Túnez, intensamente humano, intensamente hermano. PDF Imprimir E-mail
Imperio - Palestina, Israel y Mundo árabe
Escrito por Ramón Pedregal Casanova./ UCR   
Viernes, 06 de Mayo de 2011 00:00

Túnez y la RevoluciónAmigo lector que conoce a algún visitante de Túnez en uno de esos viajes de entretenimiento comercial. Las multinacionales hacen creer a los occidentales que se pueden desconocer la vida del pueblo tunecino. Ahora, lo acontecido en Túnez ha cambiado a muchas personas que han ido y pensaban ir del avión al hotel y poco más para volver en avión. Refocilarse en un lujo superficial y a costa de otros hace más inútiles, cínicos e insensibles a quienes participan del comercio de la clase enriquecida por mercadear con las riquezas del pueblo y su fuerza de trabajo.

 

Les invito a conocer Túnez en lucha contra la dictadura sostenida por los gobiernos europeos, EEUU e Israel. Nuestra guía de viaje se titula "Túnez, la Revolución", sus autores son José Daniel Fierro y Alma Allende; el primero es periodista y miembro del Consejo Editorial del diario Rebelión (www.rebelion.org) y, Alma Allende, es el seudónimo empleado por Santiago Alba Rico para firmar sus crónicas desde Túnez, es filósofo y escritor, le doy algunos de sus últimos títulos publicados: "Vendrá la realidad y nos encontrará dormidos", "Partes de guerra y prosas de resistencia" ; "Leer con niños"; "Capitalismo y nihilismo"; "Noticias".

 

La "guía de viaje", "Túnez, la Revolución" nos lleva ante el joven Mohamed Bouazizi que se prendió fuego en protesta por el trato y las condiciones de vida miserable a las que el régimen sometía al pueblo trabajador. Después nos vamos a las movilizaciones, del 16 de enero al 3 de marzo, fecha en que se consiguen dos reivindicaciones: la Asamblea Constituyente y la convocatoria de elecciones.

El tirano Ben Alí ejercía su dominio por las armas suministradas por EU, EEUU, e Israel. La alegría que les causaba la explotación en Túnez dio lugar a que su Fondo Monetario Internacional (FMI) declarara al país ejemplo de economía capitalista, y por eso mismo el Foro Económico Mundial para África lo elogiaba como el más competitivo "del continente". El gobierno dictatorial fue presentado por sus padrinos poco antes del levantamiento popular con varios premios: la Copa de África, el Mundial de Balonmano, y una Cumbre de la Información; cualquiera de ellos y todos a la vez eran una burla absoluta de la verdad y la justicia, en medio de la prohibición informativa hablada o escrita, Túnez era el 2º país del mundo con mayor censura informática; ¿los periódicos españoles hablaban de ello?

Una gota puede desbordar el vaso, y esa gota lo desbordó cuando a Mohamed Bouazizi, un joven ejemplo de los jóvenes de Túnez por su condición de parado, la policía le robó su carrito de verduras con cuya venta llevaba algún dinero a su familia, después le abofetearían humillándole todavía más. Sumido en la desesperación y la impotencia, desde la absoluta miseria, se prendió fuego.

"El 17 de diciembre –nos dice Santiago Alba en la Introducción- una chispa iluminó de pronto el monstruo y reveló asimismo, como explica el sociólogo Sadri Khiari, que "no hay servidumbre voluntaria sino solo la espera paciente del momento de la eclosión". Para entonces, policías y militares ya habían asesinado a 100 personas en todo el país.

Se abre la denominada "guía de viaje" con las "Crónicas de José Daniel Fierro"; primera fecha, 16 de enero. La revolución está en marcha y Ben Alí ha escapado de Túnez. Hasta el último momento los capitalistas europeos y estadounidenses con sus jefes de gobierno le mandan su apoyo y le ofrecen fuerzas represivas. Una ministra francesa viaja a Túnez vigilar sus negocios. Con la batalla perdida, la policía se echó a la calle a saquear establecimientos. Mientras el pueblo se enfrenta a su verdugo, dice José Daniel Fierro: "Occidente... guarda silencio".

