, sacaron un resultado relativamente bueno, especialmente en Cataluña, Valencia, Aragón y Andalucía.

En ese contexto, una parte del republicanismo federal, encabezado por los catalanes, decidió convocar una asamblea en la primavera en Tortosa. Acudieron representantes de casi todas las provincias de los antiguos reinos de la Corona aragonesa, aunque faltaron de Alicante y Girona.

El Pacto pretendía aunar las fuerzas de aragoneses, catalanes y valencianos frente a todo tipo de tiranía, apelando a la Historia, unidos al republicanismo y a la causa de la revolución, informando que, en ningún caso pretendían separarse del resto de España. Se debían crear comités locales, de partido judicial, provinciales y de Estado. Se planteaba una estructura republicana federal para España, superadora de la provincia como organización territorial, propia del Estado centralista planteado por el liberalismo español desde Cádiz. En todo caso, debemos insistir que este Pacto no tenía nada de base catalanista, sino que estaría dentro del universo ideológico del federalismo republicano.

El Pacto sirvió de ejemplo a otros que los republicanos federales promovieron en Castilla, Andalucía y Galicia con Asturias. Este proceso desembocó en un Pacto Nacional del republicanismo federal en el mes de julio, idea de Pi i Margall. Surgió un órgano de dirección del partido, el Consejo Federal. De esta manera, se estaba pretendiendo ofrecer una solución federal para la organización territorial de España.

En todo caso, tenemos que tener en cuenta que en esos momentos el Partido estaba ya dividido en tres grandes sectores: intransigentes, centristas y moderados. Esta división se reflejó claramente en la votación parlamentaria de la Constitución de 1869, y en el propio proyecto federal.

El establecimiento de la Monarquía en la Constitución de 1869, así como determinadas políticas seguidas por el Gobierno, especialmente una medida de Sagasta, como ministro de la Gobernación, para que los gobernadores estuvieran muy al tanto para reprimir con contundencia cualquier contestación social al nuevo texto constitucional, ya fuese de signo carlista, ya republicano, provocaron el estallido de insurrecciones federales. Prim se empeñaría en la represión de estas insurrecciones al conseguir sacar adelante la supresión de las garantías constitucionales en las Cortes.

____________

Fuente: Nueva Tribuna