¿Fracaso el golpe del 23F? La gran estafa. 2ª parte Imprimir
Monarquía - Juan Carlos y el Franquismo
Escrito por Paco Arenas / UCR   
Domingo, 24 de Febrero de 2013 05:14
Este artículo es continuación directa de “¿Fracaso el golpe del 23F? Los preparativos del golpe en Melilla”. La primera parte narró los preparativos del golpe en Melilla, desde el día 2 de febrero hasta el 18 de febrero de 1981.
Ese 23 de febrero de 1981, llegue con un amigo de Utrera a Valencia, procedente de Sevilla a Valencia, llegamos a las 18:30 horas y nos enteramos del golpe de Milans del Bosch a las 19:30, cuando nos encontrábamos tomando unas cervezas en el bar de un amigo, vimos largas colas en una tienda de ultramarinos del barrio, entonces no existía Mercadona.
Valencia se quedó totalmente bloqueada por cuarenta tanques, las personas que se encontraban en el centro de la ciudad tardaron en muchos casos más de cuatro horas en llegar a sus casas, provocando el temor entre la población. Debo decir que tanto mi amigo como yo, teníamos miedo, ambos teníamos similar ideología y teníamos claro que si se liaba, ninguno de los dos podíamos volver al ejército.

En estos momentos creo que todos o la mayoría, tenemos claro que el 23 de febrero si bien fue un golpe contra las nacientes libertades de los españoles, no fue contra el Régimen continuador de la dictadura franquista, ni fue su heredero quien lo evito, en ese golpe participaron muchos “héroes del silencio”, muchos que deberían haber hablado y callaron y que no hablaran jamás.

No todos los militares estaban de acuerdo, ya relate en la primera parte los presumibles intentos de Suarez por evitar ese “golpe de Estado”, dirigido en parte contra su persona, la visita al acuartelamiento de la Legión el mismo día de su dimisión y el traslado de las tropas legionarias, el día 2 de febrero, a Almería para participar en una presuntas maniobras militares. Debo confesar que la persona de Jordi Pujol, no es santo de mi devoción, sin embargo yo le concedo un mérito y un valor que no tuvieronotros y no me refiero en este caso solo al rey. Sobre las 20:30 horas Jordi Pujol fue la persona más valiente y responsable de toda la clase política española, el único que tomo la iniciativa que debería haber tomado quien después se llevó el mérito, a través de Radio Nacional de España de Barcelona se dirigió a toda España para decir lo que estaba ocurriendo.

No era a Jordi Pujol, hablando en castellano a quien le correspondía ese discurso tranquilizador, que no tranquilizo, si no a quien espero a varias horas para desautorizar ese presunto golpe de Estado y que no lo hizo hasta después de la una de la madrugada.

Hoy 32 años después los ciudadanos hemos salido a la calle contra ese golpe de Estado triunfante aquel 23 de febrero de 1981, hemos salido con las cosas bastante claras, contra esté reino de la corrupción, hemos salido para decir al mundo que no todos los españoles nos identificamos este Régimen corrupto, sinónimo a nivel mundial de corrupción, para decir que no nos identificamos con la” marca España” que sale en los diarios y noticiarios de todo el mundo como sinónimo de corrupción política y económica.

Y hemos salido con la bandera de la libertad, porque la otra bandera representa a esa “marca España” corrupta, que no queremos y que nos avergüenza, por muchas victorias deportivas que se hayan celebrado con ella. Hemos salido con la bandera de la libertad, de esa nueva España que está por llegar, la bandera de la República, porque es la ética la única forma de lavar la imagen de España.

Artículo también publicado en la web del autor: España por la República (Pinarejo-Cuenca)