Las sucesivas crónicas de José Daniel Fierro, tituladas "Reflexiones sobre la memoria"; "...el compromiso"; "...la barbarie"; "...la esperanza"; "...el valor"; "...la higiene (democrática)"; "...el orgullo"; "...la perspectiva "; y "...la camaradería", recogen lo esencial de lo acontecido al pueblo en esos días. El nombre de Mohamed Bouazizi se pronuncia con fervor, y en el aeropuerto de la capital arrancan y destrozan el del dictador y ponen el de ese muchacho que les dio su vida. "La memoria es la inteligencia de los pueblos que recuerdan de dónde vienen y saben a dónde se dirigen", nos dice el autor.

Nos mostrará escenas de control por "jóvenes, adultos y ancianos" en calles y barrios formando "milicias populares", y la policía obedece. Sabremos del asesinato por un policía del foto-reportero franco-alemán Lucas Mebrouc. Los periodistas críticos antes iban a parar a la cárcel y sufrían torturas. La televisión sigue emitiendo fútbol y programas basura.

En el 2008, Sarkozy miraba su cuenta corriente y declaraba: "Hoy (en Túnez) progresa el espacio de libertades". Y, Strauss-Kahn, jefe del FMI, socialdemócrata, declaraba sobre el gobierno dictatorial de Túnez: es "un buen ejemplo para los países emergentes", y "muy positiva" su política. Strauss-Kahn, socialdemócrata, como el tal Ben-Ali. ¿Conoce usted más socialdemócratas? En Túnez privatizaron la riqueza del Estado, y sumieron a la población en la pobreza, corrompiendo de paso toda la red social.

En los días de revuelta se corre la voz la policía destruye documentos y Los ladrones de siempre sacan el dinero del país; mientras, la prensa, en su intento de distracción, se llena de asuntos morbosos, las palabras de Bouazizi van de boca en boca: "Estoy orgullosa de lo que hizo. Es bueno saber que mi hijo tuvo un papel en cambiar las cosas" "Rezo para que el pueblo tunecino no pierda esta oportunidad para la revolución. "Todos le tenemos un gran respeto. Es el verdadero líder de nuestra revolución, el héroe de la juventud. Se sacrificó por sus derechos y por los de los demás".

Terminadas las crónicas de José Daniel Fierro llegan las de Alma Allende-Santiago Alba Rico, con su aclaración previa, Alma es el acrónimo de Alba Martínez, que escribió la primera, y Santiago Alba lo mantuvo "para seguir cubriendo la revolución tunecina desde otro cuerpo".

Santiago Alba comienza el 13 de enero a mostrarnos al pueblo superándose, sus conquistas sobre los gobiernos reaccionarios que se suceden, el desgaste por la falta de organización de los revolucionarios, los pasos atrás por las presiones y componendas de los reaccionarios burgueses, la situación del país, donde el drama del pueblo trabajador, minero-campesino, es insoportable por el hambre y las enfermedades, como el cáncer producido por los fosfatos, o el del paro, y, sin embargo, brilla la labor desarrollada en ciudades como Redeyef por la organización de los trabajadores. Las crónicas –del 13 de enero al 6 de febrero, y luego el paso por los últimos hasta el 3 de marzo- es una síntesis de los conocimientos políticos, tácticos y estratégicos: 13 de enero. Todo se precipita. Día 14 de enero. Las fotos de Ben Alí arden por toda la ciudad. 15 de enero. Huelga general. "Ministerio del Interior, ministerio del terror". "Moriremos, moriremos para que viva la patria". Se lucha en todo Túnez. El gobierno de EEUU y los gobiernos europeos están desconcertados. El pueblo tiene grandes esperanzas. Cae el muro desinformativo. Y empieza el terrorismo policial en la noche, e inmediatamente el pueblo responde con la organización de comités de defensa.

El autor introduce un nuevo factor, Libia, ¿otra revolución popular?, ya se había producido el levantamiento en Egipto, y en Barheim. De Gadafi se saben sus torturas y sus negocios con EEUU, Europa e Israel, también las colaboraciones de las potencias con la resistencia al régimen: asesores, venta de armas, bombardeos a la población, la CIA, oficinas diplomáticas del autoproclamado gobierno, y petróleo, venta de petróleo mediante barcos de países interpuestos. La revolución se mueve, la reacción también.

