La conciencia que guió al ciudadano Negrín Imprimir
Nuestra Memoria - Cultura de la Memoria
Escrito por José Vicente González / El Día   
Lunes, 14 de Marzo de 2011 00:00

Ciudadano Negrín de Imanol Uribe NO LO TUVO fácil el médico y político grancanario Juan Negrín, jefe del Gobierno en la ajetreada e injustamente tratada Segunda República española, entre 1937 y 1945. A él accedió en plena Guerra Civil y lo finalizó en el exilio, enfrascada España en un gobierno dictatorial que le achacó todo tipo de maledicencias y falsedades que siguen enturbiando la biografía de este canario excepcional, fiel a su conciencia, la que marcó su destino, una apreciación que muy bien recoge la película "Ciudadano Negrín", dirigida por Imanol Uribe y producida por el también canario Andrés Santana, un documental proyectado en el TEA (Tenerife Espacio de las Artes) de Santa Cruz de Tenerife, nominado al Goya y ganador del primer premio en el Festival de Cine Documental de Jaén 2010, una aportación más a la difícil tarea de restituir la proyección intelectual de un gran estadista sobre el que tanto vencedores como vencidos de la Guerra Civil han intentado ensombrecer incluso hasta nuestros días.

 

Un documental sobre los últimos años de la vida de Juan Negrín en París, en el anonimato del exilio, dedicado a la tarea de educar y tutelar a sus nietos Carmen y Juan, vástagos a su vez de su hijo Rómulo. Una película cuya contemplación produce, al menos así me pasó, mucho dolor, por las afrentas y persecuciones que el protagonista tuvo que soportar al aceptar la jefatura de un Gobierno en el que todos los datos presagiaban que iba a salir muy mal parado, como así sucedió, víctima de la insidia y maldad de dirigentes franquistas y, lo que resulta demoledor, también de algunos republicanos, compañeros entre ellos, llegando a acusarlo unos y otros de ser una marioneta del comunismo de la URSS.

Juan Negrín nació en Las Palmas de Gran Canaria en el seno de una familia adinerada de la burguesía católica, médico, catedrático de Fisiología de la Universidad Complutense de Madrid tras su formación en Alemania, que lucha por los ideales socialistas como diputado a Cortes y acepta gobernar en plena Guerra Civil en los momentos más trágicos y desesperados de nuestra historia reciente, y tras perderla continua como jefe del Gobierno de la República en el exilio, donde es víctima principal de la desunión de los republicanos, falleciendo el 12 de noviembre de 1956 de un ataque cardiaco, desilusionado y abatido por el dolor que le producía la situación que atravesaba España en manos de una dictadura fascista mientras Europa miraba para otro lado permitiendo su consolidación durante unos cuarenta años hasta el fallecimiento del dictador.

El documental, de un valor histórico incuestionable, se debe en gran parte a la afición que tuvo Juan Negrín por realizar películas domésticas y familiares, donde el espectador puede apreciar el afán de un hombre por revivir una segunda paternidad educando a dos de sus nietos, Carmen y Juan, cuya madre sufría una enfermedad invalidante que la condenó a una silla de ruedas, una esclerosis múltiple que trató de disimular ante su familia todo el tiempo que pudo. Debido a dicha incapacidad, Juan Negrín decidió traerse a dichos nietos desde Méjico a su casa en París, donde disfrutarían también del cariño de Feli, la fiel compañera sentimental de Juan Negrín tras el divorcio de su primera esposa.

Un documental en el que se aprecia la renuncia paulatina a las comodidades por las penurias económicas que progresivamente sufría Juan Negrín, a las que se unían las anímicas. Una de ellas, terriblemente dolorosa, fue la que le supuso la expulsión de su partido, el PSOE, que aceptó con entereza, tras la que, diez años más tarde, falleció en París; un carnet que no recupera hasta 63 años después, cuando en un acto emotivo en la sede federal del PSOE de la madrileña calle Ferraz, el 24 de octubre de 2009, se le devuelve a título póstumo tanto a Juan Negrín como a otros 35 socialistas expulsados del partido en el exilio en 1946 cuando la Ejecutiva la dirigía Indalecio Prieto, que muchos años antes había afiliado a Juan Negrín, un estadista excepcional al que siempre guió su conciencia.

jvicentegbethencourt@yahoo.es

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Fuente:
http://www.eldia.es/2011-03-13/CRITERIOS/6-conciencia-guio-ciudadano-Negrin.htm