Latinoamérica proclama su independencia PDF Imprimir E-mail
Imperio - Latinoamérica
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Domingo, 04 de Diciembre de 2011 06:49

 

Celac   Doscientos años después de las primeras declaraciones de independencia de las colonias latinoamericanas, mientras se enfrentaban a las desmotivadas tropas españolas, se realiza su verdadera independencia, al liberarse del tutelaje agresivo de los Estados Unidos de Norteamérica. Los 33 países representados en la reunión fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAL), inaugurada en Caracas el 2 de diciembre, ponen fin a la neocolonización llevada a cabo por los Estados Unidos, mucho más agresiva y cruel que la española.

 

   Ahora sí que se cumple la llamada doctrina Monroe, expuesta en 1823: "América para los americanos." Pero no como la anunció el presidente gringo y como la han seguido practicado sus continuadores, en el sentido de reservar todo el control del continente entero y sus islas adyacentes para los americanos gringos. Eso se ha terminado: Latinoamérica y el Caribe constituyen una unidad histórica, capaz de defender su independencia contra los afanes colonialistas de los Estados Unidos. Se acabó la preponderancia de las empresas gringas, se acabó el intervencionismo armado, se acabó el derrocamiento de regímenes democráticos para sustituirlos por títeres de la CIA, ha llegado la independencia efectiva.

   En la patria del Libertador Simón Bolívar se pone en ejecución su afán de obtener la independencia para toda Latinoamérica. Y se hace al conmemorarse 55 años de la epopeya que marca el comienzo de la liberación efectiva, la hazaña de los 82 héroes desembarcados del Granma, camino de Sierra Maestra, dirigidos por el comandante Fidel Castro: estaban dispuestos a ser "libres o mártires", para erradicar de Cuba la dictadura fascistoide dirigida por la CIA. "Y entonces llegó Fidel", como dice una canción popular, y se inició la liberación, que ahora, exactamente 55 años después de aquel histórico 2 de diciembre de 1956, culmina en Caracas, bajo la dirección vigilante del presidente Hugo Chávez, el Bolívar del siglo XXI. 

 

Una profecía de Rubén Darío 

Qué buena ocasión para recordar la profecía de Rubén Darío expresada en su poema "A Roosevelt", escrito en Málaga en 1904 e integrado en sus Cantos de vida y esperanza (Madrid, 1905). Theodore Roosevelt es el prototipo de presidente imperialista, capaz de todas las tropelías durante su mandato, entre 1901 y 1909. Antes, en 1898, cuando era subsecretario de Marina, organizó la voladura del Maine en aguas cubanas, para acusar falsamente a España de cometer el atentado, y declararle la guerra, en la que participó activamente, hasta el punto de merecer una condecoración. La estupidez de los políticos españoles durante la regencia de María Cristina de Habsburgo llevó a la muerte a los jóvenes pobres, los que no podían pagar una cuota para evitar la movilización, y provocó el abandono de las tareas agrarias y de la escasa industria existente. Había que intentar defender las posesiones y las acciones de la familia real y de algunos de los llamados nobles. Nadie escuchó las sensatas advertencias de Pi y Margall, porque las hacía un republicano.

   A consecuencia del tratado de París el reino de España cedió a los Estados Unidos el control de Cuba, Puerto Rico y las Islas Filipinas. Mientras en Cuba se elaboraba su primera Constitución, en los Estados Unidos se aprobaba la llamada "enmienda Platt", por la que Cuba autorizaba a los Estados Unidos a intervenir militarmente en la isla cuando lo aconsejara la defensa de sus intereses. O los cubanos aceptaban la enmienda o la teórica República de Cuba no tendría Constitución. No hubo otra alternativa que aprobarla el 12 de junio de 1901. El 14 de setiembre comenzó el mandato presidencial de Roosevelt, hasta entonces vicepresidente.

   Otro 2 de diciembre, esta vez de 1902, el nuevo presidente proclamó la doctrina del gran garrote, el big stick lo llamó él, para ejercer el dominio sobre los pueblos más débiles. Lo puso en práctica al año siguiente, cuando propuso a Colombia edificar un canal en el istmo de Panamá. Al ver rechazados sus planes, Roosevelt fomentó la secesión de Panamá, reconociéndola enseguida como nación. Después sobornó a los delegados panameños encargados de discutir un tratado con los Estados Unidos para construir el canal, y consiguió que le cedieran su control a perpetuidad.

   El 23 de febrero de 1903 Roosevelt obligó a firmar un tratado de cooperación al presidente de Cuba Tomás Estrada Palma, por el que los Estados Unidos podían ocupar en la isla las tierras que desearan por el tiempo que las necesitasen. Así que en diciembre fue establecida una base naval en la bahía de Guantánamo, convertida hoy en campo de exterminio para prisioneros a los que no se quiere juzgar en tierras imperiales, a pesar de las reclamaciones y protestas del Gobierno cubano.