Salta la noticia de la creación de otro gobierno –han tirado tres- anuncia, con la boca pequeña, la reivindicación de los revolucionarios: Asamblea Constituyente, y elecciones para el 24 de julio. El gobierno asume la reivindicación porque el pueblo ha vuelto a tomar la Qasba el día 25 de Febrero. La Qasba, allí está la sede de gobierno, allí acudió el pueblo en lucha contra sus enemigos internos y externos, centro de la revolución empujada por todo el pueblo, allí ha estado la escuela política para los llegados de todo el país, allí mostraban su resistencia con un alto nivel organizativo, allí se terminó con la represión policial y desde allí se rechazaron las migajas de los reformistas y los descendientes del régimen.

No es una revolución "de blogueros y cibernautas" como escribió el reaccionario Bernard Henri-Levy, consejero de guerra de Sarkozy, es una revolución de proletarios y campesinos; "la revolución nace en Sidi Bouzid, el lugar más agrícola, más atrasado, más cerrado, del país", señala Redha, abogado de los trabajadores. La herramienta cibernética, ha jugado un papel limitado, han sido los obreros y campesinos quienes echaron a perder las maniobras del gobierno de EEUU, que cambió su embajador por el de Iraq, y las de la UE -Catherine Ashton, declaró que había acuerdo con el ministro de asuntos exteriores del país, "para asegurar que los intereses fundamentales de Europa y Túnez – liberalización económica y control de la emigración ilegal- se mantengan"- y echaron a perder las maniobras de Israel, que ve en la revolución tunecina un posible apoyo al pueblo palestino, su pérdida de influencia en la zona; Israel, sin embajada en Túnez, sí tenía oficina comercial y sostenía con el tirano importantes acuerdos; lo último: el gobierno sionista emprendió una campaña invitando a salir de Túnez a los judíos para que vayan a territorio ocupado al pueblo palestino. La respuesta de los interpelados ha sido completamente negativa, quieren seguir en su tierra, son tunecinos. Los tres aliados de Ben Alí contaban con las fuerzas represivas del tirano, la burguesía corrupta y el aparato burocrático sindical, y se han visto sorprendidos por el hundimiento de sus colaboradores.

Redha, el abogado, hace una metáfora: "- Yo he visto cambiar de piel a una serpiente. Durante tres días, mientras produce una nueva desde su interior, está desnuda, expuesta a todos los peligros; es vulnerable. Es y no es una serpiente... Pero si no se le corta la cabeza en ese momento de debilidad absoluta, ya no hay nada que hacer... Lo que hay en Túnez no es una revolución; es una dictadura que cambia de piel.... La serpiente se rearma muy deprisa. Pero al mismo tiempo no tiene más remedio que hacer concesiones todavía. El gobierno, por ejemplo, se ha visto obligado a firmar dos protocolos internacionales muy importantes: el relativo al Tribunal Penal Internacional y, más importante aún, el Pacto de Derechos Sociales, Económicos y Culturales de la ONU, del que están ausentes casi todas las grandes potencias. Es y no es una serpiente... Es cuestión del pueblo. ... Los intelectuales de izquierdas tienden a representarse un pueblo puro, revolucionario, y a sufrir por eso grandes decepciones. Pero el pueblo no es una construcción intelectual. El pueblo tunecino es como todos los pueblos: está lleno de vicios, defectos, mezquindades y tiene que cargar además con su propia historia reciente. Es rebelde, pero no revolucionario; y por la misma razón que se enciende rápidamente también se someterá enseguida... Si no le cortamos la cabeza a la serpiente ahora, estamos perdidos. Y la paradoja... es ésta: si la revolución se para volvemos al punto de partida. Pero si no nos paramos para reflexionar y organizarnos, su propio movimiento la hará pedazos".

Con ésta guía, se emocionará y reflexionará hasta la última frase: "Túnez es ya otro país", y usted será otra persona.

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Título: Túnez, la Revolución.

Autores: José Daniel Fierro, y, Alma Allende (Santiago Alba Rico)

Editorial: Hiru.

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Ramón Pedregal Casanova, autor de "Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios" Ed. Asoc. Foro por la Memoria.

(asociacion.foroporlamemoria@yahoo.es)