Las historias de mil presos españoles de Mauthausen Imprimir
Nuestra Memoria - II Guerra Mundial y Nazismo
Escrito por Eduardo Bayona   
Martes, 04 de Septiembre de 2018 05:37

Amical Mauthausen recopila en una web las identidades y las historias del millar largo de republicanos de Huesca, Zaragoza y Teruel que fueron deportados a los campos de concentración hitlerianos tras exiliarse en Francia

Los republicanos aragoneses sufrieron especialmente la saña represora del nazismo: más de un millar de los alrededor de 9.000 españoles que fueron deportados a Mathausen, principalmente, y a otros campos de concentración eran originarios de lo que hoy es esta comunidad; y, de los 5.000 que fallecieron en esos siniestros recintos antes de su liberación en 1945, un total de 651 tenían sus raíces en Huesca, Teruel o Zaragoza.

Amical Mathaussen la asociación que desde 1962 aglutina a las víctimas españolas de los campos de concentración nazis y a sus familiares, ha recogido sus 1.015 identidades y las historias de 61 de ellos en la web Aragoneses Deportados, una base de datos que supone un “compromiso con la memoria de la deportación republicana” y que seguirá creciendo con más información.

La web es un epílogo en vivo de la investigación que Juan Calvo plasmó en “Itinerarios e identidades. Republicanos aragoneses deportados a los campos nazis”, el último de los libros que el Gobierno de Aragón publicó en 2011 dentro del programa Amarga Memoria antes de que el Gobierno PP-Par de Luisa Fernanda Rudi lo cortocircuitara y dejara sin fondos.

“La web sale de la publicación del libro, en el que quedó mucha información por plasmar, y la investigación ha seguido creciendo”, explica Calvo, natural de Ejulve (Teruel) y miembro de Amical desde 2005, que recuerda cómo entre el volumen escrito y la versión virtual se han añadido seis deportados más a la lista y se han ido completando las biografías de otros hasta superar las seis decenas.

“Creíamos que sería interesante dar a conocer los datos básicos de los deportados”, anota, por lo que el año pasado la asociación se presentó al concurso de subvenciones del Gobierno de Aragón para proyectos de memoria democrática, cuyos fondos han permitido materializar el proyecto.

Un habitante de cada 25, un deportado de cada nueve

La presencia de aragoneses entre las víctimas del nazismo estuvo cerca de triplicar el peso demográfico que sus tres provincias tenían en la España de los años 30: apenas sumaban uno de los 24 millones de habitantes del país al comienzo de la guerra civil, pero de ellas salieron uno de cada nueve deportados.

Varios factores explican la elevada presencia de aragoneses en el sur de Francia al acabar la guerra civil. “La mayor parte de ellos eran residentes del Aragón republicano –explica Calvo- que habían cruzado los Pirineos tras episodios como La Bolsa de Bielsa, y a ellos se les sumaron los que llegaron en el invierno de 1939, después de la batalla del Ebro y la retirada de Catalunya”, destino principal de la emigración local en las décadas anteriores.

Un tercer bloque, más escaso, lo componen quienes habían emigrado al país vecino en las primeras dos décadas del siglo XX por motivos económicos y que, tras la invasión alemana, serían deportados como miembros de la Resistencia francesa a la ocupación nazi y el Gobierno colaboracionista de Vichy.

Unos y otros, exiliados de la guerra y emigrantes afincados en Francia, pasarían por Mathausen y otros campos de concentración nazis por dos itinerarios.

Prisioneros de guerra, refugiados, apátridas y resistentes

Tras pasar inicialmente por campos de refugiados como Saint-Cyprien, Argelès-sur mer o Gurs, el Gobierno francés comenzó a mediados de 1939 a organizar compañías de trabajadores extranjeros que adscribía a unidades militares y que se ocupaban de trabajos de infraestructuras, como la construcción de las defensas de la Línea Maginot.

Tras la invasión alemana, miles de ellos fueron capturados por los nazis y recluidos en campos de prisioneros. Sin embargo, el armisticio que el Gobierno de Petàin firmó con Hitler dejó a los republicanos españoles, al no reconocerlos como soldados, en un limbo jurídico que acabaría costándole la vida a miles de ellos: la Gestapo, tras ser declarados “enemigos del régimen” por los alemanes, comenzó a detenerlos por centenares en los mismos campos de prisioneros y a trasladarlos a Mathausen, al que llegaron alrededor de 7.000 entre 1940 y 1941.

“Eran civiles, pero no había ningún Estado que se hiciera cargo de ellos”, indica Calvo. Mientras el franquismo se desentendía de ellos, Alemania los declaraba apátridas y los enviaba a los campos de exterminio, donde eran marcados con el triángulo azul.

Los resistentes, entre los que había unos 2.000 españoles, comenzaron a llegar a los campos, primero a algunos como Buchenwald o Dachau y desde allí a Mathausen, a partir de 1941 desde las cárceles francesas en las que eran inicialmente recluidos. Su marca era el triángulo rojo de los civiles considerados presos políticos.

“Es fundamental recordar a los aragoneses asesinados en los campos de concentración como Mauthausen para que no se olvide la barbarie que supuso el nazismo y el fascismo en nuestro continente”

Las duras condiciones de supervivencia en los campos y las acciones de exterminio de los nazis acabaron con la vida de más de 5.000 de esos 9.000 deportados españoles. Casi uno de cada ocho eran aragoneses, de nuevo un peso superior al demográfico por la intensidad que el exilio tuvo en lo que hoy es esta comunidad.

La web, que incluye referencias actos memorialistas sobre la deportación, enlaces a webs vinculadas a la materia y referencia a otras víctimas de los campos, contiene un buscador que permite rastrear las identidades de los deportados por varios criterios.

“Miles de aragoneses como los que se presentan en la base de datos de Amical Mauthausen tuvieron que huir de nuestra región por la guerra y la dictadura franquista” ”, indicó el director general de Relaciones Institucionales y Desarrollo Estatutario del Gobierno de Aragón Embid. Que anotó que “los aragoneses no podemos por tanto olvidarnos de aquellos que huyen de otras guerras y buscar refugio en nuestra tierra.

“Es fundamental recordar a los aragoneses asesinados en los campos de concentración como Mauthausen para que no se olvide la barbarie que supuso el nazismo y el fascismo en nuestro continente”, añadió.

_______________-

Fuente: Público