 

Advertencia al imperialismo 

   A este paradigma del emperador gringo sin escrúpulos dedicó Rubén Darío un poema admonitorio, en el que le acusaba con estas imprecaciones:

 

Eres los Estados Unidos,

eres el futuro invasor

de la América ingenua que tiene sangre indígena,

que aún reza a Jesucristo y aún habla en español.

 

   No era difícil proclamar esa profecía, conocidos los antecedentes violentamente agresivos del personaje. Para imponer sus proyectos imperialistas, el 6 de diciembre del mismo año de 1904 en que fue compuesto el poema, Roosevelt advirtió durante un discurso ante el Congreso que los Estados Unidos intervendrían en cualquier lugar del mundo en defensa de sus intereses. Ninguna nación osó disentir, y así quedó establecido el Imperio gringo. Como demostración de que estaba dispuesto a cumplir su propuesta, el 21 de enero de 1905 ordenó invadir la República Dominicana, para confirmar la profecía rubendariana. Sin embargo, el poeta concluyó sus versos con una advertencia a Roosevelt y a los continuadores de su doctrina imperialista, anunciando la insumisión de Latinoamérica a su dominio colonial:

 

Tened cuidado. ¡Vive la América española!

Hay mil cachorros sueltos del León Español.

Se necesitaría, Roosevelt, ser, por Dios mismo,

el Riflero terrible y el fuerte Cazador,

para poder tenernos en vuestras férreas garras.

 

   La verdad histórica demuestra que los Estados Unidos mantuvieron dominados con sus garras a los pueblos latinoamericanos, mediante la técnica del golpe de Estado continuo para dar el poder a sus esbirros. Los dictadores eran manejados por la CIA, que a su vez cumplía las órdenes de las grandes multinacionales gringas. Es conocido por todos el papel genocida desempeñado por la CIA en América Latina, pero nadie acusa a los criminales ante los tribunales internacionales de Justicia, porque el Imperio no lo tolera.

   El 22 de enero de 2009 el presidente Obama firmó una orden para que en el plazo de un año fue clausurado el campo de exterminio de Guantánamo, pero se le olvidó ponerla en práctica. Todo el mundo admite que es ilegal su mantenimiento, que las prácticas de torturas sistemáticas a los prisioneros son contrarias a los tratados internacionales, que la misma base constituye una agresión constante a una nación soberana, pero ningún organismo se atreve a denunciar al Imperio, porque sabe que es inútil, y porque teme sus represalias inmediatas.

 

La fuerza de la unidad

 

   Pata eterna vergüenza del Comité Nobel que concede los premios de la Paz, el de 1906 le fue entregado a Theodore Roosevelt, y el de 2009 a Barack Obama.

   Europa está sometida al dominio económico y militar de los Estados Unidos, pero Latinoamérica se ha librado de su tutela. Lo reconoció el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, en el discurso inaugural de la conferencia fundadora de la CELAL: "Ya basta, estamos poniendo aquí la piedra fundamental de la unidad y la esperanza que nos hará libres e independientes". Por su parte, el presidente de los consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, Raúl Castro, manifestó: "En la unidad en torno a la soberanía, el desarrollo y la equidad está nuestra fuerza." Otros mandatarios se expresaron en términos semejantes.

   Así es: los Estados Unidos han podido hasta ahora invadir un país, deponer a un presidente demócrata, y suplantarlo con un títere a su servicio. Pero no pueden dominar a 33 países agrupados en la defensa de su libertad y de sus intereses. Se acabó la prepotencia gringa en Latinoamérica. Desde ahora Latinoamérica es para los latinoamericanos, en una versión renovada de la doctrina Monroe. Se lo había predicho Rubén Darío a Roosevelt hace 107 años:

 

Crees que la vida es incendio,

que el progreso es erupción,

que en donde pones la bala

el porvenir pones.

                             No. 

   No, el porvenir es de los latinoamericanos, ha terminado la hegemonía gringa. Aquellos heroicos 82 libertadores que descendieron del Granma en la isla de Cuba, lanzaron al aire la proclama de la liberación, y su victoria fue el inicio de esta victoria total para 33 naciones congregadas en la defensa de su libertad. Mientras Europa se angustia ante el fracaso del capitalismo dominado por los Estados Unidos, incapaces de encontrar una solución económica razonable, Latinoamérica se regocija porque contempla un porvenir lleno de prosperidad en libertad. El panorama internacional ha cambiado. Todos los imperios se han perdido en la historia.