Responsabilidad compartida? 50 aniversario del fin de la primavera de Praga. PDF Imprimir E-mail
Imperio - Rusia
Escrito por Pablo González   
Sábado, 01 de Septiembre de 2018 01:58

Responsabilidad compartida? 50 aniversario del fin de la primavera de Praga.

La noche del 20 al 21 de agosto de 1968 tropas soviéticas junto a aliados del Pacto de Varsovia intervenían en Checoslovaquia para poner fin a la denominada Primavera de Praga. El 21 los tanques rusos aparecieron por las calles de la actual capital checa. 

Si bien la intervención fue mucho menos sangrienta que la de 1956 en Hungría, algo más de un centenar de muertos en Checoslovaquia por los varios miles en Hungría, fue quizás el golpe más duro a la ideología que se procesaba en aquella época en Europa central y oriental, el Socialismo.

También supuso una estocada histórica a las relaciones entre rusos y checos, en menor medida los eslovacos. Dos naciones que antes siempre habían tenido sintonía, tanto que la guerra en Europa terminó un día más tarde por la liberación de Praga de los nazis en mayo de 1945. Incluso los rusos colaboradores de los alemanes, la ROA (siglas en ruso de Ejército de Liberación Ruso), se negaron en aquella primavera de 1945 a disparar contra los checos y se enfrentaron junto a ellos contra los alemanes.

Por todo ello los rusos con su apellido soviético en aquella época eran vistos como liberadores por los checos hasta que de la noche a la mañana pasaron a ser invasores en aquel final de verano e 1968.

Hoy multitud de medios dan la noticia de ese aniversario. Por supuesto obvian casi por completo que eran tropas soviéticas y no rusas, que participaron unidades polacas, húngaras, búlgaras y fuerzas especiales alemano-orientales. Que luego fueron los propios checos quienes montaron un sistema represivo encargado de luchar contra los disientes. Se propaga el discurso de tropas rusas que invadieron Checoslovaquia, punto. Con alguna similitud con la situación actual si acaso de la supuesta amenaza de invasión rusa de todo el continente.

La responsabilidad compartida de otras nacionalidades soviéticas o las de Polonia, Hungría, Bulgaria o Alemania se omiten. Eran todos esclavos de los rusos por lo visto, a pesar de que el por ejemplo Rumanía, miembro del Pacto de Varsovia, se negó a participar. El Politburó de la URSS estaba presidido Brezhnev, nacido en Ucrania. Varios miembros más eran ucranianos, uno bielorruso y otro letón. Los étnicamente rusos estaban en minoría.

Todo ello no quita que la intervención fue algo atroz y fuera de lugar, y a la larga le supuso más negativo que positivo, tanto a la propia URSS, como a la ideología de izquierdas que se suponía que defendía con su acción en Checoslovaquia.

El discurso de hoy en día pasa de utilizar a Rusia-URSS como un enemigo ideológico, a utilizarla como un enemigo étnico, dada la obsesión de medios y políticos de Europa central y sobre todo oriental en presentar al ruso como enemigo. Se olvidan de los demás camaradas soviéticos de ese ruso y de sus aliados del bloque socialista. Es curioso que las dos intervenciones en Checoslovaquia con apenas 30 años de diferencia, la alemana en 1938 y la soviética en 1968 siempre tuvo de actor secundario a Polonia, en ambos casos participó de manera activa.

Tampoco se recuerda que las élites de algunos países como por ejemplo la presidenta de Lituania Dalia Grybauskaite fueron miembros del partido comunista de la URSS. Suena raro aquello de que entré por que me obligaron, cuando millones de personas optaron por no hacerlo. Es muy posible que de seguir existiendo la URSS, Grybauskaite estaría muy cerca del poder igualmente.

Cuando con el tiempo el curso internacional cambie, y los EE.UU. sean vistos como el agresor que realmente es, muchos países se olvidarán que formaban parte de la OTAN, que bombardearon mano a mano ciudades por medio planeta y dirán que todo es culpa de los yanquis, que los tenían dominados, que no podían hacer otra cosa.

Sucesos como el aplastamiento de la Primavera de Praga con orugas de tanques hay que tenerlos muy presentes, pero no utilizar estos hechos en pos de una argumentación tan sesgada como la que hacen hoy muchos medios y políticos. La responsabilidad compartida está allí, y por muchas falacias que se cuenten, nadie la va a anular, solo quizás el tiempo, si los demás nos creemos los discursos y no atendemos a la realidad de lo que pasó.

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Fuente: Gara