Navidades ateas Imprimir
Laicismo - Ateísmo /Apostasía
Escrito por Óscar Celador / Público   
Lunes, 20 de Diciembre de 2010 06:11

Estado Laico. ¡Ya!El papel que la religión desempeña en las fiestas navideñas es un fiel reflejo del grado de secularización que ha experimentado la sociedad española. Hace poco más de dos décadas la mayoría de los españoles concebíamos las navidades como una de las festividades cristianas más importantes.

 

En la actualidad la Navidad tiene un significado muy diferente para una gran parte de la sociedad española debido, por una parte, a que según las estadísticas los cristianos practicantes se están convirtiendo en una categoría en extinción; y por otra, las agresivas campañas publicitarias que se realizan durante las navidades han convertido a estas fiestas en un mero festejo social y familiar, en el cual la felicidad y el bienestar se asocian al consumo desenfrenado e irresponsable.

La proximidad de la Navidad también servirá para despertar el debate sobre la presencia de símbolos religiosos en los espacios tutelados por los poderes públicos y especialmente en las escuelas públicas, ya que son espacios ideológicamente neutrales a los que asisten menores en proceso de formación. A este respecto la hipocresía puede ser mayúscula, ya que las mismas escuelas públicas cuyos consejos escolares han prohibido a las alumnas musulmanas asistir a clase con un pañuelo islámico probablemente clamen al cielo si a un solo padre se le ocurre pedir la retirada de un belén navideño; y a sensu contrario, las escuelas públicas que en su momento hicieron un esfuerzo de tolerancia y decidieron que sus alumnos pudieran asistir a clase con símbolos representativos de sus creencias religiosas, carecerán de argumentos para negarse a colocar un belén navideño si así se lo piden sus alumnos cristianos y este se coloca en un lugar en el cual la institución pública no se identifique con el símbolo religioso. Un último elemento a tener en cuenta es el papel de los ateos, es decir, de aquellos que con la misma legitimidad con la que los creyentes afirman la existencia de un Dios, simplemente piensan que Dios no existe. Los ateos soportan estoicamente procesiones y celebraciones religiosas de diversa índole y algarabía, e incluso hace unos días el mensaje amenazador del Papa pidiendo su evangelización.

Durante la Navidad no faltará quien reclame a este colectivo que sea tolerante, pero harán bien los tolerados en pensar que, como decía Burke, hay un límite en donde la tolerancia deja de ser virtud.

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Óscar Celador es Profesor de Derecho Eclesiástico del Estado y de Libertades Públicas