Estoy pensando en la sentencia del Tribunal Supremo condenando sin paliativos a los miembros «viriles» de La Manada.

Pienso que se ha hecho al fin justicia a la víctima de una violación múltiple y con jarana despreciativa hacia la mujer que la sufrió.

Pienso en la ligereza y falta de profesionalidad y ética de los Juzgados de Primera Instancia que sentenciaron que no hubo violación sido simplemente abuso sexual. Y que dejaron entender que, poco menos que la víctima tubo ligereza de cascos y que indujo a los machistas violadores a hacer la faena.

Hoy pienso en reconciliarme con una Justicia que otras veces me decepciona. Porque ahora que la sentencia del T.S. sienta jurisprudencia, no les será fácil a los jueces ejercer de Poncio Pilatos y pasar página de sumario como si tal cosa.

Pienso, en fin, que a partir de ésta sentencia se ha dado un revés al historial de tratos vejatorios. Y que las mujeres estarán más protegidas de los bestias.

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Fuente: Loquesomos