Jornada Mundial de la Juventud. Diversas organizaciones preparan sus protestas para la visita del papa PDF Imprimir E-mail
Laicismo - Estado Laico
Escrito por Público y Fernando Blat / Público y Actuable   
Sábado, 25 de Junio de 2011 00:00

Yo no te esperoEl próximo mes de agosto el Papa Benedicto XVI aterrizará en Madrid para clausurar la Jornada Mundial de la Juventud.  Una visita que ha desatado múltiples críticas y que ha provocado que una veintena de asociaciones cívicas se hayan movilizado contra lo que el presidente de la Asociación de Ateos de Madrid (Amal), Luis de Vega, han calificado como de "operación de reconquista del Estado español por parte de la religión católica". Visita con una sobrefinanciación estatal que determinados colectivos laicos han cifrado en más de 50 millones de euros.

 

España, un país laico según su Constitución acogerá la visita del Papa Benedicto XVI en agosto de 2011, cuando se celebrará la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid. Dicha visita costará unos 50 millones de euros. Empresas privadas como Telefónica, Banco Santander y El Corte Inglés patrocinarán dicho evento.

El gobierno afirma que se trata de un evento de interés especial y va a proponer una enmienda a la Ley de Presupuestos de 2010 para que dichas empresas cuenten con un beneficio fiscal de hasta el 80%.

Hace pocos años este mismo Papa acudió a unas jornadas de caracter similar en Valencia, cuyo coste ascendió a más de 3 millones de euros al ya de por sí endeudado gobierno de la Comunidad Valencia. Además, dicha visita fue bien aprovechada por alguna de las empresas implicadas en el caso Gürtel.

Ante tanto derroche de dinero y medios, y tan poca transparencia y claridad, creemos que hay que pedir explicaciones: ¿en qué va a gastar esa cantidad de dinero?

 

La Iglesia, con la colaboración del Gobierno, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, está organizando toda una panoplia de actos en el espacio público. En contrapartida, los laicos han convocado un "concierto juvenil de disfraces" para recibir al papa de Roma, para el que animan a los participantes a disfrazarse de "trolls, elfos y obispos".

Manifestación en Madrid

Junto a ello, organizarán una manifestación "de amplio eco" y unas jornadas sobre laicismo en una universidad madrileña, todavía sin definir. El lema de la marcha, apuntan desde Europa Laica, podría ser "De mis impuestos, al Papa cero", y la fecha que se baraja es el 17 de agosto.

"No estamos en contra de ninguna creencia y respetamos el derecho de Benedicto XVI a visitar España o cualquier otro lugar. Lo que reprobamos es que esa visita, que debería ser estrictamente confesional y por tanto una cuestión privada de la Iglesia católica, acabe teniendo la consideración de viaje de Estado, con la implicación de medios y fondos públicos, que son de todos y que pagamos entre todos", explicó Luis Vega.

"En nuestra opinión como ateos, es una visita de reconquista del Estado español por parte de la religión católica", señaló.

En la rueda de prensa de presentación celebrada ayer, una veintena de colectivos laicos y ateos presentó un Manifiesto por un Estado Laico en España, en el que solicitan, entre otras cosas, el final de la financiación pública a la Iglesia española y la denuncia del Concordato firmado entre la Santa Sede y el estado español.

En el escrito, los laicos instan a la promulgación de una ley de libertad de conciencia y la asunción definitiva del principio de laicidad y separación Iglesia-Estado. Del mismo modo, el documento reivindica que la educación pública sea laica, la supresión de la financiación pública a las iglesias y la eliminación de los acuerdos entre España y la Santa Sede, por entender que "cualquier acuerdo entre el Estado y la Iglesia católica debe realizarse en el ámbito del derecho público interno".

Junto a estas iniciativas, otras asociaciones, como Europa Laica, han iniciado una campaña de cartas a distintos organismos públicos, desde el Ministerio de Defensa al Consejo de la Juventud, pasando por la Comunidad o el Ayuntamiento de Madrid. En estas misivas, se muestran especialmente críticos con la visita de Ratzinger, que consideran que tendrá "un enorme significado político confesional católico", a pocos meses de las elecciones generales.