Carta a los Reyes

Carlos Echevarría / Xornal

Como tradicionalmente viene ocurriendo a lo largo de 35 años de reinado, el pasado 24 de diciembre Juan Carlos I envió un recado a los ciudadanos y residentes en España. Salvo el mensaje de 1975 en que aludió cariñosamente a su querido protector Francisco Franco, los restantes contienen parecido guión: estamos muy mal pero estaremos mejor; debemos ser buenos y estar unidos.

Sin capacidad para decidir sobre cuestiones de Estado, sus triviales palabras suenan huecas, faltas de contenido y repletas de lugares comunes. Su alocución anual, aunque no daña, es ciertamente prescindible, pues la sola voluntad del monarca no es suficiente para hacer cambiar las cosas. La prédica queda pues para ingenuos o bobalicones. Por estas fechas, y siguiendo otra tradición igualmente candorosa e inútil, los niños se dirigen a los Reyes Magos en la creencia de que sus deseos se verán cumplidos. Les dura unos pocos años, lo que tardan en perder la inocencia.

Contra lo que pudiera parecer, el libreto de estas dos engañosas costumbres solo tiene en común el carácter mítico del personaje principal. Aún así, pese a encandilar a muchos, el rey carece de la magia que acompaña a los venidos de oriente. El inquilino de la Zarzuela no trae riquezas ni aromas, sino el desenfado y arrogancia del majo madrileño que vende humo.

Para sostenerse, la monarquía borbónica no solamente se apoya en el mito y la leyenda, suficiente para embaucar adultos como si fuesen niños, sino en el legado del dictador Franco que respetuosamente han preservado los que pactaron la transición. Sin este refugio constitucional, se impondría la razón despojando a la realeza de su carácter divino o heroico.

Del mensaje, destacar la voluntad de permanencia del rey: "Sigo y seguiré cumpliendo siempre con ilusión mis funciones constitucionales al servicio de España. Es sin duda mi deber, pero es también mi pasión". O sea, que de abdicar nada, como acontece con los pontífices y la reina de Inglaterra.

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Fuente: http://www.xornal.com/seccion/opinion/